El mismo litro de gasolina, que se vende en EE UU, por ejemplo, a $ 0,417 los generalotes roboLucionarios, con licencia para la matraca, lo expenden a $ 2,00, es decir, cinco veces más caro o hasta diez
Omar Estacio Z.
Vivir para robar, robar para vivir. Leitmotiv, de la RoboLución. Su ethos. Su programación cromosómica. Reprimir, en todas sus modalidades, derivaciones, perversiones, tonalidades, tesituras, coloraturas, calibres, no es el fin, sino el medio para lo primero. Reprimir para robar, robar para reprimir. La otra cara de la misma moneda.
No tan de cuando en cuando, la represión, le juega malas pasadas al robo. Este último, holgazán, mal entretenido, vago, como quien lo capitanea, suele dormirse en sus laureles. Allí aprovecha la tortura, el carcelazo, el plomo parejo, para tomar la delantera o por lo menos, colocarse cabeza a cabeza con el asalto a la Tesorería Pública. Sanas rivalidades roboLucionarias, que al final, se diluyen en simbiosis de inmoralidad.
Tomemos al azar, uno, cualquiera de los innumerables infortunios desencadenados por la ¿Nefanda? ¿Depravada? ¿Pervertida? ¿Degenerada? RoboLución, represora.
El mismo litro de gasolina, que se vende en EE UU, por ejemplo, a $ 0,417 los generalotes roboLucionarios, con licencia para la matraca, lo expenden a $ 2,00, es decir, cinco veces más caro o hasta 10. Agréguese, el costo de las colas dos días o más, a que nos somete la proverbial ineptitud de los jefes de dicho mercado negro. Si lo anterior no es confinarnos, derogarnos, en la práctica, el derecho al libre tránsito de los venezolanos, que venga alguien y nos lo cuente. Con los CLAP, lo mismo. Alimentos de 3ª o 4ª calidad, muchas veces no aptos para el consumo humano, como se comprobó con la supuesta leche en polvo. Que se transan en México, se facturan en Estambul, con toque técnico para los maquillajes contables, en Andorra, para recalar con sobreprecio en Caracas, con el nada velado enriquecimiento ilícito, del Primero de a Bordo y su testaferro colombiano. Igual es usado para reprimir a través del apartheid más irritante, porque si no eres portador del “Carné de la Patria”, ni siquiera, tienes derecho a dicha comida-basura.
- Alfa Uno a Alfa Dos: Buenos días, camarado, Alfa Dos. Preparado, ya, para morir por la Patria, con mi chaleco a lo RoboCop, en el refugio, antiatómico, antiimperialista y anticapitalista a 90 metros de profundidad, en el centro de la mitad del medio del Macizo Guayanés ¿El Learjet? ¡Con las turbinas encendidas, por si acaso tengo que picar cabos! Excelente ¡presos, carrizo! purga roboLucionaria, express, pa’ los oficiales de la Fuerza Armada Bolivariana, que no se ríen ni de mis chistes, ni de los suyos, Alfa Dos, “Con el Mazo Dando”. Todo el que no lo haya hecho a carcajadas, salvo prueba en contrario, es aliado de los yanquis, en el enfrentamiento que van a tener contra nuestra valerosa fuerza naval y contra los tanqueros iraníes, el viernes o sábado que viene ¿Por cierto, camarado, Alfa Dos, como lo primero es lo primero, no habrá de hoy hasta el viernes que viene, algún negocito, quizás, una contratación de emergencia o algún avituallamiento de última hora, para ganarnos “nuestra vainita” ¿Sí! Entonces la oportunidad la pintan calva, camarado, Alfa Dos. El tiempo es oro. Se sabe cuándo hace el primero, pero no cuándo se hace el último guiso. Con el mazo dando, camarado Alfa Dos, que pa’ luego puede ser muy tarde.
@omarestacio