Según el Fiscal General de EEUU, el teniente Cabello y el exdiputado El Zabayar aparecen de manera personal y directa en intercambios de cocaína por armas y en la creación de células terroristas
Omar Estacio Z.
El día 27 de mayo de 2020 fue un mal día para Diosdado Cabello y la esposa del señor Maduro.
William Barr, Secretario de Justicia de EE. UU, en ese país, con funciones de Fiscal General en materia criminal, anunció la acusación formal, contra Adel El Zabayar, venezolano, de origen sirio y exdiputado oficialista, a la Asamblea Nacional. Pero más que todo, “altopana” – como dicen nuestros jóvenes en su expresivo lenguaje- de Diosdado Cabello. Según la acusación, ambos amigos o coperpetradores, aparecen de manera personal y directa en intercambios de cocaína por armas y en la creación de células terroristas. Todo para atacar, supuestamente, a Estados Unidos cuando lo crean conveniente. De ser capturados y sometidos a juicio, enfrentarían condenas de diez años a cadena perpetua.
Como las malas nuevas no suelen venir solas, ayer mismo, “Reuters”, agencia británica de noticias, publicó un amplísimo reportaje, que narra las andanzas de Yazenky Antonio Lamas Rondón (a) “El Padrino”, venezolano, piloto de aviación, guardaespaldas por diez años de la señora de Nicolás Maduro o la “Primera Combatienta”.
Lamas Rondón, está preso, en la actualidad, en penitenciaría de Washington, D.C., por los delitos que detallaremos más adelante.
Lo que no detalla el reportaje en cuestión, pero sí lo precisamos nosotros, es que consta de sentencia del 2 de mayo de 2016, dictada por la Corte Distrital de Estados Unidos, para el Distrito de Columbia expediente 15-cr-00157, que Lamas Rondón, habría cometido los delitos que se le imputan cuando, aún, era empleado de la honorable matrona, y según lo da a entender con la ciencia y complacencia de la dama.
Por su parte, la sentencia del 25 de enero de 2017, proceso 48.655, dictada por la Corte Suprema de Colombia, demuestra que Lamas terminó extraditado a EE UU, país en el que ha celebrado “plea guilty” con las autoridades criminales. Para no darle más vueltas: Se ha declarado culpable de exportación de cocaína desde Venezuela, a EE UU, previos toques técnicos en, Honduras, Belice, México, Guatemala y, a cambio de supuestas rebajas a su inminente condena, ha incriminado, entre otros coautores o cómplices, a su exempleadora. Dice sentirse traicionado por esta última y que por ello, le paga con la misma moneda. Vaya usted a saber.
“La señora de Maduro ha gestionado, a través de terceros, la libertad de sus sobrinos que cumplen condena de prisión en EE UU, a cambio de la libertad de los cinco ejecutivos de Citgo”
Según “Reuters”, la señora de Maduro, ha gestionado, a través de terceros la libertad de sus sobrinos que ya cumplen, como es del dominio público, condena de 18 años de prisión en EE UU, a cambio de la libertad de los cinco ejecutivos de CITGO, detenidos judicialmente en Venezuela, por supuestos delitos de corrupción.
El cronista, no va a incurrir en la desmesura de dudar del sincero amor maternal, de la Primera “Combatienta”, hacia sus, ya no tan jóvenes sobrinos y condenados. Solo que presumimos que en tal cruzada libertaria, también ha rondado, el espíritu burlón de la Regla 35, literal c) del Código Federal de EE UU, que permitiría a sus amadísimos sobrinos -como un Lamas Rondón cualquiera- incriminarla no solo a élla, sino a otros miembros de su familia a cambio que les rebajen los mencionados 18 años. Si, la distinguida señora, quiere dormir más tranquila, a partir de las confesiones de su exguardaespaldas, haría bien, no dejarlo por fuera, en cualquier cambalache.
Total, que lo que sí resulta una verdad concreta y espesa es que acusaciones tan graves podrían traducirse en acciones de legítima defensa de EE UU contra el gobierno que usurpa el señor Maduro. Sin necesidad que nadie se lo pida ni que invoque el articulo 187 ordinal 11º de la Constitución de Venezuela.
@omarestacio