La Casa Blanca envía a 300 efectivos militares para colaborar con las Fuerzas Armadas iraquíes
Estados Unidos afronta dos adversarios en Irak. El primero es militar: los yihadistas suníes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que en las últimas semanas han tomado ciudades clave en el país de Oriente Próximo. El segundo adversario es político: el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki. Así lo describe la web del diario español El País.
El presidente de EE UU, Barack Obama, redobló ayer la presión sobre el primer ministro iraquí para que forme un nuevo Gobierno con suníes y kurdos —las otras dos grandes comunidades de Irak, además de los chiíes— o abandone el poder. El secretario de Estado, John Kerry, viajará próximamente a la región para reunirse con los líderes regionales y con Al Maliki.
“No corresponde a Estados Unidos elegir a los líderes de Irak”, avisó Obama en una rueda de prensa en la Casa Blanca, tras reunirse con su equipo de seguridad nacional. “Pero está claro que solo los líderes que gobiernen con un programa incluyente serán capaces de unir de verdad al pueblo iraquí y superar esta crisis”, añadió.
La Administración Obama atribuye a las políticas sectarias de Al Maliki, un antiguo protegido de Washington, parte de la culpa por el actual caos y lo considera un obstáculo para la resolución del conflicto. El presidente descartó una intervención armada norteamericana para apoyar a un grupo frente a otro y dijo que no habrá ninguna solución militar en Irak, y menos dirigida por EE UU.
La Casa Blanca excluye un despliegue de tropas. Tampoco prevé una intervención aérea inmediata. La única medida militar es, de momento, el refuerzo de la colaboración con las Fuerzas Armadas iraquíes.
Obama anunció en la rueda de prensa el envío a Irak de hasta 300 asesores militares, miembros de las fuerzas especiales de EE UU que ayudará al ejército iraquí ante el avance de los yihadistas del EIIL. Los militares se suman a los 275 militares que la Administración Obama ha desplegado ya para proteger la embajada estadounidense en la capital de Irak.