Así se anda en Venezuela desde la llegada de Juan Guaidó a la presidencia de la AN, con interinaje en la Presidencia de la República.
Félix B. Sucre I Al Grano
Fin de mundo, solía decir un amigo que «era de izquierda pero no ejercía», cuando leía alguna información que no la parecía razonable, coherente con el momento político del país, aún cuando la dinámica nunca ha tenido racionalidad, sino que hemos vivido siempre en medio de una comparsa, dónde cada uno ha bailado la música al son que le ha parecido.
En estos largos meses de estira y encoge, la casa política ha ganado y ha cobrado, mientras que el puebloooo sigue pagando los platos, sin haber Sido invitado a la fiesta que han montado los oficialistas del PSUV y los opositores del G4. Lo humorístico es que la de la Mesa de Casa Amarilla no ha estado en esas fiestas.
De ella no hay fotos de Maduro y Guaidó, pero se saben que se cursaron las invitaciones, dónde el principal testigo y repartidor del bastimento es la Organización Panamericana de la Salud, a la que hay que reconocerle que también trabajo silenciosamente en los preparativos y que, objetivamente, es un hecho que en algo se han puesto de acuerdo.
Sin embargo, en el caso del G4, hemos visto declaraciones destempladas y canallezcas, sobre toda venida de personas opositoras, como el caso de Antonio Ledezma, viejo adeco que no es un ejemplo de amplitud democrática, ya que en su tiempo de burócrata de la cuarta, era un personaje intransitable, ajeno a la gente, como lo fueron otros; pero ahora, pretende dar clase de pluralidad democrática, lo que le queda muy feo.
Es el mismo caso de Diego Arrias, quien jura ser un líder de primer mundo, olvidándose que en Venezuela ni como candidato presidencial de Causa Común, llegó a obtener una votación como para ser una referencia política necesaria. Cada quien tiene derecho a hablar paja en el escenario que se construya.
Lo cierto es que pretenden dar clase. No obstante, no valoran la presencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), como un logro político importante, con lo que se busca darle asistencia humanitaria a la población, logro del presidente Juan Guaido’. Con lo que se evidencia que esa Asamblea Nacional es la que tiene legitimidad, no la que creo viste judicial el TSJ, cuando saben que los papeles de la Sesión del 5 de enero indica que son minoría.
Nicolás Maduro dió un paso importante y con ese acuerdo de salud vienen a demostrar que se pueden dar pasos positivos por Venezuela, sin que por eso ahora se pueda aceptar lo de la cohabitación.
Eso está muy lejos entre ellos. Maduro no quiere a Guaido’; lo quiere ver preso, es la verdad. Pero hay que dar pasos, dirá Maduro, para que los aliados de Guaido’ lleguen a sospechar que dentro de poco viene la foto donde están abrazados, al mejor estilo Diosdado-Nicolas, pero al decir de Mario Silva: se tienen arrechera.
Que Maduro puede llegar ventajas en este acuerdo de los representantes del sector salud, es lo primero que escuchamos de los que apoyan a Juan Guaido’, pero con dudas. El pesimismo de los partidarios está latente; mientras que el gobierno, al sacar al tío de Guaido’ y llevarlo a su casa, ahora prisión, es vista como parte del juego. No piensan que con eso queda en evidencia que Nicolás Maduro es el «mandon de la comarca», demostrando que no hay división de poderes.
No obstante, hemos leído opiniones de muchas personas que valoran lo que se ha hecho, dónde quien sale mejor parada es la Asamblea Nacional, mientras que Luis Parra y compañía han quedado como una manada de marionetas que son movidas en el PSUV para que los del Alto Mando Militar se rían.
No podemos dejar de imaginarnos lo que dicen entre ellos de los opositores que van a la Casa Amarilla, sobre todo ahora que cuentan con la presencia del partido Copei, dónde contarán con la presencia de Enrique Mendoza, el mismo que se negó a participar en las elecciones del 18 de mayo 2018.
La arrechera que le tienen a Juan Guaido’ los ha obligado a concertarse con la finalidad de destronarlo de la simpatía electoral que hay a su favor. Ellos no están escuchando el tañir de las campana. Andan con otra brújula.
Las lajas del Ministro No sorprende a nadie, sino que produce risa, que el Ministro de Petróleo, Tarek El Aissami, haya dicho que nadie puede impedir que los usuarios reciban sus 120 y 60 litros de gasolina. Pues bien, en la Estaciones, con carnet de la patria incluído, el Guardia Nacional, quien es el que manda en la bomba, se burla incluso de los que salen con discursos revolucionarios, mucho más cuando mencionan a quien consideran el supremo, Hugo Chávez, quien más bien es un estorbo, cuando se está buscando las lechugas del águila, porque Bolivar no vale nada. Es la verdad. Entonces los que van a llenar, incluyendo a los transportistas, deben ir preparado para que el gasoil sea echado con gusto y para que vuelva pronto. Claro, que si quieren irse full tienen que dejar excelente propina que pase de las veinte lechugas con aguila, porque revolucionario que se respete no compra con pinches bolívares. Eso obliga al Ministro El Aissami a no seguir hablando paja porque en la Estaciones los del «honor que se divisa», el cuento es otro: esa gasolina es de ellos y, desde luego, ellos son los que terminan tarifandola.
Entretips En Rio Caribe revocatorio… El alcalde del Municipio Arismedi, José Luis Villarroel, militante del PSUV, tiene los días contados en la alcaldía de Rio Caribe, ya que el Coordinador del PPT, Clemente Cedeño, le activoy el Referéndum Revocatorio, para lo que ya cumplió con lo que indica la Constitución Bolivariana. Muchos llegarán a manifestar que no es posible que un partido aliado como Patria Para Todo esté golpeando a los del PSUV, cuando tienen que resolver sus asuntos en el Polo Patriótico. Pues la verdad es que ese revocatorio no lo detiene nadie; que en Rio Caribe lo que se comenta es eso. Pues, Chelito, como le dicen al alcalde, tiene el sol a la espalda.