El consumo de carne de res y de leche depende aún más de las importaciones. La fuerte caída en la producción nacional este año por la sequía, que ha generado el fallecimiento de más de 300.000 reses, acentuará la dependencia de los rubros pecuarios importados, señaló el presidente de Fedenaga, Rubén Darío Barboza.
Barboza indicó que con dificultad menos de 50% del consumo nacional de carne de res se atiende con producto nacional. En el caso de la leche es más bajo el suministro: 30% del consumo se atiende con producción local, pero gran parte se va para la producción de queso y derivados, así lo informa la periodista Katiuska Hernández en un trabajo para El Nacional.
Recordó que los problemas de control de precios, dificultan que se destine la leche fluida al procesamiento de leche pasteurizada y larga duración. Dijo que se necesitan 10 millones de litros diarios de leche, pero debido a los problemas de sequía la producción este año caerá a 3 millones de litros.
Expresó que en el país debería haber 30 millones de reses para mantener el abastecimiento e incluso exportar, pero con dificultad llega la población de rebaño nacional a 12 millones de cabezas. El consumo total de carne es de más de 550.000 toneladas al año.En cuanto a los precios, dijo que la regulación de precios es irreal y los montos fijados hacen que se trabaje a pérdida.
Barboza agregó que el mercado debe regirse por los costos de producción y no por un control de precios irreal que no toma en cuenta la realidad. “En promedio el ganado en pie debería costar sobre los 50 bolívares el kilo tomando en cuenta el costo de producción”.
Insistió en que se revierta la política de intervenciones de fincas productivas y además de eso, se flexibilice y modifique la política de control de precios.
Barboza se refirió al plan ganadero presentado por Fedenaga, que implica la repoblación de animales para llegar al inventario óptimo de las 30.000 de reses, capacitación técnica para obreros y productores pequeños y medianos e incentivar los cultivos silvo pastoriles.
Fedenaga plantea que por cada tonelada de leche importada, se traigan al país cuatro mautas (becerras en crecimiento) para que se incremente el rebaño lechero. También propone un plan para renovar la capa vegetal de las fincas ganaderas.