El Estado de Bienestar no es una utopía, sino una realidad como se puede ver en Europa. Españoles, italianos, portugueses, alemanes, holandeses, belgas y británicos viven bien sin tener petróleo, oro, ni gas, ni nada de lo que nos regala la naturaleza a nosotros
Jesús Antonio Petit Da Costa
Los líderes, para serlo, encarnan una utopía que es la respuesta al anhelo general. Así ha sido en la historia de Venezuela. Veamos para no ir más lejos: para 1958 la democracia era la utopía que nos motivaba a la lucha. Al final de la tiranía esa utopía era anhelo general, encarnado por los líderes de los partidos. Los jóvenes soñábamos con la democracia que no conocíamos y por ella estábamos dispuestos a jugarnos la vida. Cayó la tiranía y se instauró la democracia. Cuando llevaba 20 años estábamos decepcionados. No era la utopía que soñamos. Había resultado en eso que la doctrina jurídica denomina Estado de Partidos. Fue el gobierno de los partidos, por los partidos y para los partidos, más concretamente el gobierno de los cogollos, desprestigiados que manipulaban el voto de los pobres al mejor estilo populista. Hasta que vino la crisis financiera y se acabó el dinero para la demagogia. Y, como consecuencia, a los 40 años sucumbió.
Llegó Chávez que encarnó una utopía que era la respuesta al anhelo general: un gobierno que pusiera orden, terminara con la corrupción en que habían degenerado los partidos, metiera preso a los corruptos e hiciera limpieza general, acabara con el gobierno de los cogollos, en sus palabras: la cúpula podrida. A la utopía la llamó Quinta República, indicando que era la refundación de Venezuela borrando todo su pasado. Pasado tres años se hizo evidente el fraude. Era sólo el Estado comunista de partido único militar, copia de Cuba, de la cual se convirtió en títere. Un modelo político peor que la URSS que fue Estado Comunista de Partido Único en el cual el Partido Comunista, dirigido por civiles, ejercía la tiranía, supuestamente en representación del proletariado, sobre el país y con autoridad sobre el Ejército Rojo.
Ya el comunismo no es utopía, ni aquí ni en el mundo entero. Se plantea entonces: ¿con qué vamos a sustituirlo en Venezuela? No puede ser con la vieja democracia desaparecida en 1999 por su desprestigio. La democracia, por sí sola, perdió el encanto de las utopías. Restaurarla para que gobiernen los cogollos de la MUD-G4, que han demostrado que son unos negociantes que sólo buscan el reparto, sería una pesadilla. Salir de la cúpula podrida del castro-comunismo para caer en la cúpula podrida de la MUD-G4, sería lo peor que podría pasarnos. Y con esta perspectiva nadie decente y honrado estará motivado para la lucha.
¿Entonces con cuál utopía motivar a la gente? La que responda al anhelo general. ¿Y cuál es el anhelo general? Después de tantos años malos, todos anhelamos vivir bien por fin. Los jóvenes quieren vivir bien y tener un futuro. Los adultos quieren vivir bien y disfrutar sus mejores años para levantar la base de su vejez. Y los de tercera edad queremos vivir bien lo que nos resta de vida, reponiéndonos de los años perdidos.
Y para vivir bien hay un remedio probado. Se llama Estado de Bienestar. No es una utopía, sino una realidad como se puede ver en Europa. Españoles, italianos, portugueses, alemanes, holandeses, belgas, británicos y, en fin, todos los habitantes de Europa Occidental viven bien sin tener petróleo, oro, ni gas, ni nada de lo que nos regala la naturaleza a nosotros.
Para que se comprenda explicaré qué es el Estado de Bienestar.
petitdacosta@gmail.com 27-07-20