Los protagonistas de este chiripero son y han sido fichas del gobierno a quienes ayer respetamos porque creíamos que eran dirigentes políticos serios, comprometidos con el país y sus mejores causas.
Absalón Méndez Cegarra
Con el correr del tiempo nos han defraudado totalmente porque han engañado a un pueblo que creyó en ellos en algún momento, inclusive, los llevó al poder legislativo y a otras posiciones de gobierno y toma de decisiones, lugares donde no hicieron otra cosa que someterse obedientemente al poder y acompañar cuanta tropelía salía y sale del Palacio de Miraflores. Ahora, estos personajes de la picaresca política venezolana, vendedores de quincallería política barata, dispuestos a venderse ante cualquier postor, acostumbrados al engaño y la mentira, después de disfrutar las mieles del poder durante años y aupar el desastre que es hoy Venezuela, hacen causa común con el gobierno, con quien siempre han estado, para presentarse y mostrarse al país como algo nuevo, distinto, diferente.
La idea de este reverdecer del chiripero, vamos a llamarlo de derecha-izquierda, pues, ayer, el chiripero que llevó por segunda vez al poder a Rafael Caldera, contaba con fichas del chiripero actual, el mismo que en años recientes conformó el Polo Patriótico, como grupo político de apoyo del presidente Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
La conducta de estos farsantes de la política es necesario que el pueblo de Venezuela la entienda y no se deje engañar más, a partir de algunos hechos políticos de reciente data. Primero, La pérdida electoral del año 2015, que les impidió seguir como diputados en la Asamblea Nacional. Segundo, el fortalecimiento y fuerza electoral propia del PSUV, razón por la que este partido-gobierno no necesita de chiripas con quienes compartir cuotas de un poder hegemónico. Y, tercero, la elección de un macro-poder llamado Asamblea Nacional Constituyente, la cual tampoco quiso seguir compartiendo mesa.
Un afán desmedido de mantenerse en la palestra pública y continuar participando de algunas migajas que el poder deja caer, los ha llevado en rol colaboracionista y de apoyo al gobierno nacional, en diciembre de 2015, en fase agónica de la mayoría parlamentaria ostentada hasta el momento, solo para impedir que la nueva AN, electa democráticamente, ejerciera sus competencias, a prestarse para designar arbitrariamente un TSJ espurio, inconstitucional e ilegal, que hizo nula la mayoría absoluta del Parlamento; una Asamblea Nacional Constituyente para arrebatar las facultades conferidas por la Constitución al Poder Legislativo; un CNE a su medida; un Fiscal del Ministerio Público y un Contralor General de la República de igual signo; auspiciar un diálogo insincero que nunca se dio, pues no había voluntad política para ello; crear mesitas de diálogo, tapa amarilla, con los aliados de siempre, para suplantar la verdadera oposición; reincorporar a la fracción del PSUV a la AN para impedir su funcionamiento; pedir a un TSJ, sumiso y obediente, la declaración de omisión legislativa para designar nuevos miembros del CNE e, igualmente, pedir la calificación de legalidad de la junta directiva de la AN usurpadora y, de paso, la eliminación de las organizaciones políticas con fuerzas capaces de disputarle el poder al gobierno actual., entre otros hechos más, que haría larga la lista.
Pues, bien, este nuevo CNE, designado abusivamente por el TSJ inconstitucional, integrado por trashumantes de la política criolla, es el que está convocando, en plena pandemia, con un pueblo privado de su libertad, con ciudad por cárcel, a unas elecciones parlamentarias para el 6 de diciembre de 2020.
La convocatoria a elecciones parlamentarias es un abierto y descarado irrespeto a la inteligencia y dignidad de los venezolanos, la cual debe ser rechazada firme y categóricamente por toda persona que tenga algún sentimiento de venezolanidad.
El pueblo venezolano ha sido engañado una y mil veces. No permitamos que el gobierno nacional nos engañe una vez más. Y, mediante argucia, acuda a utilizar a ciertos personeros, vividores de la política barata, sus peones y tarifados de siempre, de vacaciones por un lustro, para que con cantos de sirena, embrujos, golpes de pecho y supuestas declaraciones de arrepentimiento, consecuencia y buen comportamiento, entusiasmen y enamoren a un pueblo cansado, fatigado, hambriento y desesperado, para que asista a votar en un acto eleccionario, fraudulento por definición, declarado innecesario y sin efecto alguno por el Ministro de la Defensa.
@absalonmendez1