La sociedad civil deberá organizarse en células familiares, entendiendo por tales las familias integradas por padres e hijos (familia nuclear).
Jesús Petit Da Costa
Nos acercamos a la emboscada que nos tiene montada el Foro de Sao Paulo-Grupo de Puebla (Internacional Comunista de América) de este modo:
1.- Derrota de Trump en la elección presidencial de Estados Unidos que se efectuará en la primera semana de noviembre, quedando removido así el único obstáculo para que domine América Latina la coalición criminal transnacional que ha formado dicha Internacional Comunista, bajo la jefatura de Cuba, con Rusia, China, el terrorismo musulmán o islámico, el terrorismo guerrillero (FARC-ELN), y la narco-delincuencia organizada internacional; y,
2.- Elección fraudulenta de la AN de Venezuela en noviembre-diciembre, la cual reconocerá a Maduro como presidente legítimo para el período 2019-2025, quedando removido así el único obstáculo para la consolidación de Venezuela como base de operaciones de dicha coalición criminal transnacional, cuyo objetivo final es la destrucción de Estados Unidos después de haber destruido a Venezuela.
La tarea de Trump, para salvar a Estados Unidos, es impedir su derrota. Nuestra tarea, para no caer en la emboscada, es lograr la abstención masiva (más del 75%) en las elecciones parlamentarias, de modo que resulte un acto contundente de rebelión popular y, como tal, inicie el contragolpe constitucional ordenado por el artículo 333 de la Constitución, el cual se ejecutará mediante actos sucesivos que provocarán el cese de la usurpación.
Para evitar que esta vez se repita la traición de los partidos de la MUD-G4 en 2005, en 2014 y en 2017, el contragolpe constitucional deberá ser ejecutado por la sociedad civil que, a tal fin, deberá organizarse en células familiares, entendiendo por tales las familias integradas por padres e hijos (familia nuclear), que son la base de la sociedad. La ramificación de estas células abarcando toda la familia (abuelos, nietos, hermanos, tíos, sobrinos, primos) creará las redes familiares, con mayor ligazón sentimental y menos riesgo de traición que la militancia en partidos políticos. Organícense todos desde abajo que en un proceso ascendente irán surgiendo los líderes.
Sugiero a los familiares de los presos políticos, civiles y militares, ser los primeros y más activos en organizar sus redes familiares, para que sean actores del contragolpe constitucional, único modo de que sus sufridos parientes salgan en libertad y puedan reclamar justicia por la prisión ilegal y sobre todo por las torturas. Y se valore su sacrificio y su lucha.
petitdacosta@gmail.com 17-08-20