El pasado mes de junio, Biden viajó a la región para abordar la crisis humanitaria con los representantes de Centroamérica y el secretario de Estado, John Kerry
Joe Biden, vicepresidente de los estados Unidos, inició este jueves una conversación con varios presidentes centroamericanos sobre la crisis humanitaria provocada por la llegada de 57.000 niños indocumentados en los últimos ocho meses, procedente en su mayoría de Centroamérica.
Por vía telefónica, Biden conversó con el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; el de Guatemala, Otto Pérez Molina y el de Honduras, Juan Orlando Hernández, informó a través de un comunicado la vicepresidencia.
Además de abordar las medias para hacer frente a la llegada de niños no acompañados o de adultos con niños a la frontera de México y Estados Unidos, el vicepresidente y los líderes centroamericanos emprendieron las campañas de advertencia a los padres sobre el peligro que corren la vida de sus hijos si los envían solos.
Durante las últimas semanas, Washington confirmó que los niños que crucen la frontera ilegalmente no obtendrán ningún beneficio migratorio y la mayoría de ellos serán deportados.
Los líderes políticos también añadieron la necesidad de perseguir a los traficantes de personas y abordar la raíz de esta crisis humanitaria.
El vicepresidente Biden les informó a los dirigentes centroamericanos que el presidente Barack Obama ha pedido al Congreso fondos adicionales por 3.700 millones de dólares para responder a esta crisis a tiempo y de forma eficaz.
Si el Congreso aprueba el dinero extra que le ha pedido Obama, se destinarán 300 millones de dólares en ayuda a los gobiernos centroamericanos para que repatrien y reintegren a los migrantes deportados y que logren crear las condiciones económicas, sociales y de seguridad necesarias para evitar olas migratorias ilegales.