Desde la presidencia del país más poderoso del mundo, están decididos a endurecer las ilegales sanciones
Jesús Silva R.
Si gana Donald Trump, la invasión militar gringa contra Venezuela se convertirá en una amenaza mayor. Si gana Joe Biden, dicha amenaza seguirá siendo discreta. Pero ambos, desde la presidencia del país más poderoso del mundo, están decididos a endurecer las ilegales sanciones económicas contra Venezuela hasta provocar el colapso total del país.
Ahora bien, en paralelo a la dramática relación entre EEUU y la República Bolivariana, es interesante revisar prácticas polémicas de la política yanqui que no son ajenas a la patria madurista. Quizás al mirarnos como venezolanos en el espejo de lo que no nos queremos parecer, podamos reflexionar y ser mejores ciudadanos, especialmente aquellos que pertenecen a la alta clase política y más influencia tienen la suerte de la nación. Como antiguo estudiante de Derecho Constitucional en EEUU (2017), rememoro estos términos:
Los gringos le llaman “fishing expedition” (expedición de pesca) a “buscarle la caída” al adversario político o al camarada que crítica, esto incluye fabricarle expediente, criminalizarlo, imputarlo, judicializarlo con base en mentiras o falsos positivos para satisfacer la necesidad de destruirlo política, moral o hasta físicamente. Este procedimiento nace de la intolerancia de los dirigentes contra los militantes de base o pueblo de a pie.
“I’ll put a chicken in every pot” (pondré un pollo en cada olla) es la expresión de que no hay que casarse con una sola estrategia o línea política
Los yanquis le llaman “revolving doors” (puertas giratorias) a la constante entrada y salida de personajes en la política, es decir, que en una sociedad de oportunistas, aparecen «paracaidistas» a buscar lucro en el ámbito político y desaparecen esos que no se pudieron enchufar. Entonces, siendo la política ejercida como ley de la selva, y nunca como una decorosa ciencia, son entonces muchas las caras que cambian en ese sector.
En el imperio, dicen “better 50% of something than 100% of nothing” (mejor 50% de algo que 100% de nada), como versión norteamericana del “hay que doblarse para no partirse” de Ramos Allup. Esto se implementa cuando en una negociación política, se acepta la mitad de lo que se aspira con tal de llegar a un acuerdo con el enemigo y evitar perderlo todo. Esto consiste en defender intereses pragmáticos en vez de defender posiciones ideológicas.
Por último, en la nación de la barras y las estrellas se dice “I’ll put a chicken in every pot” (pondré un pollo en cada olla) como expresión de que no hay que casarse con una sola estrategia o línea política, sino que se pueden implementar varias de modo simultáneo porque lo importante es lograr el resultado, no el procedimiento ni la ruta.
Como revolucionario de a pie, es mi mayor anhelo que en Venezuela se desista de maniobras políticas dañinas que se asemejan a las de EEUU. Y que se tome lo mejor de otras prácticas norteamericanas que son astutas e inteligentes y, por lo tanto, pueden ser útiles para cualquier gobernante en el mundo.
jesusmanuelsilva.blogspot.com
@Jesus_Silva_R
(1979) Padre. Doctor en Derecho Constitucional. Primer izquierdista elegido IVLP por USA en 2017. Abogado penalista. Profesor UCV (TSJ SC Expediente 15-1131). English teacher. Autos del libro «Memorias Políticas», UNESR 2013.