razonnet
Las élites del mundo poco a poco van tomando el camino al pasado, e instauran monarquía, sin necesitar al Papa que los corone
Domingo Alberto Rangel
Los antecedentes de grandes cambios generalmente son ignorados y es lógico siendo que vivimos tiempos donde se exaltan valores ciudadanos, valores que necesariamente son colectivos, pero al mismo tiempo en los medios que tomaron el papel antaño reservado para la religión, solo hay reconocimiento para los caudillos vivos en cada momento.
Un ejemplo fue el papel jugado por José Stalin en un hecho acaecido tras su muerte: El dictador soviético, calculador y paranoide como afirma Henry Kissinger en su libro “La diplomacia”, pocos meses antes de morir, y a sabiendas que su gran obra, salvar la URSS, podía derrumbarse como en efecto sucedió décadas después propuso repentinamente a los presidentes Harry Truman y al sucesor Eisenhower, un acuerdo al que siempre se había opuesto.
Stalin a pesar de sus discursos cargados de ideología pero sin bases reales, inteligente y astuto, entendió que a diferencia de lo que él decía en actos públicos sobre la superioridad del comunismo, los Estados Unidos con el paso del tiempo sería más rico y poderoso que la Unión Soviética. Y en consecuencia a largo plazo los yanquis iban a ganar la Guerra Fría, sin disparar bombas atómicas.
Sabiéndose enfermo Stalin propuso algo a lo cual se había opuesto desde el fin de la Segunda Guerra pero que podía preservar su legado político: Unificar Alemania… entregando los soviéticos Alemania Oriental… a cambio de mineralizar los países satélites de la URSS y desmontar la OTAN.
La democracia tal cómo fue desarrollada por franceses y estadounidenses, a finales del siglo XVIII está falleciendo»
No tuvo tiempo de negociar esta propuesta con los yanquis que ya desconfiaban de él a causa de la guerra de Corea –con la que el ruso realmente no estaba de acuerdo y que fue el primer paso para la separación de los chinos y los rusos- porque falleció y ninguno de los sucesores tuvo el poder para hacer algo semejante. Por eso erróneamente se piensa que el Muro de Berlín cae años más tarde cuando alguien comenzó a derribarlo con una piqueta.
Pero volviendo al presente cabe anotar que la democracia tal cómo fue desarrollada por franceses y estadounidenses, a finales del siglo XVIII está falleciendo y aparentemente no tiene deudos.
Las élites del mundo poco a poco van tomando el camino al pasado, e instauran monarquía, sin necesitar al Papa que los corone.
Resumiendo, señalo que hoy día en varios países van sustituyendo al pueblo soberano que es quien con su voto elige mandatarios, por jueces de tribunales supremos, legislativos nacionales… e incluso bancos centrales.
El lejano antecedente fue en Venezuela donde una CSJ defenestró a Carlos Andrés Pérez para solaz de la oligarquía»
Y lo hacen todos: Desde la lejana Corea del Norte donde se ha instaurado una monarquía popular, pasando por el Brasil donde son los tribunales como brazo de la oligarquía quienes quitan y ponen presidentes, hasta llegar al descaro peruano y yanqui donde míster Trump pretende que una CSJ donde él designó la mayoría de los “Justice”, tuerzan el voto a guisa de un fraude no demostrado.
Pero el lejano antecedente fue en Venezuela donde una CSJ defenestró a Carlos Andrés Pérez para solaz de la oligarquía… de la Iglesia y los medios.
Allí comenzó el cambio que nos lleva a una nueva Edad Media… y a riesgo de quedarme solo… elevo mi protesta.
@DomingoAlbertoR
EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.
