El abogado y exparlamentario afirma que la nueva AN será paredón contra los derechos humanos
El director de la ONG Derechos Civiles, Rafael Narváez, denuncia que la afirmación “El que no vota, no come”, del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, atenta contra la Constitución Nacional.
“Ninguna persona puede ser obligada o coaccionada bajo ningún pretexto para el ejercicio de su derecho al voto. Nuestra Constitución establece que el voto es un derecho y no un deber”, explica el abogado y exparlamentario.
Al respecto, califica a la frase del diputado Cabello como una amenaza criminal contra un pueblo que se encuentra afectado para el acceso a los alimentos y los servicios básicos.
Acerca de las elecciones parlamentarias, señala que los resultados fueron anunciados hace varios meses cuando el ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López, aseveró que mientras exista una FANB revolucionaria la oposición no volverá a ser poder político en Venezuela.
“La FANB está impregnadas políticamente, utiliza su poder para limitar derechos políticos de los ciudadanos y crear temor en la población. Militariza todo el país con ayuda de cuerpos de seguridad del Estado, tales como DGCIM, Sebin y FAES, y los cuales están denunciados ante la Corte Penal Internacional por cometer crímenes de lesa humanidad”, indica.
Sobre el evento electoral, indica que los diputados que serán electos este 6D ante la AN vienen cargados de odio, resentimiento, rabia y venganza contra los diputados de la actual Asamblea Nacional.
“No vienen a legislar, a controlar al poder Ejecutivo, ni a interpelar a los responsables de la crisis económica indetenible, ni para aprobar una ley de amnistía que pudiera ayudar a liberar a los 365 presos políticos que nunca tuvieron un juicio justo”, indica.
“La nueva Asamblea Nacional será el segundo paredón judicial contra los derechos humanos. Los nuevos diputados vienen con odio y resentimiento contra lo que queda de oposición y prometen una sentencia firme condenatoria para enviar a la cárcel”, explica.
Afirma que los venezolanos seguimos en presencia de un Estado hambriento de más poder y para el cual los derechos humanos y garantías constitucionales no están en su agenda.