El régimen deMaduro y Padrino López no dispone de resultados que pueda presentar como saldo favorable
Oscar Battaglini
La negación del malestar general existente en el país – y que, a diario sufre el grueso de la población venezolana-, el disimulo, la mentira, y el cinismo descarado, han sido los rasgos definitorios de la conducta “política” del chavezmadurismo en el tiempo en que ha permanecido en el poder.
Esos son los mecanismos ideológicos de los que se ha valido el régimen dictatorial chavezmadurista para irrespetar recurrentemente al pueblo venezolano. Veamos de seguidas algunas de las determinaciones de esa conducta:
1.- La total carencia de méritos personales (académicos, laborales, políticos, o de cualquier otra índole) de Chávez y Maduro, que pudieran ser presentados por ambos en procura de reconocimiento social y político; lo que los obligó a vivir disimulando, aparentando y mintiendo permanentemente para ocultar sus carencias y miserias personales.
Hay documentos que muestran que Chávez simplemente no tenía las condiciones académicas, profesionales y aún físicas, para desenvolverse»
En el caso de Chávez se sabe que ingresó a la escuela militar, con materias de bachillerato de arrastre, y que ya como oficial activo no aprobó el curso de Estado Mayor, el cual en cualquier ejército del mundo es lo que acredita para la continuidad de la carrera militar, los ascensos correspondientes y la ubicación en la estructura de mando:
“Hugo Chávez Frías no aprobó el curso de Estado Mayor. Se ha especulado que había predisposición en su contra entre los examinadores. En mi opinión, esta es una mentira que forma parte de la creación del mito. Hay documentos que muestran que Chávez simplemente no tenía las condiciones académicas, profesionales y aún físicas, para desenvolverse en los cuadros superiores de comando en el ejército”. (Fausto Masó, Fernando Egaña, El Enigma Militar, conversaciones con el general Francisco Usón, Caracas, Libros marcados, 2011, P.27).
Una opinión similar a esa sería expresada por una compañera de estudio de sus años de bachillerato al enterarse de que había sido electo Presidente de la República:
La incapacidad de Chávez, Maduro y sus respectivas burocracias (compuesta por un alto porcentaje de militares de muy baja preparación profesional) es manifiesta»
“Es algo muy difícil de asimilar, hay que ver lo que significa no haber sido concejal, no haber sido diputado, no haber sido dirigente, no haber sido un carajo en política … y terminar de pronto siendo presidente” … Cristina Marcano, Alberto Barrera Tyzka, “Hugo Chávez sin uniforme”, Caracas, Debate, 2005.
En el caso de Maduro se sabe que no culminó el bachillerato, y que su buena estrella en la vida política del país se debe básicamente a su calidad de “aliado” cubano, y a la injerencia escandalosa que ejerce la burocracia que gobierna en Cuba desde hace más de sesenta años, en nuestros asuntos internos, antes de esto, la única actividad laboral que se le conoce a Maduro es su ingreso al Metro de Caracas como obrero raso; actividad que muy pronto dejó de realizar al convertirse en parte de la burocracia sindical de ese transporte público.
2.- La manifiesta y más que demostrada incapacidad de Chávez, Maduro y sus respectivas burocracias (compuesta por un alto porcentaje de militares de muy baja preparación profesional) en el manejo y dirección de los diversos y complejos asuntos públicos; en particular de los relacionados con la economía nacional, los cuales han marchado de acuerdo a la popular conseja de: “como vaya viniendo, vamos viendo”, es decir, sin un plan, un proyecto general estratégico den país y si planes concretos para la coyuntura.
La dictadura militarista de Maduro-Padrino López es una gestión caracterizada por la carencia absoluta de resultados efectivos a favor del país y de sus ciudadanos»
A eso se debe, fundamentalmente, la quiebra generalizada en la que está sumida toda la actividad económica nacional. De ahí que el régimen madurista no disponga de unos resultados económicos que pueda presentar como saldo favorable de lo que ha sido hasta ahora su gestión.
Del año 2013 en adelante nuestra economía venezolana se ha contraído en más de la mitad de lo que era para esa fecha, y la existencia social y política de los venezolanos se ha visto gravemente afectada por un crecimiento acelerado de la pobreza, y por una restricción extrema de sus derechos civiles y ciudadanos en general.
Se trata, entonces, de una gestión caracterizada por la carencia absoluta de resultados efectivos a favor del país y de sus ciudadanos que la dictadura militarista de Maduro-Padrino López ha pretendido cubrir, o más bien, ocultar con subterfugios, acusaciones, mentiras, promesas, engaños, etc, que no solo constituyen una grave ofensa para la inteligencia de los venezolanos, sino una muestra del irrespeto y del enorme desprecio que la camarilla civil-militar en el poder ha acumulado en contra de la inmensa mayoría que la repudia y se le opone abiertamente.
La manida ‘guerra económica’ y del bloqueo, copiadas al calco de las artimañas de la burocracia cubana»
En el discurso falaz destaca un arsenal de palabras mañosas y conceptos interesadamente empleados, como las “tesis” de la manida “guerra económica” y del bloqueo, copiadas al calco de las artimañas de la burocracia cubana; la afirmación de que los responsables de la catástrofe que hoy padecemos los venezolanos, son, el Imperio y la “oposición apátrida”.
El supuesto carácter revolucionario y socialista del chavismo, la “democracia participativa y protagónica”, la “Venezuela potencia”, los aumentos de salario en general y particularmente en “petro”, las “misiones”, los 17 motores económicos, los clap, el “carnet de la patria”, etc.
Capítulo aparte, en este mismo sentido, ocupan las recientes declaraciones del ministro de la Defensa y del fiscal de facto designado por la constituyente fraudulenta de Diosdado Cabello, sobre el tratamiento que se le ha dado a los derechos humanos y políticos bajo el régimen chavezmadurista: “Se han democratizado y respetado los derechos políticos del pueblo de Venezuela en los últimos veinte años”. “Hemos avanzado en garantizarle al pueblo de Venezuela su derecho a elegir”. (V. Padrino López, declaraciones en el CNE el 6/11/2020).
A Padrino López se le olvida que la Constitución prohíbe que militares activos participen en la vida política del país»
Al emitir estas declaraciones políticas, a Padrino López se le “olvida” –por decir lo menos- , no solo que incurre en una grave violación de la Constitución –formalmente- vigente, que expresamente prohíbe que militares activos participen en la vida política del país, sino que también se le “olvidan” entre otros los hechos siguientes:
1.- La aprobación y puesta en vigencia por la Fuerza Armada bajo su mando como ministro de la Defensa (2014), de la resolución 8.610 que desde entonces le impuso una mayor restricción al ejercicio de los derechos democráticos en nuestro país; en una perfecta correspondencia con lo que ha sido la tradición autoritaria (dictatorial) que hemos padecido a lo largo de nuestra historia “republicana”.
Esto, como se recordará, comenzó a ser cumplido por la Guardia Nacional y los llamados colectivos para reprimir a la oposición democrática cuando esta comenzó a intensificar la protesta en contra del actual estado de cosas. Estas acciones, como se sabe, provocaron una saña represiva gubernamental que arrojó un lamentable saldo de más de cuarenta muertes. Situación que se reprodujo tres años después (2017) con un saldo mayor de muertes, en su mayoría jóvenes estudiantes.
Centenares de presos políticos civiles y militares que permanecen en las cárceles de la tiranía como rehenes, es decir, obviando los requerimientos del debido proceso»
2.- El acoso desatado por el régimen autoritario en contra de la Asamblea Nacional de oposición, de sus diputados, y de parte de su personal de apoyo; muchos de los cuales han sido sometidos a persecución policial, cárcel y exilio.
3.- Los centenares de presos políticos civiles y militares que permanecen en las cárceles de la tiranía como rehenes, es decir, encarcelados de manera arbitraria, obviando los requerimientos del debido proceso, y a quienes de forma cruel les son violados sus derechos humanos, tal como ha sido denunciado por sus abogados, y ha sido registrado en los informes de Michelle Bachelet y de la misión especial del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU.
4.- La ilegalización de los principales partidos de oposición e inhabilitación de sus dirigentes políticos fundamentales que igualmente están sometidos a persecución policial.
Hay que recordarle al Fiscal de facto que los que toleran y justifican el mal son tan culpables como los que lo hacen»
Las declaraciones del fiscal de facto están dirigidas a darle respuesta a las emitidas por la fiscal de la Corte Penal Internacional quien acaba de afirmar: “Existen suficientes indicios de que en Venezuela se han cometido crímenes de lesa humanidad; crímenes que son de la competencia de la Corte Penal Internacional”.
A esos señalamientos ha respondido el fiscal del Psuv, es decir, el fiscal de facto, pretendiendo darle una lección de jurisprudencia internacional a la Corte (de ignorancia supina los tildó) Internacional, diciendo que: …. “en el caso venezolano no aplica la calificación de crímenes de lesa humanidad porque aquí no se ha atentado masivamente contra la población venezolana”.
Ante semejante respuesta se me ocurre preguntarle a los más de 6 millones de migrantes venezolanos que huyeron despavoridos de este horror, y a la inmensa mayoría, que pese a todo nos hemos mantenido en el país, si lo que está ocurriendo en Venezuela bajo la dominación chavezmadurista (la reproducción a gran escala del hambre y la miseria) tiene o no las características de un exterminio masivo y continuado.
Dos cosas finales; en primer lugar recordarle al fiscal que … los que toleran y justifican el mal son tan culpables como los que lo hacen, y en segundo lugar decirle a él y a Padrino López, Shakespeare “So foul a sky clears not without a storm” (Una nube tan sucia no aclara sin tormenta).
EL AUTOR es historiador, profesor de la Universidad Central de Venezuela, co-fundador del partido Liga Socialista y exrector del Consejo Nacional Electoral. Autor de los libros “Legitimación de Poder y lucha política en Venezuela” y “El medinismo, modernización, crisis política y golpe de estado”.