Desde el lunes 1 de febrero, el servicio de energía eléctrica fue interrumpido casi a diario en sectores residenciales y comerciales de los municipios Libertador, Santos Marquina y Campo Elías, e igualmente en el casco central de la ciudad capital.
Mérida es uno de los estados más azotados por las fallas en el suministro de energía eléctrica. Esta semana varios municipios de la entidad padecieron diversos apagones que llegaron a prolongarse hasta cuatro horas continuas.
Adicionalmente, familias, hogares y empresas han tenido que enfrentarse a las consecuencias que generan las contantes fluctuaciones o bajones de energía eléctrica, las cuales causan daños graves en los artefactos eléctricos.
La afectación que registra la red pública ha originado también que los usuarios no puedan acceder a los servicios de telecomunicaciones de las principales operadoras, causando daño a la actividad productiva de la región.
Desde el lunes 1 de febrero, el servicio de energía eléctrica fue interrumpido casi a diario en sectores residenciales y comerciales de los municipios Libertador, Santos Marquina y Campo Elías, e igualmente en el casco central de la ciudad capital.
Comercios, hospitales, clínicas, farmacias, laboratorios, panaderías y empresas en general tuvieron que paralizar sus actividades laborales y productivas y esperar el retorno tres o cuatro horas después de la energía eléctrica.
Los dueños de comercios denunciaron que los cortes prolongados de la electricidad impacta negativamente sobre la cantidad de ventas, motivado al escaso dinero en efectivo y la necesaria utilización de los puntos de venta.
En el área de la salud, la mayoría de los hospitales no disponen de plantas eléctricas que permitan la continuidad de la atención a pacientes que permanecen en las distintas áreas, colocando así en alto riesgo su estado de salud.
De igual modo, los cortes de luz imposibilitan a miles de hogares de la entidad a utilizar las cocinitas eléctricas para cocinar los alimentos, si tomamos en cuenta que la distribución de gas doméstico permanece ausente.
El año pasado la ONG Promedehum publicó un informe titulado “Mérida se apaga” donde señaló que el promedio mensual de horas en las cuales el estado Mérida permanecía sin luz equivalía a seis días continuos a oscuras.