No importa que ayer hayamos dicho que Juan Guaidó se robó a Citgo, Manómeros o el oro que está en un banco de Inglaterra. Lo que importa es que nos unamos y que nuestros candidatos y candidatas sean apoyados por Juan Guaidó y el G4, ya que es necesario pasar la página, porque en política eso se vale.
Félix B. Sucre
CNP 8526
Todo lo que va a suceder tiene su hora, según pasajes bíblicos, lo que fue escuchado en boca del candidato presidencial Hugo Chávez para las elecciones de diciembre de 1998, cuando derrotó a su contrincante Henrique Salas Römer, de Proyecto Venezuela y Acción Democrática.
Después, como suele suceder, ya luego el presidente electo ni por accidente hacía la mención del dicho bíblico. Otras citas se hicieron conocidas, aparte de la aptitud autocrática del militar derrotado militarmente por viejos compañero de armas aquel infausto 4 de febrero, el que hoy es recordado como si fuera una fecha de gloria, con lo que han demostrado que los venezolanos asesinados no cuentan.
Es lo mismo que se pretende hacer ahora con la oposición de “Casa Amarilla”, de la que sus voceros hablan de la imperiosa necesidad de ir en una alianza para ganarle al chavezmadurismo.
El G4 y Guaidó no pueden dejar de participar en las elecciones de gobernadores y alcaldes, presentándole a los electores venezolanos a sus hombres y mujeres que han venido luchando incansablemente»
Por lo que se hace imperioso ir unidos y así ganarle al gobierno y al Psuv. Es decir, closet que pretenden es que el G4, liderizado por Juan Guaidó avale a una oposición que se ha comportado despiadadamente contra ellos.
Es decir, no importa que ayer hayamos dicho de Guaidó que es un “rolo de malandro”, que se ha “robado a Citgo, a Manómeros de Venezuela o el oro que está en un banco de Inglaterra, lo que importa es que nos unamos y que nuestros candidatos y candidatas sean apoyado por Juan Guaidó y el G4; ya que es necesario pasar la página, porque en política eso se vale.
Es como una pelea de parejas
Con eso se estaría demostrando que la política no tiene ética, que lo que importa es el poder, así el pueblo se la esté comiendo cruda, ya que lo que importa es el poder para que los del poder puedan seguir enchufados y, después, esos electores que se jodan.
O que Juan Guaidó y compañía exoneren a una dirigencia que demostró que para ellos fue más importante ser aliados de Nicolás Maduro, lo que no pueden negar, así el resultado electoral no los haya favorecido y que, como sucedió, no cuenten ni con un diputado.
Por eso no dudamos en creer, por lo demás, que el G4 y Guaidó no pueden dejar de participar en las elecciones de gobernadores y alcaldes, presentándole a los electores venezolanos a sus hombres y mujeres que han venido luchando incansablemente. Aparte de soportar las descalificaciones de voceros del inquilino de Miraflores, como también las de los partidos ADbernabe, Copei, MAS, Avanzada Progresista, Esperanza por el Cambio, Cambiemos, Soluciones, entre otros.
Para ellos la ética tenga una regla que los exonera de todo lo negativo que ha sido su comportamiento en estos largos meses de aliados de Nicolás Maduro»
Aún a riesgo de que se nos acuse de ser difamador de oficio, manipulador contumaz, riesgo es que normal en la profesión, los dirigentes de esos partidos tuvieron opiniones contra los del G4 que no los ubica en ser “dechados de virtudes o políticos con ética”.
A no ser que para ellos la ética tenga una regla que los exonera de todo lo negativo que ha sido su comportamiento en estos largos meses de aliados de Nicolás Maduro, quien, de paso, no es una persona digna y de confiar, tal como de él dijera el propio papa Francisco.
Todo esto nos lleva a reiterar, obviamente que Enrique Mendoza se equivoca en su apreciación, cuando sostiene que toda la oposición debe ir unida para ganarle al gobierno.
La oposición a la carta es la misma que ha sido, y es, vocera para criminalizar a Juan Guaidó, quien no necesita defensor como el autor de esta crónica»
Pues sería lo peor que pueden hacer, mucho más si se parte del contenido de la encuesta de Meganalisis, la cual recoge el siguiente resultado con su pregunta: ¿Usted apoyaría a un nuevo gobierno que sea conformado por políticos chavistas y opositores? El 85 % dijo no; el 9,9 % dijo no sabe y el 4,2 % respondió que sí.
Salvo los ilusos de la política, que no los conocemos, son los que pueden llegar a pensar que unidad es posible. La verdad es que la oposición Casa Amarilla tiene que irse sola, partiendo de sus votos del 6D.
Mientras que el G4, si es cierto el resultado del 12D, tienen garantizada varias gobernaciones y alcaldías. Eso lo sabe Miraflores, al igual que su oposición a la carta, la misma que ha sido, y es, vocera para criminalizar a Juan Guaidó, quien no necesita defensor como el autor de esta crónica.