No es la UE la que determina las direcciones partidistas, como no somos nosotros quienes lo decidimos para Francia, España, Italia, Alemania, Suiza, Holanda o Suecia. Dejamos de ser una colonia para convertirnos en república hace casi 2 siglos, un período incluso mayor que varios de los miembros de esa Unión.
Luis Fuenmayor Toro
Recientemente, la Unión Europea (UE) decidió extender sus sanciones a un nuevo grupo de venezolanos, que según ellos son merecedores de las mismas por sus acciones y decisiones políticas dentro de Venezuela, las cuales consideran inapropiadas y violatorias de los DDHH.
Usan la muletilla creada por los países más poderosos del planeta, que son además sus primeros y más conspicuos violadores, en su tarea por la dominación neocolonial del mundo occidental. No son los DDHH los que les interesan. Los utilizan como excusa perversa en función de sus ansias geopolíticas de dominación. Al igual que el Departamento de Estado, que los esgrime como lo hace con la lucha por la libertad y contra el terrorismo.
Ahora resulta que nuestra actividad política, simpatías ideológicas y partidistas, adscripción a corrientes de pensamiento mundial, decisiones soberanas de participar en las elecciones que se convoquen, luchas internas partidistas e incorporación en cualquier poder público nacional, regional o local, son facultades de la UE y no de los habitantes de este país. ¿Cuándo las perdimos? No sabemos, no nos dimos cuenta, nadie nos dijo ni nos preguntó. Simplemente no las tenemos por obra y gracia del poder de unos países, que quieren competir con EEUU en sus políticas autoritarias, colonialistas y represivas. Pobre Europa. Cuna de la democracia occidental. Hasta dónde te han pervertido.
Imagino que muy pronto la UE solicitará los cuadernos de votaciones de las últimas dos elecciones, para sancionar a todo venezolano que haya votado en esos procesos, por ser responsable de las violaciones de DDHH habidas»
Es la UE, según esta mentalidad colonialista que tristemente comparten algunos venezolanos que han debido nacer en otra parte, la que decide si alguien electo en diciembre de 2020 se puede incorporar o no a la Asamblea Nacional, si puede ejercer como diputado o si al hacerlo se convierte de inmediato en un violador de DDHH. ¿Podrá la AN designar nuevos rectores del CNE? ¿O deberá primero obtener el permiso de la UE? ¿Podrá legislar o se limitará a aprobar lo que le UE le estipule? Y si se designan esos nuevos rectores: ¿Se convertirán en violadores de DDHH en lo que se incorporen al próximo CNE? ¿Quién les dio esa potestad de veto en las decisiones soberanas de Venezuela?
Imagino que muy pronto la UE solicitará los cuadernos de votaciones de las últimas dos elecciones, para sancionar a todo venezolano que haya votado en esos procesos, por ser responsable de las violaciones de DDHH habidas, las cuales de paso ni siquiera han sido juzgadas internacionalmente, por lo que sus supuestos responsables son todavía inocentes de tales acusaciones. Pero además, los demócratas europeos condenan sin derecho a la defensa. Sus juicios son en total ausencia de los acusados, tal y como lo hacen sus jefes gringos ¿Dónde está el respeto al derecho a la defensa? Muchos más derechos tuvieron en Núremberg, los jerarcas nazis responsables de los crímenes contra la humanidad de la Segunda Guerra Mundial.
Es totalmente aberrante que la UE sancione a cualquiera por sus decisiones políticas, por su ideología, por su participación electoral, por su militancia o por aceptar responsabilidades en organismos del Estado que, si bien algunos pueden cuestionarles su legitimidad, éste cuestionamiento no pasa de ser una actitud de carácter político, no necesariamente compartida por la mayoría ni sobre la cual exista una decisión nacional aceptada.
Somos una nación soberana. Y es a nuestro pueblo a quien corresponde determinar la legitimidad y legalidad del gobierno de Maduro, de las elecciones de diciembre pasado, de la Asamblea Nacional instalada en enero, de la designación de los rectores del actual CNE»
Sin duda ninguna que la mentalidad colonialista sigue presente en gobiernos, que osan llamarse democráticos y defensores de los DDHH. Pero lo peor es que esa concepción colonialista europea está en sintonía con una mentalidad de colonizado de algunos de nuestros compatriotas, quienes apoyan esta nueva servidumbre.
Si la UE se siente tan obligada a defender la democracia mundial, debería sancionar a Donald Trump, ex Presidente de EEUU, y a los jefes directos de sus seguidores, por el asalto al Congreso y por todo el daño hecho a la democracia gringa, actitud que fue pública y notoria y que llevó a solicitar ante el senado estadounidense su enjuiciamiento. ¿Qué espera la UE para sancionar a Donald Trump? ¿O es que sólo sanciona a funcionarios y personas de los países más débiles, de los pueblos atrasados, de quienes fueron sus colonias en el pasado? Podrían intentar sancionar a los gobernantes de Cataluña por atentar contra la unidad de España. O podrían sancionar al gobierno español por impedir la manifestación democrática del pueblo catalán. Tienen para escoger.
Somos una nación soberana. Y es a nuestro pueblo a quien corresponde determinar la legitimidad y legalidad del gobierno de Maduro, de las elecciones de diciembre pasado, de la Asamblea Nacional instalada en enero, de la designación de los rectores del actual CNE. Son los militantes de AD quienes determinarán si su líder es Bernabé Gutiérrez o Ramos Allup o algún otro, y lo harán con su participación futura en la política venezolana. No es la UE la que determina las direcciones partidistas, como no somos nosotros quienes lo decidimos para Francia, España, Italia, Alemania, Suiza, Holanda o Suecia. Dejamos de ser una colonia para convertirnos en república hace casi 2 siglos, un período incluso mayor que varios de los miembros de esa Unión.
Les respondo que exijo para mi patria la misma soberanía que reclaman para sí los países poderosos. Si para ellos existe y no es una entelequia, para nosotros también debe existir y en el mismo grado»
Reivindicamos nuestro derecho de tener nuestras apreciaciones, posiciones políticas e ideológicas. Las ilegitimidades argumentadas contra los órganos del Poder Público venezolano son de naturaleza política y legales internas, por lo que constituyen parte de la lucha democrática que se está dando en el país y, en consecuencia, no son aceptadas por todos. Mal pueden unos poderes políticos extraños presionar en forma inadecuada para dirimirlas. Tampoco es la UE, ni el gobierno de EEUU, ni el destartalado Grupo de Lima, quienes deciden quiénes conforman la oposición en nuestro país.
Alguna gente, cuando le hablan de soberanía, dice que es un concepto atrasado en la época global actual. Dicen que la globalización acabó o restringió fuertemente la soberanía de los estados. Les respondo que exijo para mi patria la misma soberanía que reclaman para sí los países poderosos. Si para ellos existe y no es una entelequia, para nosotros también debe existir y en el mismo grado.
@LFuenmayorToro
EL AUTOR es médico-cirujano, Ph. D., profesor titular y exrector de la UCV, investigador en neuroquímica, neurofisiología, educación universitaria, ciencia y tecnología. Luchador político