, ,

¿Y cuándo lo encanan? #Opinión #DomingoAlbertoRangel

¿Será que en aras del orden y la paz necesarias para retornar al crecimiento económico, el presidente Maduro, el Fiscal General y otros poderes, finalmente pondrán tras las rejas al ladrón autojuramentado?

Domingo Alberto Rangel

Ojo: en nuestro país hay temas que son  invisibilizados en los medios a pesar de calificar como  “patrióticos, vitales y apasionantes”: uno de ellos es la polarización cuyos cultores son capaces de incendiar el país, solo “para hacerle mal al otro”.

Esta semana ese tema salió a flote al ser sacudida la sociedad por acciones coordinadas todas buscando  encender guarimbas a guisa de protestas tan variopintas como sin sentido. Porque la experiencia nuestra en 20 años y la histórica ante gobiernos como el bolivariano, demuestran que este tipo de protestas violentas terminan fortaleciendo a quien está en el mando.

Grave: En Apure un comando de la guerrilla colombiana, grupo desmoralizado tras  medio  siglo de luchas sin triunfo o derrotas definitivas, aliados al negocio de las drogas, desertores de los procesos de paz, invadió a la brava nuestro territorio y por razones aún desconocidas, destrozó un puesto del Seniat localizado en territorio venezolano.

El hecho desencadenó una acción militar por parte de militares venezolanos que atacaron y finalmente desalojan los invasores. Por esos lares nunca aparecen militares colombianos, sin embargo, ese día río abajo navegó una patrullera de ese país, según videos ofrecidos por opositores radicados en Bogotá.

Afortunadamente, tres lanchas de nuestra marina no cayeron en la emboscada y evitaron confrontar los militares neogranadinos aunque enfrentaron a los guerrilleros colombianos.

A pesar de que ni el gobierno de Duque ni el nuestro de Nicolás Maduro han explicado qué sucedió, lo lógico era esperar que los venezolanos apoyáramos a los nuestros y los colombianos a los suyos.

Dejo constancia que en el lugar de los hechos no había ese día u otra presencia de instituciones colombianas y que la patrullera de ese país se escabulló después de dispararle a los irregulares como después lo hicieron tres lanchas de la marina nuestra.

Sin embargo, y sin tener mayor información desde la redes se han visto venezolanos apoyando al ejército colombiano, y disculpando a los guerrilleros, explicando sin tener nada claro, que era un “enfrentamiento entre narcos”. Cómo pretendiendo que en materia de narcotráfico nuestra sociedad puede remotamente competir con Colombia que es el primer productor mundial de cocaína.

La frase escrita por venezolanos da asco: ¿Ignoran esos twitteros que los venezolanos en el negocio de las drogas no pasamos de cobradores de peajes?

Pero la acción de Apure extrañamente fue coordinada con la aparición fantomática de una banda criminal que actúa en la caraqueña Cota 905.

El día en que disidentes de una guerrilla colombiana destrozaban un puesto del Seniat en el Apure, El Coqui atacaba en Caracas un comando de la GNB, para robar baterías antiaéreas. Se dispararon con militares y policías como si fuese una película de vaqueros serie C, matan una vecina inocente, se roban una moto, y una vez derrotados, para dar macabras “ofrendas de paz” asesinan a 4 de sus compinches y lanzan sus cuerpos por un bajante de basura.

Al día siguiente, como si se tratara de un émulo de Robín Hood, el ciudadano (a) Coqui devuelve la moto robada al enterarse que pertenece a un médico porque ellos “no se meten con el sector salud”.

Ese mismo día otros actores vuelan al estilo colombiano un gasoducto en el oriente del país, lo cual es una evidente escalada de violencia en medio de conversas de paz coordinadas por los noruegos a quienes extrañamente no se les desprestigia desde la prensa partisana, como antes le hicieron a Rodríguez Zapatero y a Jimmy Carter.

Pero más extraño frente a estas acciones de la delincuencia es que el mismo sector minúsculo de venezolanos que aplaudía al presidente Duque, y a los guerrilleros colombianos, enseguida comenzaron a prenderle velas al Coqui, al tiempo que minimizan la voladura del gasoducto.

Y ante tanta estupidez de la cual hace tiempo se ha debido ocupar el Estado venezolano, tengo derecho a preguntar como remedio a este mal que veo como la pugna inútil entre politiqueros polarizados que, junto a los males del socialismo, nos han llevado a ser tan pobres como Haití y que para colmo amenazan con empeorar la situación, sin que esto signifique ni remotamente un cambio de gobierno.

¿Si  el origen de esta escalada viene del delito cometido por un diputado que se auto juramentó como “Presidente encargado o interino o eterno etc”, será que en aras del orden y la paz necesarias para retornar al crecimiento económico, el presidente Maduro, el Fiscal General y otros poderes, finalmente pondrán tras las rejas al ladrón autojuramentado?

En cualquier otro país hace rato estaría tras las rejas o fusilado si la ley lo permite.

@DomingoAlbertoR

EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.

https://www.larazon.net/category/rangel-jr/