Indican que no sorprende la nueva escalada del gobierno contra las ONG. Añaden que el Estado sigue sentado en el banquillo de los acusados de la Corte Penal Internacional (CPI), acusado de crímenes de lesa humanidad contra la población
El Estado busca subordinar el trabajo que realizan las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) a través de la aplicación de un cerco jurídico, advierte Rafael Narváez, abogado y defensor de los derechos humanos.
En tal sentido, precisa que el propósito fundamental de esta acción es convertir a las ONG en “sapos cooperantes” del gobierno, es decir, en delatoras de todas las personas que han víctimas de la violación de los derechos humanos.
Al respecto, indica que no sorprende la nueva escalada por parte de un Estado que sigue sentado en el banquillo de los acusados de la Corte Penal Internacional (CPI), por haber cometido crímenes de lesa humanidad contra la población.
Acota que el informe de la misión independiente de la ONU responsabiliza al Estado venezolano de cometer crímenes de torturas, tratos crueles e inhumanos y degradantes, ejecuciones extra judiciales, violencia sexual, detenciones arbitrarias y desaparición forzadas de personas.
Indica que estos delitos están tipificados en el Estatuto de Roma donde Venezuela es signataria luego de firmar en el año 2000, dando competencia a la CPI para iniciar la investigación una vez que se apruebe el informe preliminar.
“El Estado nuevamente se equivoca de adversario. Los enemigos son la hiperinflación, crisis sanitaria, la pandemia de Covid-19 que azota a la población sin vacunas, con un crecimiento exponencial de contagios y de fallecidos diarios”, afirma Narváez.
El abogado y defensor de los derechos humanos indica que el Estado no tendrá la fuerza suficiente para silenciar las denuncias que se realizan para defender a las víctimas de la violación sistemática contra los derechos humanos.
“Siempre se abrirá una ventana para acompañar el dolor y el sufrimiento de los oprimidos, yo seguiré con más fuerzas y determinación con la protección del espíritu santo que con eso me basta para mantenerme vivo y en libertad”, concluye.