Los venezolanos asociamos esas FANB chavistas con la cobardía de arrasar las protestas y masacrar a los jóvenes que se enfrentaron al régimen chavista con palos, piedras y escudos de cartón
Humberto González Briceño
Desde hace mucho tiempo, aun estando vivo Hugo Chávez, el chavismo perdió apoyo popular. El mito de la supuesta fuerza política del chavismo sobrevivió unos años más hasta que la fabricación de resultados electorales a la medida del régimen demostró que todo era un vulgar fraude.
Pero, ?cómo explicar al chavismo en el poder sin apoyo popular? Lo que es más, ?cómo se podría explicar al chavismo en el poder con el rechazo del 90% de la población? La respuesta está en la traición de las Fuerzas Armadas de Venezuela como institución. En lugar de estar al servicio de los intereses de la nación en su conjunto esta fuerza armada fue puesta de rodillas al servicio del gobierno chavista.
La postración de las fuerzas armadas ante el régimen chavista es lo que puede explicar que el chavismo siga en el poder a pesar continuar despedazando la nación venezolana. Sin instituciones, sin garantías y sin fuerzas armadas la población civil venezolana está literalmente a merced de los caprichos de la camarilla gobernante.
Para reducir al sector militar al papel de brazo armado del régimen era necesario no solo cambiarle su nombre, sino también su doctrina y sus funciones. A partir de Chávez a ese cuerpo se le agregaría el adjetivo de “bolivariano” para dejar clara su subordinación al estado chavista. En lugar de defender la integridad del territorio nacional y sus fronteras estas fuerzas armadas se ocuparían de someter por la fuerza y la violencia a la población civil.
Estas son las mismas FANB que en forma sistemática y masiva han venido abusando y masacrando a todos los venezolanos que se oponen al régimen chavista»
Y ahora los nuevos aliados políticos y militares de esas fuerzas armadas no serían ya los estados democráticos, ni siquiera los países vecinos. La nueva doctrina militar justificaría alianzas con grupos guerrilleros y estados terroristas tales como las FARC e Irán.
Esa política del estado chavista de alianzas con la guerrilla y el narcotráfico, que es abrazada por el Ceofanb, se va reproduciendo en formas mucho más concretas a lo largo de toda la pirámide militar. La descomposición en las FANB chavistas se puede constatar hasta en los niveles más bajos de esa oficialidad. La extorsión a ganaderos y comerciantes en la frontera, el control de las rutas del narcotráfico y la matraca en las estaciones de gasolina son la mejor evidencia. Incluso los soldados inexpertos y mal alimentados que son enviados a la frontera se sienten con el derecho de saquear casas y robar, incentivados por el ejemplo de sus superiores.
A propósito de las últimas emboscadas de la FARC-Gentil Duarte contra las FANB chavistas en Apure donde fueron asesinados más de una decena de militares, algunos oficiales se quejan amargamente de la indiferencia de los venezolanos. Y no podría ser de otra forma. Esas fuerzas armadas que defienden los intereses de Jesús Santrich, Iván Márquez y la Nueva Marquetalia en la frontera con Colombia no son nuestras fuerzas armadas. Ni la guerra en la que están embarcados es nuestra.
Los venezolanos asociamos esas FANB chavistas con la cobardía de arrasar las protestas y masacrar a los jóvenes que se enfrentaron al régimen chavista con palos, piedras y escudos de cartón. Estas son las mismas fuerzas armadas que ajusticiaron a Oscar Pérez luego de su rendición. Las mismas que en forma sistemática y masiva han venido abusando y masacrando a todos los venezolanos que se oponen al régimen chavista.
Si algunos oficiales individualmente quisieran redimirse y ser respetados por los venezolanos tendrían que separarse rápidamente del putrefacto y gangrenado cuerpo»
Esto explica que la mayoría de los venezolanos veamos no solo con indiferencia sino con desprecio a unas FANB que le están limpiando el terreno a Santrich en Apure, sacrificando soldados, hambrientos e inexpertos, en una guerra que no entienden y que definitivamente no corresponde a los intereses de la nación venezolana.
Orgánicamente es imposible salvar a una fuerza armada desprofesionalizada, cuya función ha sido completamente desnaturalizada para ponerla al servicio del crimen. Si algunos oficiales individualmente quisieran redimirse y ser respetados por los venezolanos tendrían que separarse rápidamente del putrefacto y gangrenado cuerpo para crear un núcleo integro a partir del cual se pueda recuperar el honor y los valores para la conformación de unas fuerzas armadas verdaderamente republicanas cuyo único propósito sea la defensa de la nación venezolana y no otro.
@humbertotweets
EL AUTOR es abogado y analista político, con especialización en Negociación y Conflicto en California State University.