Si la Alianza Democrática se fractura podrá ser Capriles quien recoja el potencial para atraer una oposición que se siente traicionada.
Domingo Alberto Rangel
Entre cánticos contratados, acompañados por actores escogidos, casting mediante, comienza la campaña presidencial del 2024 y a pesar del contraste de uno y otro set, sería inapropiado decir que se puede escoger por exceso de variedad, sucede que en este caso ambos polos se parecen como gotas de agua y no me refiero al gobierno y la oposición. Eso es pasado.
Uno de los precandidatos escogió la agencia Bloomberg para que guie sus pasos y en un bien montado e intencional escenario, habla desde un barrio pobre del estado Miranda.
El otro aspirante –hasta ahora- vestido de flux que es el uniforme del interino derrotado, logra trasmitir a quien quiera o pueda ver tras las líneas, el mensaje, vale decir que Juan Guaidó finalmente concluye que su meloso nuevo “amigo”, Henrique Capriles, prepara terreno para el 2024.
Si antes pecó Capriles de atorado, ahora prefiere madrugar, por ser el mejor momento para asumir la tutela de la oposición que flota entre el deslave del G4, ayer abstencionistas y hoy dispuestos a votar hasta “por la manito” este 21N.
Capriles, sin embargo, tiene hoy más fuerza que cuando fue derrotado: negociando calladito logró colear los 2 rectores ‘de la oposición”’
Capriles sabe que a pesar de la mala situación, la oposición no va a ganar en noviembre, pero sus nuevos asesores susurran que mejor ahora es adelantarse y partir con ventaja sobre quien dilapidó el mayor capital político que ha tenido la oposición en este siglo. Amanecerá y veremos.
Henrique jr sabe que el gobierno tiene una organización montada sobre el Clap, la FANB y ahora las aduanas y la gasolina, más una pizca de ideología, fuerza que un Rómulo Betancourt habría vencido, pero tarea más difícil que trepar un corozo en pelotas, para los “administradores” de tantas derrotas.
Capriles, sin embargo, tiene hoy más fuerza que cuando fue derrotado: negociando calladito logró colear los 2 rectores “de la oposición”, fuerza que puede ir in crecendo cuando negocien el TSJ que para eso está el gobierno reestructurando ese Poder “en clave de revolución”.
La política de Henrique es acordar con Bertucci quien contra todo pronóstico sigue su camino»
También tiene enemigos poderosos por lo bien situados: uno míster James Story.
Sobreviviente del gobierno Trump sabe Story que su futuro en el Departamento de Estado depende de un salvavidas agujereado como es el “Acuerdo de Salvación Nacional” que como salida es brillante proyecto personal, pero en manos del interino, del titiritero y del embajador en WDC, está a punto de naufragio. Y “sin nada” no habrá cómo acordar con Maduro el TSJ y otras “prebendas”.
Si la Alianza Democrática se fractura podrá ser Capriles quien recoja el potencial para atraer una oposición que se siente traicionada.
Por ende, la política de Henrique es acordar con Bertucci quien contra todo pronóstico sigue su camino. También con Falcón quien duda si regresar a Lara o retar desde ahora a Capriles esperando que Guaidó se desinfle día a día.
Con los llamados “Alacranes” la cosa es distinta: si Capriles se acerca a ellos, aumentarán quienes lo llaman “divisionista”, si los ignora puede perder el principal riachuelo entre “los opositores con tarjeta”.
Capriles teme la abstención que dirigirá misiles en su contra pero para eso tiene a Vicente Díaz, a Stalín»
Por eso la carnada se lanzó sobre aguas donde nada Henry Ramos Allup: quien por ahora simula estar de buenas con el compadre Bernabé, pero apoyado por Márquez y Picón, quienes siguen el guión de Vicente Díaz, negocia que los compadres adecos vayan a elecciones pero con dos versiones de AD.
Tal como sucedió en 1963, cuando Ramos Jiménez llevaba la AD “del caballo” y Betancourt compitió con “la negra por la blanca”, y quien ganase se llevaba las 2 letras.
Eso explica que los seguidores de Henry Ramos andan por Caracas como si fuesen vendedores de parcelas del Cementerio del Este, vistiendo casaca oscura. Unidos con los de la camisa blanca, pero cada uno por su lado.
Capriles teme la abstención que dirigirá misiles en su contra pero para eso tiene a Vicente Díaz, a Stalín, y aunque pocos ahora lo crean, a Merceditas Malavé, lo que explica el por qué el Tigre Fernández se niega a ingresar en cualquiera de las alianzas que hacen reuniones, y lo invitan.
No soy ‘analista’, soy liberal, pero a veces provoca intentar que mejore la percepción de una realidad, tan oculta, por culpa de los ‘analistas’ y ‘fablistanes’, chimbos»
El candidato del Tigre, por los momentos, es Capriles. Habrá tiempo para cambiar.
Pero Capriles tiene a su favor que el 21N se elegirán cerca de 12.000 cargos, incluyendo los suplentes, que un TSE celestino ahora dota de carnet y en la AN los dejan ingresar en las comisiones que de todas maneras nada deciden.
Queda entonces la carta yanqui: USA y eso lo saben hasta en la oposición mayamera o cubano-estadounidense, ya habló desde la Casa Blanca y dicen que no hay alternativa una vez Biden descubre su carta que es la electoral.
Por algo en la fracasada reunión donde Leopoldo López sin estar supuesto a participar, sacó de juego a Luis Aquiles Moreno, quienes lo reciben son funcionarios de tercera y del Departamento de Estado, la Casa Blanca ni pendiente.
No soy “analista”, soy liberal, pero a veces provoca intentar que mejore la percepción de una realidad, tan oculta, por culpa de los “analistas” y “fablistanes”, chimbos.
¿AD: votará negro por la blanca?
@DomingoAlbertoR
EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.