El economista Luis Alberto Crespo indica que el régimen de Maduro mantendrá al bolívar como instrumento de pago para seguir ejerciendo control político y social
El economista José Guerra estima que la nueva reconversión monetaria luce inminente. Argumenta que si esta se basará en la eliminación de seis ceros al cono monetario, sin un programa económico coherente, será solo un maquillaje al igual que las anteriores medidas.
Explica, a través de un hilo de tuits en su cuenta en la red social Twitter, que la cantidad de dígitos del cono dificulta el trabajo de contabilidad de las empresas y también para sus actividades comerciales y los procesos de pagos. “Eso justificaría la reconversión monetaria”, acota.
Asegura que otra reconversión es correr nuevamente la arruga para no adoptar un programa económico amplio que ataque y derrote la hiperinflación, que ponga la economía a crecer y recupere la capacidad adquisitiva del ingreso.
En tal sentido, Guerra propone los siguientes cinco ejes de acción que formen parte de un plan completo en lugar de una reconversión monetaria:
1.- Un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y Banco de Desarrollo de América Latina para obtener financiamiento externo.
2.- Esto evita el financiamiento inflacionario del Banco Central de Venezuela (BCV).
3.- Nueva política petrolera de incentivos a la inversión para recuperar la producción.
4.- Reforma de la ley del BCV y la Ley de Responsabilidad Fiscal
5. Sobre la base del acuerdo con multilaterales y las reformas institucionales se elimina el bolívar y se adopta una nueva moneda nacional con una tasa fija al inicio con el dólar que luego mute a un sistema de flotación derrotada la hiperinflación.
Por su parte, el economista y profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela, Luis Alberto Crespo, opina que nueva reconversión monetaria por sí sola no resuelve los graves problemas monetarios y la pulverización del bolívar soberano es ejemplo de ello.
“No atacará las dificultades de fondo y menos el alza constante de los precios”, explica en artículo publicado en la página web de la ONG Provea.
Advierte que esta tercera reconversión monetaria aparentemente, no estará acompañada de un programa económico creíble, que estabilice y oriente la recuperación económica del país. Estima que solo será una medida que no atacará las dificultades de fondo y mucho menos el alza constante de los precios.
“Es una operación cosmética que eliminaría unos ceros al malogrado cono monetario y reexpresar sus denominaciones”, afirma.
Indica que es evidente que existe la estrategia de cohabitar el bolívar con otras monedas y operar con ellas, con alta preferencia en el dólar norteamericano, con el cual se realizan más del 67 % de transacciones en el país, según cifras de Ecoanalítica.
Acota que existen claras intenciones del régimen de Nicolás Maduro de mantener una moneda nacional como instrumento de pago, dado que podría seguir manipulando y maniobrando con esta. “Es una acción desafortunada que desvirtúa las funciones del dinero y establece su uso como un instrumento para seguir ejerciendo control político y social”.
“El país requiere respuestas efectivas y contundentes en el contexto de la pandemia para enfrentar los impactos en materia de salud, económica y social. Sin embargo, solo vemos mayores niveles de represión, control social, corrupción, la opacidad en la gestión pública y desacertadas medidas económicas”, finaliza.
Asimismo, Oly Millán, economista egresada de la UCV, y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006), señala que el país se acerca a la muerte del bolívar como moneda de curso legal.
En artículo de opinión publicado en la página web de la ONG Provea, Millán indica que el país ha venido observando como un hecho normal el uso de divisas para las transacciones corrientes de compra y venta de bienes y servicios. No solo en las grandes cadenas de supermercados sino también en la economía informal.
“Existe un proceso de facto de dolarización de la economía”, destaca. “Esta situación es la evidencia del fracaso sistemático y continuado de la política económica del Gobierno de Nicolás Maduro”, acota.
“Ahora tenemos a un BCV devaluando el bolívar al mismo ritmo, y muchas veces por encima, de la cotización que reflejan las páginas del denominado ‘dólar criminal’. Otro hecho importante es que por la vía de la dinámica económica concreta estamos asistiendo, y asumiendo como un hecho natural la muerte del bolívar como moneda de curso legal”, indica.
Asimismo, resalta que el sistema dual del sistema monetario expresa también la construcción de un país sórdido, que está dando pie a dos tipos de venezolanos; los que tienen dólares y pueden mantener un ritmo de consumo alto o medianamente aceptable, y el que recibe bolívares que a duras penas puede consumir lo elemental, hundido en un círculo vicioso de mayor precarización.