Los perros de la guerra se hicieron aún más ricos de lo que eran
Domingo Alberto Rangel
Así habrá estado de aburrido el diálogo mexicano, que los comentaristas una vez firmado el acuerdo que por nebuloso lo ha podido firmar desde Hitler hasta el Dalai Lama, han mutado inmediatamente de supuestos expertos en negociaciones, a grandes conocedores de la geopolítica mundial.
¡De la noche a la mañana solo tienen espacio para la toma de Kabul por parte de los guerrilleros talibanes!
Como de costumbre, cuando los comentarios van a tono con las modas y no con lo que se lleva en la mollera, los disparates afloran.
El primero es el favorito de viejos comunistas, que con la edad y poco a poco han mutado a socialdemócratas, aunque como los zorros viejos “no pierden ciertas mañas”.
Son quienes siempre le criticaron a los Estados Unidos ser “el policía del mundo”, y ahora “se sienten desilusionados por la traición del presidente Biden”. Sin comentarios, no los merecen.
A contrapelo de la historia de milenios pero sobre todo de las realidades actuales olvidan estas almas ingenuas que la China alberga en su interior, siempre misterioso, la lucha encarnizada de sus minorías musulmanas»
Pero hay disparates que logran pasar como moneda buena: Uno en el que caen venezolanos supuestamente furiosos porque con “la huida de Biden, ganan China y Rusia”.
¡Santa Cachucha!
La ignorancia a veces es divertida pero siempre trae su cuota de atrevimiento.
A contrapelo de la historia de milenios pero sobre todo de las realidades actuales olvidan estas almas ingenuas que la China alberga en su interior, siempre misterioso, la lucha encarnizada de sus minorías musulmanas a las que muchas veces se les reprime sin que los defensores de derechos humanos se den por aludidos.
Y en el caso de Rusia estos comentaristas de ocasión dejan de lado lo que significó para la URSS comunista la invasión de Afganistán y su secuela de rebelión musulmana, aún no reducida treinta años después ¿les suena el pueblo checheno musulmán como los talibanes?
Los talibanes dejaron a míster Bush junior con los crespos hechos cuando después de la caída de la Torres Gemelas de Nueva York, el presidente yanqui les amenazó si no entregaban a Osama Bin Laden»
Pero es que aparte del amor por su terruño, valor y desprecio por la vida propia que han demostrado los Talibanes, que ahora todo el planeta aparentemente conoce como si fuesen los vecinos, esos señores a los que generalmente les falta un dedo cuando menos, y una pierna o el ojo como al mullah Omar han dado más saltos de talanquera que el ex diputado Ismael García.
Al principio fueron armados y aliados por los Estados Unidos para que enfrentaran a los invasores comunistas rusos.
Luego en un episodio que algún día será esclarecido por historiadores futuros, los talibanes dejaron a míster Bush junior con los crespos hechos cuando después de la caída de la Torres Gemelas de Nueva York, el presidente yanqui les amenazó si no entregaban a Osama Bin Laden, a quien la inteligencia gringa acusaba sin muchas pruebas de ser el autor de aquellos atentados.
La respuesta del Talibán fue diplomática, “no entregamos hermanos musulmanes a otros países y ese señor no está aquí”.
La mayoría ni son yanquis ni pagan impuestos al tío Samuel, desconocen esos señores y esas damas -más bien urracas y urracos del Twitter- que casi el 90 % de la población estadounidense está contra la participación en esa guerra aparentemente terminada»
La guerra actual del Afganistán es terrible como todos los conflictos bélicos en 20 años de invasión estadounidense han fallecido a causa de la guerra casi el 4 % de la población según mis cálculos aproximados.
Eso es mucho para un país despoblado y pobre pero también las partes tienen “sus razones” si uno le echa coco. Unas sinvergüenzas otras razonables.
Muchos comentaristas desde la comodidad del teclado critican al presidente Biden y a veces aplauden –ignoro a causa de qué- al presidente Trump: Vaya, vaya.
La mayoría ni son yanquis ni pagan impuestos al tío Samuel, desconocen esos señores y esas damas -más bien urracas y urracos del Twitter- que casi el 90 % de la población estadounidense está contra la participación en esa guerra aparentemente terminada.
Pero: escribiendo sobre “las razones” de las partes, se debe aclarar que ni el presidente Bush junior… ni los sucesores en la Casa Blanca, jamás pensaron “democratizar Afganistán”.
Eso sería como cuadrar un círculo o impedir que oficialista o miembro del interinato roben.
¿Esos venezolanos pepa asomados que tanto critican a Biden, apoyarían que les eleven los impuestos, para y a contrapelo de lo que decidieron los europeos sufragar la guerra afgana?»
Pero, dejando de lado a los dialogantes con menú de tacos y margaritas, desde Bush junior que es parte de la patota, hasta Biden que se atreve a romper con los compromisos del partido contraídos sobre todo por la ambiciosa señora Clinton, todos presentaron presupuestos de guerra en Afganistán, nunca intentando “democratizar Afganistán” sino defendiendo los intereses de lo que el presidente Eisenhower llamó “el complejo militar industrial”, que ahora es mediático y de redes si uno se asoma a las pendejadas que escriben contra Biden, venezolanos que no tienen vela en el entierro.
A los señores que cortan el bacalao no les conviene que terminen, ni la guerra afgana, ni la pandemia: mientras el yanqui de a pie –que los hay y son muy trabajadores- suda para pagar los impuestos y llegar a fin de mes, estos perros de la guerra se hicieron aún más ricos de lo que eran.
Y por cierto, para terminar: ¿Esos venezolanos pepa asomados que tanto critican a Biden, apoyarían que les eleven los impuestos, para y a contrapelo de lo que decidieron los europeos sufragar la guerra afgana?
No jilen.
@DomingoAlbertoR
EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.