En la construcción de la Rep´ública del Bienestar se combinarán idealismo y pragmatismo
Jesús Antonio Petit Da Costa
1.- La nueva etapa histórica, que sucederá a la actual del nefasto social-comunismo del siglo XXI, deberá ser la REPÚBLICA DEL BIENESTAR, sustentada en la sociedad civil, por lo cual quedará eliminado el monopolio de la representación política por los partidos.
2.- La REPÚBLICA DEL BIENESTAR será la adaptación a Venezuela del exitoso ESTADO DE BIENESTAR existente en Europa Occidental desde hace 75 años, es decir, desde la terminación de la Guerra Mundial en 1945 que dejó destruídos a los países europeos tal como dejará a Venezuela el narco-comunismo chavista.
3.- Como he explicado la REPÚBLICA DEL BIENESTAR se sostendrá en cuatro columnas, ninguna de las cuales puede fallar porque se derrumbaría el edificio institucional: I) La SEGURIDAD SOCIAL, universal e integral, que garantizará la justicia social y la igualdad de todos los venezolanos sin excepción ante las contingencias de la vida; II) La ECONOMÍA DE MERCADO, que integrará a nuestro país, definitiva y totalmente, al sistema capitalista con el fin de procurar la prosperidad de todos los venezolanos; III) El ESTADO DEMOCRÁTICO DE DERECHO, única garantía de seguridad jurídica en salvaguarda los derechos de todos, sin discriminación política, social, económica, religión o sexo; y, IV) La SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO, a la cual nos incorporaremos mediante la educación masiva de calidad de preferencia tecnológica, el estímulo a la creatividad y la libertad plena de expresión, enseñanza e invención.
4.- En la construcción de la Rep´ública del Bienestar se combinarán idealismo y pragmatismo. El ideal a convertir en realidad es el derecho a vivir bien, que éticamente se considera “derecho natural” y jurídicamente “derecho fundamental” por ser propio de la naturaleza humana e inseparable de la dignidad de todas las personas, en este caso los venezolanos.
El pragmatismo consiste en no ensayar utopías o quimeras sino adaptar a nuestra realidad las experiencias sociales, económicas, jurídicas y culturales que se han aplicado con éxito en el mundo, especialmente en los países que comparten con nosotros idiosincracia por pertenecer a la civilización occidental judeo-cristiana. Esto significa descartar el comunismo, el aventurerismo, el populismo y el caudillismo, y todos los disparates que nos han conducido al desastre y a malbaratar 200 años de historia, especialmente los últimos 22.