Cien migrantes, en su mayoría familias venezolanas, fueron atacados y golpeados por grupos violentos en la plaza Brasil de la ciudad de Iquique, en Chile
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) condena los actos violentos y xenófobos realizados por grupos de personas el pasado 24 de septiembre contra migrantes venezolanos en la plaza Brasil de Iquique, en Chile.
La organización expresa su preocupación por el desalojo de estas cien personas aproximadamente, en su mayoría venezolanas, de espacios públicos mediante el uso de la violencia física y sin ofrecer solución para su reubicación.
En tal sentido, exhorta al Estado de Chile a trabajar por la protección de los migrantes, en investigar los hechos con la debida diligencia, adoptar medidas urgentes para reparar a las víctimas y evitar la repetición de acciones violentas.
La CIDH destaca que en el grupo de migrantes se encontraban familias con niñas y niños, y en ese escenario se produjeron enfrentamientos violentos con los cuerpos policiales, causando así heridos y personas golpeadas.
Asimismo, indica que la policía tenía orden de desalojar a las personas migrantes del espacio público, pero no la de reubicarlas en otros sitios, lo que habría resultado en que estas quedaran deambulando sin lugar a dónde ir.
La CIDH resalta el anuncio efectuado por el Gobierno de Chile para adoptar nuevas medidas humanitarias dirigidas a las personas migrantes, tales como: la instalación de centros de primera acogida para niños, niñas, adolescentes y sus familias, en las localidades de Colchane e Iquique.
La Comisión exhorta a los Estados de la región a implementar medidas positivas como campañas educativas y de sensibilización para promover sociedades multiculturales, y así erradicar la discriminación y xenofobia.
La CIDH urge a Chile a seguir adoptando medidas para prevenir y eliminar las prácticas de xenofobia. Agrega que el Estado deberá actuar con la debida diligencia para prevenir las violaciones de derechos humanos, investigar y sancionar a los responsables y reparar a las víctimas.
Las imágenes de decenas de personas incinerando la ropa, alimentos y pertenencias de migrantes venezolanos conmovieron al mundo y llamaron la atención sobre el alcance o ausencia de programas para prevenir la xenofobia, el racismo y otros flagelos similares.