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In Memoriam, José Rafael Lovera #LetrasAlMargen #GustavoLuisCarrera

Su pasión creativa por la tarea histórica que cumplió, es ejemplo paradigmático de jóvenes estudiosos y profesionales bien formados.

Gustavo Luis Carrera                                        

         Las palabras que se pronuncian o se escriben en homenaje al amigo querido y admirado que ya no está presente en este mundo, siempre resultan avaras en significación profunda. Todo lo que puede traducirse al lenguaje común es un pálido reflejo de lo que guardan, en íntimo silencio, el sentimiento afectivo y el reconocimiento intelectual. Inclusive esta limitación expresiva es ostensible para quien habitualmente escribe y cree en el poder de la palabra. Así, irremisiblemente me hallo inhibido ante la pérdida de un notable hombre de la cultura y de la original creatividad, como José Rafael Lovera.  Sin embargo, se impone la necesidad de divulgar una pródiga presencia humana.

      TRAYECTO VITAL. José Rafael Lovera, caraqueño, abogado, Licenciado en Historia de la UCV, profesor universitario, desde edad muy temprana se sintió atraído por el mundo de los fogones: punto de partida y ámbito de llegada del acto propiciatorio de alimentarse. Y por allí fluyeron sus indagaciones históricas y sus pesquisas gastronómicas: el magno propósito fue, desde el comienzo, culminar la original tarea de trazar el tránsito alimentario de este país. En esa dirección central, con temas adyacentes referidos a la gastronomía caribeña y latinoamericana, orientó José Rafael Lovera sus esfuerzos como historiador, como escritor, como docente, como impulsor de la praxis culinaria nacional. Desde su cátedra universitaria, en numerosos artículos de prensa y en conferencias a nivel nacional e internacional, su labor difusora de su original saber alimentario y gastronómico es sencillamente ejemplar. Todo ello convalidado por su condición de individuo de número de la Academia de la Historia, de cofundador de la Academia Venezolana de Gastronomía, junto con el maestro Armando Scannone; y muy particularmente como creador del Centro de Estudios Gastronómicos (CEGA), con inclusión de formación práctica, para chefs «ilustrados», y un restaurante de comida criolla de óptima calidad y elegante presentación. Todo un extraordinario periplo de haberes y saberes de gastronomía investigativa.      

        MEMORIA GASTRONÓMICA DEL PAÍS. La obra escrita del historiador-investigador queda para pródigo beneficio de lectores y estudiosos. José Rafael Lovera, hombre de vasta cultura y de finas maneras en el trato y en la mesa, deja para la posteridad libros fundamentales: reservorios de consulta obligada para el conocimiento del perfil identificador tanto de nuestra gastronomía como de su devenir histórico. Así, se suman,  a través del tiempo, entre otros títulos: «Historia de la alimentación en Venezuela» (1988), «Gastronáuticas; ensayos sobre temas gastronómicos» (1989),  «Gastronomía caribeña» (1991), «El cacao en Venezuela. Una historia» (2000), «Estudios de varia historia» (2002), «Vida de hacienda en Venezuela; siglos XVIII al XIX» (2009), «Retablo gastronómico de Venezuela» (2014). Su original y reveladora «Historia de la alimentación en Venezuela»  fue el portaestandarte de su propósito cultural: revelar a sus compatriotas el conocimiento de un proceso fundamental en la cohesión de una identidad nacional. Y fue el estímulo para la creación de su cátedra, en la UCV, sobre el mismo tema.  Dio así, José Rafael Lovera, rango máximo a los estudios gastronómicos y alimentarios. Todo ello a partir de un libro que le valió el Premio Municipal de Historia, y que significó una verdadera y doctrinaria revelación entre historiadores y estudiosos de la cultura nacional. La obra sirvió de orientación definitiva en el seguimiento de la ruta evolutiva de un aspecto básico en la integración de un territorio como nación: su perfil alimentario.     

        TRASCENDENCIA CULTURAL. Justamente en este sentido de clave para la comprensión de la idiosincrasia y la personalidad de un país, la obra de José Rafael Lovera ha sido reconocida por destacados historiadores profesionales, como Germán Carrera Damas, y por notables autoridades en materia culinaria, como Armando Scannone. Y es que ninguno de ellos, al igual que lo hizo el propio José Rafael Lovera, deja de reconocer que la alimentación, la cocina y la gastronomía son ejes centrales en la caracterización de un país, de una nacionalidad, de una cultura. «Dime lo que comes, y te diré quién eres», reza un viejo adagio. No es sólo el acto ineludible de alimentarse, es hacerlo en forma caracterizada, en acopio de sabores, esencias y maridajes determinados; es cumplirlo en función de un medio físico y espiritual, reflejado en una tradición y en un  uso inveterado: derivación de una experiencia positiva y de un gusto exigente. Haber contribuido decididamente en el conocimiento, la dignificación y el realce imponderable de la comida criolla, del condumio venezolano, es mérito nacional que coloca en sitio relevante a José Rafael Lovera; y haberlo hecho a través de un estilo literario pulido en su corrección y amable en su elegancia ostensible, añade otro valor peculiar a su obra. Y así se inscribe su nombre entre los impulsores de la trascendencia cultural de este país, y de igual manera será recordado con la mayor dignidad en nuestra memoria colectiva.         

        VÁLVULA: «Gran persona, ilustre amigo, apasionado investigador, José Rafael Lovera se perfila con alto rango en los anales de nuestra historia contemporánea. Delimitó los rasgos del desarrollo caracterizador de la alimentación en este país, puntualizando aspectos poco difundidos y situando características, usos y costumbres; así como innovaciones surgidas al paso del tiempo. Su pasión creativa por la tarea histórica que cumplió es ejemplo paradigmático de jóvenes estudiosos y profesionales bien formados bajo su generosa guía aleccionadora».

                                                      glcarrerad@gmail.com                                                                                                                                                                     

Entrevista realizada al historiador José Rafael Lovera el 26 de octubre de 2016.