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El sector servicio padece las implicaciones que se desprenden de la reforma aplicada a la Ley Orgánica del Trabajo (Lottt) en 2012. La reducción de la jornada laboral a un máximo de 40 horas semanas, la obligación de implementar un tercer turno, y la compensación de dos días libre por cada fin de semana trabajado, ha venido en detrimento de la atención al público.
La situación económica del país hace cuesta arriba para las empresas la contratación de personal adicional para cumplir con dichas exigencias, situación que ha traído como consecuencia una afectación en la prestación del servicio, tal como lo reseña la web de El Universal.
La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (Sundde) ha detectado que en los supermercados, públicos y privados, hay una reducción significativa de cajeros, que ha traído como consecuencia el aumento en el tiempo que pasan las personas en cola para pagar su compra.
Como parte de las sanciones impuestas a estos establecimientos durante el fin de semana, la Sundde exigió a las cadenas activar el 100% de las cajas registradoras disponibles en los pisos de venta.
Desde la promulgación de la Lottt las empresas del sector manifestaron que no contaban con el personal suficiente y advirtieron que la reducción de la jornada laboral afectaría no sólo la atención al público sino también la calidad del servicio que prestan.
Además la contratación de trabajadores para cumplir con un tercer turno de trabajo significaría un esfuerzo financiero que no todas las empresas estarían en capacidad de cubrir.
Los estacionamientos también atraviesan por la misma coyuntura, con un factor adicional: tarifas congeladas que comprometen la viabilidad del servicio.
Tener el mismo precio desde hace 28 meses mientras que los costos de producción aumentaron considerablemente en ese período, impide a los propietarios y administradores de estacionamientos mantener un tercer turno, por lo que han optado por reducirlo, debido a que no pueden cancelar salarios con jornadas mixtas ni contratar personal para cubrirlo.
El artículo 173 de la Lottt señala que la jornada diurna está comprendida entre las 5 de la mañana y las 7 de la noche; y no podrá exceder de las ocho horas diarias.
El sector comercial optó por reducir horarios y cerrar más temprano. Tras las últimas medidas aplicadas en fiscalización y fijación de precios justos, y para cumplir con los dos días libres sin que suponga costos adicionales, las tiendas ubicadas en los centros comerciales se vieron obligadas a cerrar dos días a la semana, por la imposibilidad que suponía prestar el servicio sin tener los inventarios necesarios.
Los sectores de la economía advirtieron al Ejecutivo el impacto que tendría sobre la prestación del servicio, y que repercutiría directamente sobre el consumidor.
El sector industrial también manifestó que las modificaciones en la Lottt han pasado factura a la producción, y han elevado considerablemente los costos de las empresas.
