El Gobernador de Missouri anunció este lunes que enviará a la Guardia Nacional al suburbio de Ferguson en St. Louis para restaurar la calma después de que las autoridades utilizaron la fuerza para dispersar a una multitud que protestaba por la muerte de un adolescente negro desarmado a manos de la policía.
El Gobernador, Jay Nixon, anunció que iba a enviar a la milicia estatal para ayudar a recuperar la paz después de que los manifestantes lanzaron bombas molotov y dispararon a la policía y a un civil, según un relato de la protesta que no coincidía con la versión de varios testigos, informó Reuters.
«Esta noche, un día de esperanza, oración y protestas pacíficas se ha visto ensombrecido por actos criminales de un número creciente y organizado de individuos, muchos de fuera de la comunidad y del estado, cuyas actuaciones están poniendo en peligro a los vecinos y los negocios de Ferguson», informó en un comunicado en su sitio de internet.
El toque de queda a medianoche se impuso por segunda noche en el suburbio de St. Louis ante la tensión, la violencia y los saqueos desatados por la muerte a tiros de Michael Brown, de 18 años, por el agente de policía Darren Wilson.
La tarde del domingo, cientos de manifestantes, incluidos niños pequeños, huyeron y empezaron a buscar refugios después de que policías con máscaras antigas y chalecos antibalas dispararan botes de humo para dispersarlos horas antes del toque de queda.
«Las bombas de humo no fueron provocadas», dijo Anthony Ellis, de 45 años. «Esto (la protesta) era encabezado por niños en bicicleta. Ellos solo estaban diciendo, ‘¡Váyanse a casa, váyanse a casa!'».
El agente de la Patrulla de Caminos de Missouri, Justin Wheetley, se justificó diciendo «les pedimos que retrocedieran. Les pedimos de nuevo que retrocedieran. Después de varios intentos, se utilizó el humo para dispersar a estos individuos.
Wheetley dijo más tarde que al menos una bomba molotov había sido arrojada contra la policía, aunque algunos testigos dijeron que esas eran bombas lacrimógenas que fueron lanzadas de vuelta a la policía.
«Se lanzaron cócteles molotov, hubo disparos, saqueos, vandalismo y otros actos de violencia que claramente no parecen ser espontáneos», dijo el capitán de la patrulla estatal de carreteras Ron Johnson en una intervención por la noche. «No he tenido más alternativa que aumentar nuestro nivel de respuesta».
Autopsia del joven
Los padres del joven le practicaron una autopsia privada, e informaron que a Brown le dispararon seis veces, dos veces en la cabeza. Además, el médico forense informó que los disparos fueron de lejos, porque en el cuerpo de Brown no había pólvora, reportó el domingo por la noche el New York Times.
El domingo, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ordenó una autopsia federal, tratando de garantizar a la familia y a la comunidad de que habrá una investigación completa.
Hasta ahora, la policía sostiene que Wilson pidió a Brown que saliera de la carretera y se subiera a una acera, y que Brown se acercó al coche patrulla y luchó con Wilson para quitarle su arma de servicio y recibió un disparo. Pero Dorian Johnson, amigo de Brown, de 22 años, y otro testigo dijeron que Wilson extendió la mano a través de la ventanilla del coche para agarrar a Brown y el adolescente estaba tratando de escapar cuando el agente abrió fuego. Así lo informó en su página web El Universal.