Fracasados los alacranes porque el pueblo los identificó como traidores colaboracionistas, Maduro ha movilizado a su segundo batallón de colaboracionistas que estaba en la reserva. Son los camaleones.
Jesús Antonio Petit Da Costa
1.- Incurren en colaboracionismo los que colaboran con el extranjero que ocupa el país y con el gobierno títere e ilegítimo que lo oprime. Por los dos motivos el colaboracionismo es delito de alta traición.
2.- En Venezuela son colaboracionistas los que reconocen a Maduro y colaboran con él como autoridad legítima cuando es en verdad un usurpador del cargo de Presidente de la República, cuyo gobierno de facto no proviene del ejercicio de la soberanía popular sino de un Golpe de Estado apoyado por la FANB y con la participación del Poder Judicial, las dos alas del golpismo: el golpismo militar y el golpismo judicial.
3.- Toda persona se hace colaboracionista al reconocer a Maduro como autoridad legítima y prestar colaboración para la estabilidad y continuidad de su gobierno de facto, en lugar de contribuir a su derrocamiento. Al hacerse colaboracionista, además de violar la Constitución, incurre en traición a la patria porque reconoce y se somete a la autoridad de Cuba, de la cual Maduro es títere o persona interpuesta porque ejerce autoridad delegada (Venezuela es Protectorado de Cuba, para vergüenza nuestra).
4.- El primer batallón de colaboracionistas al servicio de Maduro fueron los alacranes, que como su nombre lo indica son venenosos. Con el mayor descaro se pasaron de bando y emplearon su veneno en dividir a sus partidos. Por su trabajo, cobraron y allí están de diputados comparsas.
5.- Fracasados los alacranes porque el pueblo los identificó como traidores colaboracionistas, Maduro ha movilizado a su segundo batallón de colaboracionistas que estaba en la reserva. Son los camaleones.
5.- Camaleón es un venezolanismo sinónimo de “oportunista”, que se disfraza según sus intereses y las circunstancias. Es el peor de los colaboracionistas porque traiciona manteniendo el disfraz de oposición.
6.- En las elecciones regionales Maduro puso a competir a los dos batallones de colaboracionistas: alacranes y camaleones, resultando ganadores los camaleones.
7.- Los cuatro gobernadores electos son camaleones. Con el disfraz de oposición obtuvieron el voto de los incautos. Y apenas ganaron reconocieron a Maduro como presidente legítimo y se sometieron a su autoridad. Son, pues, traidores colaboracionistas.
8.- Guaidó facilita el trabajo de los camaleones no rompiendo con ellos. Ha llegado al colmo de escoger como representantes suyos en los diálogos a los escoltas partidistas del camaleón mayor que gobierna el Zulia por acuerdo con Maduro a quien reconoce como presidente legítimo.
Visto lo cual hay que concluir: Guaidó se ha vuelto camaleón también o es un rependejo.
9.- Probada la efectividad del disfraz de los camaleones, Maduro los ha movilizado para difundir el cuento de que Venezuela se está arreglando, todo está mejorando, tal como se ve en bodegones y tiendas, así como en los espectáculos a 5.000 dólares la entrada.
Cuando cree que está creado el ambiente de una nueva Venezuela, donde todo florece, Maduro mueve a los camaleones para que demanden de Estados Unidos el levantamiento de las sanciones a los chavistas alegando que empobrecen a todo el pueblo venezolano.
10.- Por serviles con Maduro, los camaleones incurren en contradicción: si Venezuela está mejor que antes significa que las sanciones a los chavistas le ha hecho mucho bien al país. Entonces para que Venezuela siga mejorando es mejor que EE UU mantenga las sanciones y hasta las aumente.
11.- La recluta de camaleones prosigue con el atractivo de grandes negocios. Ahora incorporan a independientes que invocan una representación que nadie les ha dado. Su papel: comparsa de Maduro como todos los colaboracionistas.
12.- Alacranes y camaleones se arrastran ante Maduro. Ambos son peores que los chavistas por traidores. Han sido el mayor obstáculo para salir de Maduro y su narcotiranía.
petitdacosta@gmail.com