Los que queremos defender intereses específicos que no están representados en los actores considerados fuertes, debemos juntar fuerzas, de la misma manera como estamos juntando fuerzas para vencer al régimen de facto.
Edwin Sambrano Vidal
Para puntualizar algunas ideas que ayuden a comprender la esencia del momento político por el que atraviesa Venezuela, y ante múltiples escritos que cuestionan todo intento de producir acuerdos útiles para superar la tragedia social que padecemos los venezolanos, hago estas consideraciones.
LA POLÍTICA
El que tenga una mínima noción de la política sabe que esta ciencia pretende regular el conjunto de los intereses de las diferentes clases y sectores sociales que concurren en una sociedad, de modo que exista entre todos, al menos en un periodo determinado, un acuerdo histórico de las reglas y maneras en las que esos intereses pueden manifestarse, exigirse y satisfacerse frente a los intereses de las demás clases y sectores. Ese acuerdo se expresa en una Constitución escrita, en la mayoría de los casos.
Tal confrontación tiene diversos grados y se manifiesta de diversa manera, dependiendo del desarrollo y tipo de sociedad, es decir, dependiendo de la formación económico-social concreta, la cual considero es la mejor definición de una sociedad específica, singular. En ella tiene lugar una actividad económica múltiple, una sociedad históricamente determinada, una tradición del ejercicio del poder, instituciones, una cultura societaria, entre otros fenómenos propios de una dinámica histórica y social compleja. En este proceso se forman determinadas relaciones, en cuya definición y alcance, será determinante el poder que cada sector tenga objetivamente, así como de la conciencia y capacidad que tenga para defender sus intereses, conciliarlos con los intereses de otros con los intereses de otros sectores, hacer alianzas en diversos planos, espacios y tiempos, de modo que esa coalición represente un interés más general y que pueda «convertirse» convencionalmente y en un periodo determinado, en el interés de todos.
El propósito de muchos opinadores parece ser criticar por criticar, en hacer exposiciones literarias que dejan de lado el esencial hecho de la existencia de diversas clases y sectores sociales que tienen intereses propios y distintos, los cuales actuarán en el escenario sociopolítico para satisfacerlos, en todo o en parte y que los demás se vean obligados a respetarlos.
Esa es la política, desde el inicio de la sociedad humana, reflejada en las primeras consideraciones teóricas de Platón y Aristóteles.
El asunto no es acusar a unos y a otros de algo que es natural, defender sus intereses, y menos pretender que esa disputa no sea «la política», ya que ésta trata de eso: de la dinámica consciente de los intereses de los diferentes sectores y clases sociales que buscan la satisfacción de los mismos en las diferentes esferas de la actividad comunitaria, económica, familiar social, cultural, política.
LAS PRIMARIAS
Frente a las primarias, existe el método del consenso, pero éste, literalmente, es imposible porque significa que todos, todos, coincidan en un candidato y los demás temas conexos en la disputa electoral. Imaginen lo que eso significa.
El método de encuestas puede ser un sustituto de la primarias pero, además de ser menos convincentes, tiene los mismos problemas que éstas; cómo es fácil razonar (quiénes serán las encuestadoras, qué método se utiliza, dónde se hacen las consultas, qué preguntas, cómo se pagan o quién las paga?, entre otros asuntos).
De manera que, con todos los problemas que pueden presentar unas primarias, son el medio o el modo de mayor certeza para determinar la candidatura de unión y algún otro tema que le sea propio e indivisible.
Ahora bien, que deben hacer los diferentes partidos o sectores que queremos poner de relieve o defender intereses específicos que no están representados en los actores considerados fuertes, pues lo que debemos hacer es juntar fuerzas, de la misma manera como estamos juntando fuerzas para vencer al régimen de facto. Tal es la esencia de la política.
En ese proceso se pueden formar coaliciones y coaliciones de coaliciones, en las cuales se discuta sobre un candidato y también sobre líneas y formas de ejercer el gobierno y la gobernanza.
LA CONSTITUCION EN EL CENTRO
El centro de todo tiene que ser la Constitución, porque la posición frente a ella es lo que nos separa y enfrenta con el régimen de facto.
La Constitución de 1999, contiene el proyecto general de desarrollo social y humano de Venezuela como país y como nación. En ella se exponen el conjunto de los acuerdos de todas las clases y sectores de la sociedad venezolana para el momento de su aprobación y puesta en vigencia (1999), ratificados en el referéndum que rechazó la reforma propuesta por Chávez y la Asamblea Nacional en 2007.
Estos acuerdos, aún cuando continúa el debate sobre algunos, son el resultado de un intenso proceso político y social de cuatro décadas y que, en su texto, recoge aspiraciones y derechos coincidentes en los diferentes ámbitos de la vida social (civiles e individuales, políticos, económicos, sociales, culturales, ambientales); los valores y principios que nos rigen, una forma de Estado, sus fines superiores, los medios fundamentales para alcanzar esos fines y las características del gobierno, el régimen socioeconómico, los principios de supremacía de la Constitución y de legalidad, el control para el ejercicio de poder, los poderes públicos y demás instituciones, sus atribuciones y límites; las formas de cambiar el gobierno, el papel de la fuerza armada nacional, la protección de la Constitución con el derecho de rebelión y diversas formas de participación popular en los asuntos públicos; cómo modificar o sustituir la Constitución …
Es necesario destacar que esas reglas, allí establecidas, han sido violentadas por una cúpula socio política y económica con apoyo militar y una minoría de ciudadanos, conformando operativamente un régimen de facto, al cual pretenden darle legitimidad y legalidad. Frente a ello, la mayoría de los ciudadanos y sus organizaciones tienen un objetivo principal, el cual es el restablecimiento de la efectiva vigencia de esa Constitución para que la dinámica multifacética de los intereses sociales pueda discurrir conforme a las previsiones constitucionales y puedan satisfacerse en la medida necesaria para que se mantenga la paz social.
@edwinsambranov