El 95,5% de los votantes en el referéndum secesionista convocado por la república autónoma de Crimea (Ucrania) se pronunciaron este domingo, con el 50% escrutado, por la incorporación de este territorio a Rusia, según ha informado la Comisión Electoral de este territorio situado a orillas del mar Negro.
Crimea es el epicentro de una de las mayores crisis internacionales desde la desintegración de la URSS en 1991.
Según la televisión oficial de Crimea, que emite conjuntamente con el canal de televisión rusa Rossia 24, la participación en el referéndum superó el 89,5% en Sebastopol, la ciudad sede de la flota del mar Negro rusa; en la capital, Simferópol, fue del 88,5% y llegó al 82,7% en el resto de la península.
El canal reitera que el 40% de los tártaros, la comunidad más reacia al referéndum, habían votado. Sin embargo, todos estos datos son imposibles de verificar, porque el número de observadores se limitaba a varias decenas de personas complacientes que no veían nada anormal en la consulta. Además, los ciudadanos no incluidos en las listas podían votar si rellenaban una solicitud en el mismo colegio electoral.
Dos preguntas fueron sometidas a votación por algo más de 1,5 millones de personas. En la primera se preguntaba sobre la incorporación a Rusia en calidad de provincia y en la segunda, sobre la permanencia en Ucrania sobre la base de la Constitución local de 1992. Según el censo de Crimea, un 58,3% de los habitantes de la península son rusos, el 24,3% son ucranianos y el 12,5 % son tártaros.
El 6 de marzo, el Soviet Supremo de Crimea (Parlamento local) aprobó una declaración de independencia y sus dirigentes subrayaron que el triunfo significaba que Crimea se declara independiente.
Según una ley que data de 2001, Rusia puede incrementar sus dimensiones mediante la incorporación de Estados (o territorios pertenecientes a estos Estados) mediante la firma un acuerdo bilateral internacional. Dado que Crimea, según su propia lógica, se convierte en independiente, esto significa que Moscú puede firmar un acuerdo con Simferópol al margen de Ucrania.
Según el primer ministro crimeo, Serguéi Axiónov, una delegación del Parlamento local solicitará oficialmente hoy en Moscú la incorporación de la península a la Federación Rusa.
El procedimiento de la “fusión” implica varios pasos, pero puede acelerarse en función de las necesidades del Kremlin y de los separatistas. Las formalidades para completar el proceso deberían incluir el reconocimiento de la independencia de Crimea por parte de Rusia. A esto seguiría la preparación y firma de un tratado bilateral. Después, habría que someter ese tratado al Tribunal Constitucional para ver si el documento está en consonancia con la Ley Fundamental de la Federación Rusa. En caso positivo, el tratado ruso-crimeo se sometería a la votación de las dos Cámaras del Parlamento (Duma Estatal y Senado o Consejo de la Federación) y a la firma del presidente. Suponiendo que todos estos requisitos se llevaran a cabo con la máxima celeridad, el proceso llevaría algunos días, pero dado el carácter extraordinario de lo que está sucediendo, tal vez incluso menos.
Tras conocer los resultados de referéndum, el mundo ha comenzado a sentar postura.
Reacciones internacionales
El canciller británico William Hague, en declaraciones a los medios británicos en Bruselas, donde se reunirá mañana con colegas de la Unión Europea (UE), reiteró que Rusia debe afrontar «consecuencias económicas y políticas» por la violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
Se espera que los ministros de Exteriores de la UE estudien sanciones contra Rusia, como la congelación de activos y prohibición de viajes de funcionarios rusos, después de que Moscú ignorase las peticiones de Occidente para que no apoyase el plebiscito.
En sus declaraciones, William Hague dijo que el referéndum no es un ejercicio legítimo de democracia. «El Reino Unido no reconoce el referéndum o su resultado, al igual que la mayoría en la comunidad internacional», añadió.
Estados Unidos no tardó en manifestarse sobre el referéndum este domingo. En un comunicado que salió a la luz pública incluso antes de que se conocieran los resultados, la Casa Blanca calificó de ilegal las votaciones y amenazó a Rusia de tomar medidas en su contra por violar la soberanía y las leyes de Ucrania e internacionales y porque sus acciones militares lejos de mejorar la crisis la empeoran.
«Ninguna decisión sobre Ucrania debe ser tomada sin la presencia del gobierno ucraniano» apuntaba el comunicado, a la vez que denunciaba que Rusia había rechazado la presencia de observadores internacionales en el proceso electoral crimeo con la excusa de proteger los derechos de los rusos que allí habitan.
Ante este este comunicado la noche de este domingo, el presidente ruso, Vladimir Putin, le dijo al presidente estadounidense, Barack Obama, vía telefónica que el referéndum por medio del que Crimea pasa a ser parte de Rusia es legal y debería ser aceptado, según ha informado el Kremlin.
Putin añadió durante la llamada que la votación fue «completamente consistente con las leyes internacionales y con los acuerdos de la ONU», así lo informó un comunicado en la web del Kremlin.
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Con información de El País, EFE, The Guardian y AP