Lo que han hecho los gobiernos chavistas es un acto de irresponsabilidad infame respecto del territorio que históricamente pertenece a los venezolanos.
Edwin Sambrano Vidal
Sobre la maniobra que hace el régimen de facto al proponer un referéndum consultivo en torno a lo que se ha hecho con el caso del Esequibo, debo señalar lo siguiente:
Estamos ante una jugada del régimen de facto en el contexto de una derrota política que le ha propinado la oposición constitucional que el régimen llama de ultra derecha, violenta y criminal. La derrota se la ha propinado con la participación masiva del pueblo que aún está en Venezuela sometido a un régimen de excepción continuado (inconstitucional) y a un estado de terror, privaciones y severa restricción de sus libertades con un exagerado control militar-policial. De modo que es obvio que el referéndum es una maniobra que pretende minimizar o sepultar esa formidable manifestación de participación del pueblo que expresa, a su vez, la disposición de activarse pacíficamente en contra del régimen para sacarlo del poder.
De otra parte está el interés del chavismo gobernante de tapar los graves errores cometidos en el tratamiento de la condición de parte del territorio de Venezuela de esa franja denominada Guayana Esequiba o «El Territorio Esequibo» (ni siquiera le han dado un nombre cónsono con la convicción de que sea parte de Venezuela).
Tal vez los anteriores gobiernos han cometido fallas en las negociaciones, pero lo que han hecho los gobiernos chavistas es un acto de irresponsabilidad infame y un desprecio extremo respecto del territorio que históricamente los venezolanos han considerado como parte de Venezuela. Estos son, según mi criterio, los dos aspectos prioritarios en este momento o coyuntura. Habría que determinar cuáles son los principales objetivos de la oposición constitucional y democrática, no sólo la respuesta de la maniobra del régimen de facto, lo cual es sólo una defensa, sin en tomar la misma iniciativa en cuanto a la reafirmación y conducción del nuevo estado de consciencia y voluntad comprobado con el proceso de primaria, no solo con el día de la votación ni tampoco la elección de una candidatura, sino todo el proceso desde que se asomó la propuesta de una elección primaria.
Creo que la reflexión debe encauzarse con este enfoque para determinar las diferentes acciones, iniciativas y ofensivas que deben ocupar nuestro ingenio y nuestro esfuerzo.
MEDIDAS CAUTELARES
En cuanto al tema del Esequibo, lo primero que debe hacer un gobierno comprometido con la integridad territorial de Venezuela es solicitar medidas cautelares a la ONU y a la CIJ para impedir que se realicen concesiones y contrataciones que afecten la posición de Venezuela en el diferendo.
En paralelo debe haber un proceso de poblamiento de la zona contigua al río Esequibo y fortalecimiento de la vida civil en las poblaciones cercanas. También en paralelo la convocatoria de reuniones de emergencia para realizar verdaderas consultas a quienes conocen el tema en su profundidad y complejidad, sin distingos de ideología y sin propósitos demagógicos ni abusos supremacistas.
Lo mismo debe hacer la oposición constitucional. Deben las consultas producir acuerdos precisos y una amplísima difusión de los mismos para impactar al cuerpo social Interno y externo.
Además se debe rechazar terminantemente la posibilidad de una confrontación bélica, la cual tendría consecuencias subregionales y regionales, además de internas.
En cuanto a la formidable demostración del pueblo, de la estructura de la primaria, de la PUD y de los candidatos y sus organizaciones políticas es indispensable realizar una secuencia interminable de respaldos de la más diversa índole, los cuales deben reflejar de manera inequívoca la voluntad de cambio pacífico que manifiestan tanto la PUD, los demás partidos y candidatos a la primaria como el pueblo venezolano, hacia un proceso presidencial 2024 en condiciones de competitividad, con libertad y transparencia, entre muchas otras iniciativas y acciones tal como algunos han propuesto.
@edwinsambranov