Los trabajadores de Industrias Venoco dejaron sus puestos de trabajo para defender a la directiva de la empresa tras el rechazo de un recurso de amparo contra su expropiación por parte del TSJ.
La mañana de este lunes una comisión de Petroleos de Venezuela (Pdvsa) ordenó a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que ejecutaran la prohibición de entrada del presidente de Venoco, Ricardo Barreto, y demás personal ejecutivo a las instalaciones de la planta ubicada en el municipio Guacara del estado Carabobo.
La toma de la empresa ocurre tras la publicación este domingo de una carta en la prensa nacional, en la que la compañía fabricante de lubricantes denunciaba que el proceso de «adquisición forzosa» decretado en 2010 en su contra se había reanudado de «manera intempestiva y expedita», luego de que la sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) rechazara un recurso de nulidad contra ese decreto, el pasado 18 de septiembre.
Ante las acciones de las autoridades, los trabajadores interrumpieron sus labores para protestar en apoyo la directiva de la empresa. Sin embargo, el mismo presidente, Ricardo Barreto, les pidió que retornaran a sus actividades, debido a que la orden era continuar con las operaciones de la empresa.
Barreto afirmó además que la decisión del TSJ fue extralimitada al argumentar que Industrias Venoco realizaba prácticas de acaparamiento, especulación y explotación de sus empleados. Bajo su criterio la acusación es falsa, ya que en ningún momento se han dejado de fabricar lubricantes, por el contrario la empresa aumentó sus activos en aras de mejorar la producción. El empresario explicó asimismo que la compañía cuenta con el mejor contrato colectivo del país, a pesar del decreto de expropiación.
También, se conoció que hay alrededor de 20 cisternas con productos químicos que sirven de materia prima para otras empresas, a las que no les han permitido entrar a cargar, lo que representaría aproximadamente 250 toneladas que estaban en riesgo de no ser despachadas este lunes.
Siete años de mala suerte
Los incidentes de este lunes en la sede de Venoco en el estado Carabobo, en el que los trabajadores dejaron sus puestos en forma de protesta por la decisión del TSJ de ocupar el recinto, es el último de varios percances que han sucedido desde el 2007 entre la empresa de lubricantes y el gobierno nacional, tal como lo destaca el periodista Álvaro Pulido en un trabajo para el diario El Nacional.
Los problemas de la empresa con el gobierno venezolano empezaron desde el decomiso de la maleta con casi 800.000 dólares que Guido Antonini Wilson trató de ingresar a Bueno Aires.
Carlos Kauffman y Franklin Durán, antiguos dueños de Venoco, fueron presentados ante un tribunal en Estados Unidos por estar vinculados al envío de dinero ilícito a Argentina.
Kauffman y Durán adquirieron la empresa después de que Pedro Carmona Estanga la dejara en 2001. Venoco estaba en mira del gobierno venezolano desde el año 2008, debido a las denuncias sobre explotación de trabajadores y contaminación ambiental.
Pdvsa se posiciona con 80% de la producción petroquímica a través de Venoco. El 20% restante queda en manos de unas 25 a 30 empresas pequeñas, entre las que destacan la firma anglo-holandesa Shell, Inca Oil, Industrias Cagua, Servi Oil, Químicos de Seguridad, Ultra Lub, Quicky Lub.