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Viuda de Sabino Romero: “Nosotros tenemos miedo”

Por Pablo López Hurtado

Indígenas de la Sierra de Perijá exigen que les sean entregadas las tierras que les corresponden


El tres de marzo de 2013 de varios disparos fue asesinado el cacique yukpa Sabino Romero en El Tokuko, en la Sierra de Perijá, estado Zulia. Su viuda, Lucía Martínez, fue testigo del crimen y resultó herida. Cuando han pasado 21 un meses de aquella noche, la mujer pide justicia, reclama que Ángel Romero Bracho, alias Manguera, sea sentenciado a 30 años de prisión. “El asesino debe estar preso. Si sale nos puede matar a nosotros”. Ella, junto a otros indígenas, se ha trasladado hasta Caracas para velar que los implicados en el asesinato de su esposo sean castigados.

[quote_center]“Apoyamos a la revolución, pero estamos solos contra los poderes de los terratenientes”, señala Reinaldo Fernández, indígena yukpa[/quote_center]

Además de Romero Bracho, otras cinco personas están vinculadas directamente a la muerte del cacique. Y, según relata Franklin Panapera, representante de los yukpa, los autores intelectuales son los terratenientes que siembre enfrentaron la lucha de Romero por la propiedad de las tierras en la Sierra. “Nosotros no nos estamos metiendo con todos los ganaderos, sino con aquellos que aportaron los 450 millones [de los antiguos bolívares] en el pote. Eso fue como una rifa. A Sabino lo matan como en una rifa. En un pote de 18 litros, donde viene el aceite, allí fueron colectando los hacendados dinero por la cabeza de Sabino. Todo eso es una estrategia. Ellos pensaron que quitando a Sabino de este camino de la lucha por la tierra todo esto se iba a quedar parado. Pues no. Ahora más que nunca hay Sabinos. Nosotros los indígenas no nos vamos a rendir hasta que no vivamos en paz, hasta que podamos transitar libremente por nuestro camino, porque hasta con eso tenemos problemas en la Sierra; no podemos pasar por donde los terratenientes tienen su propiedad y dicen que no tenemos derecho a transitar por allí”.

LUCHA POR LA TIERRA

Desde hace 30 años Sabino Romero peleaba por la propiedad de las tierras de la cuenca del río Yaze. “Siempre estuvo luchando por las tierras y fue recuperando. No era invasión, sino recuperación del territorio”, relata Reinaldo Fernández, otro de los indígenas que recorrió centenares de kilómetros desde Machiques hasta la capital del país.

“Márquez, Chacín y Vargas. Esos son los apellidos de los dueños invasores de esa cuenca, los terratenientes que todavía están libres. Alejandro Chávez Vargas fue el que mató a José Manuel Romero, el padre de Sabino Romero, y todavía está libre.

Hay mucha impunidad. Están asesinando, torturando”, denuncia Fernández. En junio fue asesinado otro Yukpa, Cristóbal Fernández. Con él ya son 10 los muertos en la lucha por el territorio. “A plomo limpio lo sacaron de la hacienda Las Delicias, donde hay un cacique llamado Alfonso Isnopa que está financiado por los ganaderos.

A él le pagan los ganaderos para matar a los propios Yukpa. Son los propios terratenientes los que están financiando las muertes que hay allá”, cuenta Reinaldo Fernández, miembro de la sociedad Homo et Natura.

CANSADOS DE ESPERAR

Los Yukpa han entregado cartas en el Instituto Nacional de Tierras, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Pueblos Indígenas y la Vicepresidencia de la República en las que exigen respuestas sobre el destino de las haciendas en conflicto. “Esas son tierras ya evaluadas. Existen recursos que el presidente Chávez dejó, de 250 millones de bolívares, para el pago de bienhechurías. Se han cancelado como 20 haciendas, de un total de 50. Estoy hablando del 2009, cuando el presidente aprobó, en Gaceta Oficial, los predios de la parte indígena del Zulia. Hasta hoy no hemos visto el resto”, reclama Panapera y Fernández lo secunda: “Esas tierras son las tierras del conflicto donde luchó Sabino”.

[quote_center]“A Sabino lo matan como en una rifa”[/quote_center]

“Sabino luchó por las tierras y todavía los ganaderos no quieren dejarlas. Esa tierra es de nosotros, no es de ellos. Ellos todos los días nos están amenazando. Nosotros estamos buscando ayuda para que nos den nuestras tierras y nosotros podamos estar libres”, dice por su parte Lucía Martínez y también se pregunta por qué Isnopa, siendo cacique, apoya a los ganaderos y al asesino de su marido. “Ya estamos cansados, ya estoy cansada, la familia está cansada. Nosotros tenemos miedo”.

“Apoyamos a la revolución, pero estamos solos contra los poderes de los terratenientes. Estamos aquí durmiendo en el suelo, pasando hambre. Estamos exigiendo justicia: 30 años para “Manguera” y orden de captura para todos los ganaderos que están implicados. El ministro Rodríguez Torres dijo que habían unos ganaderos involucrados y que las investigaciones se estaban haciendo, pero ya no está él y queremos que se investigue y se dé la orden de captura de esos ganaderos que están libres y sabotean el proceso. Queremos justicia. Los nombres están en las investigaciones”, insiste Fernández.

“Hemos resistido por 522 años y todavía nos siguen matando, nos siguen violando. Hoy en día nos violan el derecho. Llegamos a un ministerio y no nos atienden como debe ser, como indígenas del Estado venezolano”, declara Panapera. “Queremos que convoquen a los caciques mayores para sentarnos con los ministerios y sentarnos a hablar para saber qué se va a hacer. La toponomía, topografía, historia, ya la tienen en el antiguo Ministerio del Ambiente, en el INTI. Queremos que esa respuesta se dé.

Ya hemos esperado más de 500 años; en la revolución hemos esperado por 15 años, ya no podemos esperar más”.