A lo largo de 14 años el Banco Central de Venezuela (BCV) se ha convertido en fuente de financiamiento del fisco nacional a través de la entrega de utilidades cambiarias y traspasos de reservas al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden).
En el 2000, con el objeto de financiar el plan de la sobremarcha, el Gobierno comenzó a exigirle al instituto emisor la entrega de ganancias cambiarias y desde esa fecha hasta el primer semestre de 2014 el ente ha canalizado un monto equivalente a 12 millardos de dólares, tal como lo indica la web de El Universal.
Esos fondos en gran medida se han empleado para cubrir el gasto ordinario. Para lo que queda del 2014, el Ejecutivo contará con 30 millardos de bolívares adicionales, que fueron las utilidades del primer semestre, y que se generaron de las operaciones con las tres tasas que rigen el sistema cambiario.
Además de las ganancias cambiarias, el BCV ha entregado reservas internacionales al Fonden, mecanismo que utiliza el Ejecutivo para atender proyectos en diversas áreas. Las cifras del Ministerio de Economía y Finanzas indican que entre 2005 y 2013 el instituto emisor transfirió al Fonden 47,1 millardos de dólares. Los aportes correspondientes a este año no se han precisado.
La contribución al fisco por parte del BCV no solo se ha limitado a las utilidades y a los depósitos al Fonden, también ha fabricado más bolívares para financiar las necesidades de las empresas estatales.
Las estadísticas del Central revelan que desde 2010 se ha estado otorgando asistencia financiera a Pdvsa y a otras industrias del Estado. Al cierre de la primera mitad de este año esa ayuda superaba los 480 millardos de bolívares.