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El uso de la fuerza por parte de las autoridades cayó en un 60% durante el experimento realizado en Rialto, California
Todo el departamento de policía de Rialto, en California, lleva desde hace un año cámaras de video en su uniforme. Pequeños dispositivos que apenas son perceptibles y que graban todo lo que sucede entre los agentes y los ciudadanos.
En un año los resultados han sido sorprendentes: el uso de la fuerza ha caído en un 60% por parte de los policías y las quejas de las personas sobre el desempeño de los oficiales ha disminuido en un 88 por ciento.
Un reporte del Wall Street Journal asegura la importancia del efecto de ser observado por terceros. El comportamiento primitivo del ser humano cambia de tal forma que algunos psicólogos han confirmado que mostrar algo tan elemental como un afiche con un par de ojos puede hacer que los sujetos se comporten mejor, incluso llegando a reducir los robos en determinados lugares.
A pesar del éxito de las cámaras, su precio es el gran problema. Los nuevos equipos de video para cada agente de la policía de Rialto cuesta entre 300 y 400 dólares.
