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Editorial: El default selectivo y “la tormenta perfecta”

El gobierno le pagó a la banca internacional, pero las divisas no alcanzan para la importación de alimentos y medicinas, los estudiantes en el exterior y las aerolíneas


 

Cada decisión tiene sus consecuencias. El gobierno ha decidido cumplir con sus obligaciones internacionales, ha quedado bien con la banca mundial. El pago fue puntual, sin chistar. Aplausos desde los rascacielos de Nueva York, copas al aire en exclusivos restaurantes parisinos. Honrar esos compromisos, sin embargo, afecta a otros sectores, esta vez internos, porque, como es bien sabido, no hay dólares suficientes. Los recursos mal administrados, en una época de bonanza, han llevado al país a tener que elegir entre cumplir con los deberes adquiridos afuera y el pago de las obligaciones internas, léase: importación de alimentos y medicinas, divisas para sectores productivos –de verdad, no de maletín-, recursos para estudiantes en el exterior, el pago de la deuda con las aerolíneas y un largo etcétera. Ya se sabe qué ha elegido la administración de Maduro. Ahora a guapear con lo que viene, con el default selectivo.

Desde Marea Socialista, corriente crítica del chavismo, ya asoman en un análisis el escenario de lo que denominan “la tormenta perfecta”. Dibujan un sin igual desabastecimiento a partir de la segunda quincena de diciembre, con énfasis en el mes de enero de 2015, hiperinflación, mercado negro, caída de la liquidez. En fin, un escenario que hace que le que hasta ahora ha vivido usted, estimado lector, sea parecido a una tierna comiquita. El gobierno decidió pagar afuera. Ahora tendrá que ver cómo hace para domar el descontento. Abróchense los cinturones, se esperan fuertes turbulencias.

EDE