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José Guerra: “Estamos ante un aterrizaje forzoso”

Enrique Meléndez

El economista y ex director del Banco Central de Venezuela, José Guerra, asegura que el margen de maniobra es muy limitado ante la actual coyuntura económica.


El economista José Guerra hace ver que estamos ante una verdadera crisis económica, con motivo de la cual habrá que llegar a un acuerdo para un cambio de modelo, ya que la estrategia que se adoptó en el año 2009 frente a una situación parecida a ésta, de aplicarse hoy, tal como se intenta hacer, no cuenta con las mismas circunstancias que estaban presentes en aquella época, y que le permitieron al gobierno salir airoso.

¿Usted es de los que piensan que estamos ante una crisis o, como hace ver el gobierno, la situación está como está por la guerra económica?
— Todos los países han pasado por dificultades. Hace 30 años los chilenos venían aquí emigrando. Fueron acogidos aquí en la década de 1970, en plena dictadura de Pinochet, por consecuencia de una crisis política y financiera terrible. Colombia: años de crisis, años de guerra. Ecuador: fue tanta la crisis que hasta la moneda la tuvieron que cambiar. Argentina: bueno, el peronismo inoculó en esa sociedad un fenómeno muy perverso, que es sembrar en la conciencia de la gente la idea de que puede vivir sin trabajar. Eso explica que la octava economía del mundo en los años 40 hoy esté en los niveles que nosotros vemos.
Lo primero que hay que tomar en cuenta es que estamos en presencia de lo que los economistas han llamado un aterrizaje forzoso. Es decir, cuando el avión cae de golpe y ese aterrizaje forzoso ha venido tomando cuerpo a raíz de este año.

Lo que yo llamo la “gran recesión”, que comprende ocho trimestres de caída de la actividad económica, arranca en el cuarto trimestre de 2013, un tanto similar a la del año 2009, sin que hayan disminuido los precios petroleros, como lo hicieron en esa oportunidad. Eso lo que quiere decir es que hay un factor más allá de la disminución del precio del petróleo, pues el precio del petróleo comenzó a disminuir desde junio, y eso que yo apunto es antes de la caída de los precios. Hay un factor más allá del precio petrolero que está explicando esta caída de la economía.

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Un acuerdo para sobrevivir

¿Qué cree usted que va a hacer el gobierno frente a este escenario?

— Primero, disminución de los suministros petroleros, renegociación de la deuda, venta de Citgo, reajuste de los precios e impresión de más dinero. Es probable que no haya devaluación abierta hasta después de las elecciones. Ahora, la economía no va a crecer. Mi tesis es que esta política económica es insostenible. Yo creo que en el año 2015 hay que ponerse de acuerdo para producir algunos cambios. El país requiere un acuerdo mínimo para sobrevivir.

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Por cierto, las cifras que nosotros hemos venido manejando, relativas a esa caída, son extraoficiales. Porque al gobierno le ha dado por esconder las cifras, pero nosotros las tenemos: son caídas de 4,5, tanto en el primero, como en el segundo trimestre de este año. Una caída muy importante con precios del petróleo sobre 95 dólares. Al unísono, la inflación despega desde el 2012 hasta el día de hoy, cuando estamos tocando el 76%.

¿Cómo ha sido el comportamiento económico en el año 2014?
— Este año está cerrando con una clara contracción de la actividad económica. Pero esta es una contracción económica particular, muy específica, porque no es que está cayendo la demanda, que es lo que suele generar la caída de la actividad económica, sino que hay un problema: no podemos producir. Ahí está el problema. El problema no está en la demanda. Gasto público hay. Dinero y liquidez sobra, lo que no hay es capacidad productiva para acompañar ese incremento de la demanda con una oferta nacional. No hay un elemento, un indicador, que te diga que podríamos estar saliendo del cuadro recesivo en que nos encontramos.
Después de la caída de Pérez Jiménez la economía se sumió en una recesión muy fuerte y el gobierno de Betancourt aplicó un programa muy duro, dirigido por José Antonio Mayobre, que era el ministro de Hacienda. Cuando Betancourt fue a entregar la presidencia en el año 1963 comenzó el discurso diciendo: “Estamos saliendo del túnel de la recesión”. Aquí estamos entrando en el túnel de la recesión.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″]“No podemos producir. Ahí está el problema”[/quote]

Usted habló que esta crisis es similar a la de 2009, ¿cuál sería la diferencia?
— En el año 2009, con motivo de las primeras medidas que tomó el gobierno para enfrentar la crisis, dijo el presidente Hugo Chávez: “Aun cuando el precio del petróleo llegue a cero, no nos va a afectar”. No obstante, el gobierno en las primeras de cambio hizo todo lo posible por agravar la crisis y tomó dos medidas que fueron particularmente contraproducentes. La primera de ellas fue que aumentó el IVA de 9 a 12 por ciento, y la segunda medida fue que contrajo la asignación de dólares a Cadivi.
Digo esto porque si usted aplica una reforma fiscal para recaudar más en un momento de recesión, escríbalo que va a agudizar la recesión. Si usted contrae la asignación de divisas en un momento en que la economía se está contrayendo, escríbalo que se va a agudizar la crisis. Y yo creo que vamos con este paquete de medidas que se han anunciado por el camino de 2009.
Porque una reforma fiscal mal hecha, como ésta, lo que va es a contraer más la demanda. No es un problema de oferta. Si vas a contraer la demanda, lo que vas es a agudizar el problema de recesión que tiene la economía. Porque el problema no es sólo una reforma fiscal, como sí lo es un problema cambiario, y esto pareciera que no está en la agenda del gobierno, tomando en cuenta que el gobierno le teme mucho a una palabra, que es terrible para sus oídos: devaluación.
En estas condiciones de caída de la economía, entonces el gobierno da un viraje caracterizado por un aumento del gasto, una expansión monetaria muy importante, y entonces la economía dio la apariencia de que estaba recibiendo esa efusión de gasto y liquidez. Pero había una diferencia con 2009: que la inflación era de 20%. No es lo mismo aplicar una expansión fiscal y monetaria para salir de una recesión como la que había en el 2008 con una inflación moderada, que aplicar esas mismas medidas con una inflación que está a 75%, y sin la misma capacidad productiva que había antes.
Así, en el 2009 hay un conjunto de condiciones favorables para la expansión fiscal: primero, el país tenía en ese momento 43 mil millones de dólares en reservas internacionales; de manera que cuando tú te volteaste para financiar el gasto tenías en caja las reservas internacionales, que eran propicia, para importar bienes de capital, materia prima y cupo de viajeros. Segundo, no se le debía un céntimo a nadie: a las líneas aéreas, laboratorios farmacéuticos, a los proveedores de bienes de consumo e insumos; con nadie se tenía deuda comercial. Tercero, había una capacidad productiva respetable y no había entrado en vigencia la Ley de Precios. El tipo de cambio que había en el 2009 era de 2,15 por dólar, mientras que el paralelo no llegaba a cuatro bolívares.
Hoy tenemos una diferencia abismal entre 6,30 y 150 bolívares, de modo que el mejor trabajo que hay hoy en día en Venezuela es tratar de ponerse en esos dólares a 6,30 y luego venderlos en el mercado negro a 150 bolívares. Este es un sistema que está incentivando el rentismo. Por la distorsión de precios no se sabe cuánto cuestan las cosas en Venezuela.
Es decir, los precios están totalmente disformes. No hay precios relativos, porque, cómo es posible que una carrera de taxi de Caracas a Maiquetía tenga un precio igual al que vale una viaje en avión de Maiquetía a Margarita, y esto porque en un sector los precios están regulados y en el otro sector los precios no están regulados. Entonces, esta distorsión de precios no existía para el 2009 en la forma en que se ve hoy.
Lo otro es que había capacidad de endeudamiento. De modo que esto fue lo que hizo posible que la economía saliera de la crisis en el 2009, mientras que ahora, tú no te puedes voltear, y financiar una parte del déficit fiscal, sino imprimiendo dinero.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″]“Si usted aplica una reforma fiscal para recaudar más en un momento de recesión, escríbalo que va a agudizar la recesión”[/quote]

¿En qué condiciones nos encuentra entonces esta crisis, signada por una baja en los precios del petróleo?
— Primero, nos agarra con unas reservas bajas, y con unos fondos que se están agotando; fondos que no son reservas, pero que son activos externos. Luego, la restricción del acceso a los mercados, justamente, a causa de la deuda acumulada. En tercer lugar, el elevado costo de la deuda; el descuento del descenso petrolero, que nos está pesando una enormidad, y las distorsiones cambiarias.
Entonces, el gobierno tiene un dilema: en el año 2009 pudo aplicar una política monetaria y fiscal muy expansiva, porque tenía reservas y la inflación era relativamente moderada, pero hoy, si aplica esa misma política, corre el riesgo severo de caer en un proceso de hiperinflación. Con esta brecha cambiaria y con esta depreciación acelerada que sufre el tipo de cambio paralelo, lo que se está es midiendo la temperatura inflacionaria de la economía.
Eso es un termómetro, porque los otros precios están regulados, y este es el que recoge mejor las distorsiones de la economía. Ese es el dilema que hay. Por tanto, el precio petrolero ha venido declinando conjuntamente con el nivel de las reservas, y lo peor es que el 74% de los activos están en oro, y el oro que estaba subiendo, ahora está cayendo.
Pero es que también han venido cayendo los fondos que estaban fuera de las reservas. Por ejemplo, Fonden tenía 12 mil 600 millones de dólares en 2012, ahora sólo tiene 3 mil 500 millones. El Fondo Chino tenía 13 mil, ahora sólo tiene 4 mil millones de dólares, y esos recursos son los que han pasado al BCV, y de 62 mil 700 millones que teníamos en el 2012, ahora tenemos 27 mil 800. Es decir, el margen de maniobra es muy limitado.

¿Cuánto pagamos nosotros por deuda este año?
— En este año 2014 pagamos casi 11 mil millones de dólares en capital e intereses. Yo fui de los que dije que Venezuela iba a pagar la deuda a los acreedores externos, y fue verdad. Aquí se dejó de pagar a un conjunto de proveedores, para pagarles a los acreedores externos. Esto está bien, porque es muy complicado no pagar.
En cuanto al 2015, van a ser también unos 12 mil millones de dólares más. El año 2015, y 2016 también, van a ser muy críticos desde el punto de vista de los compromisos acumulados, que hay que pagarlos, y los estamos pagando en términos de privaciones de un conjunto de bienes públicos. Para que se tenga una idea: de cada 100 bolívares que gasta el Estado venezolano, 23 son para pagar la deuda interna y externa; 12 para la salud y 12 para educación.
Entonces, usted me dirá, ¿cuáles son las prioridades del gobierno? Porque la deuda empieza a pesarte, empieza a consumirte el presupuesto. En una economía que no crece, el peso de la deuda se hace relativamente más grande.

¿Cuál es el aporte de caja de las exportaciones petroleras hoy en día de Pdvsa?
— Las cifras que yo manejo son las relativas a 2013, porque las de 2014 no se han publicado. Pero, según la memoria de Pdvsa, Venezuela produjo 2 millones 800 mil barriles de petróleo. De esas cifras, el consumo interno fue de 703 mil barriles de petróleo diarios, a lo cual hay que agregar, aproximadamente, unos 300 mil barriles que van para China, y luego unos 150 mil que van para Petrocaribe. Es decir, lo que genera caja es apenas un millón 700 mil barriles, y cayendo. Esto en razón de que las nuevas plantas que compramos usan diesel, de modo que el consumo del mismo ha venido aumentando, y quitándole eso a las exportaciones.

¿Cómo analiza usted el fenómeno de la inflación en estas circunstancias?
— Yo creo que se trata de un peligro, porque cuando hay procesos inflacionarios, suele haber inestabilidad política. Hay estudios que muestran que existe una relación entre inflación e inestabilidad política, porque la gente no admite que le bajen el salario, pues la inflación constituye una baja de salario. Esto es lo que Keynes definió como ilusión monetaria. Uno tiene billetes, pero no compra casi nada con los mismos.
Ahora yo veo aquí cuatro factores, que están articulando el proceso inflacionario: primero, la caída de los precios petroleros; segundo, no hay exportaciones que te compensen la caída del petróleo; tercero, imposibilidad de bajar el gasto público, por lo que te dije que nadie va a permitir que le bajen el sueldo; cuarto, la impresión de dinero sin respaldo.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″]“Entramos en el túnel de la recesión”[/quote]

Por eso es que el BCV no publica las cifras, porque están tratando de que la crisis no se vea. La impresión monetaria es el elemento esencial que está generando este proceso inflacionario. En ese sentido, el tipo de cambio nominal se va a depreciar. Si la tasa promedio está subiendo, es porque está subiendo el paralelo y también porque Cencoex entrega menos dólares oficiales. El paralelo es un 10% del mercado, pero como va subiendo ello afecta el promedio. Además, están trasladando rubros que antes estaban a 6,30, a 12, una devaluación importante, que no se visualiza, pero que en los hechos está ocurriendo. Si el gobierno tratase de contener el alza de precios, reprimiendo la inflación, el problema va a ser la escasez, y de manera exacerbada.
En consecuencia, el escenario más probable que yo veo es la agudización de las presiones inflacionarias, frente a una capacidad de respuesta de la economía muy limitada.