La situación es insoportable e insostenible. Ya nos tiene hartos. No puede ser que no suceda nada mientras el país va hundiéndose cada día más en el desastre.
Jesús Antonio Petit da Costa
[dropcap type=»3″]L[/dropcap]a “Declaración de Panamá”, suscrita hasta ahora por 30 expresidentes de América Latina y España, constituye un precedente histórico mediante el cual los líderes democráticos, constituidos en Poder Moral con todo lo que ello implica, suplen la “Carta Democrática de América”, cuya aplicación ha sido bloqueada por la Internacional Comunista (Foro de Sao Paulo) para asegurarse el éxito de su estrategia de destruir la democracia desde adentro y luego perpetuarse en el poder.
El bloqueo de la “Carta Democrática” se ha hecho montando un escudo externo y un escudo interno. El escudo externo consta de tres círculos concéntricos: el primero, lo forman los gobiernos del Foro de Sao Paulo (Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador, Perú y Nicaragua), que juegan cuadro cerrado para impedir la admisión de las denuncias; el segundo, los miembros del CARICOM, comprometidos a votar con ellos a cambio de petróleo y de entregarle el Esequibo a Guyana; y tercero, los demás países que fueron neutralizados mediante el chantaje: amenazas de manifestaciones y protestas que organizaría la oposición de izquierda y en el caso de los centroamericanos y dominicanos la suspensión de petróleo. Con el fin de que el escudo externo fuese eficaz se colocó a un miembro del Foro en la Secretaría General de la OEA. Pero aún así había el peligro de que Estados Unidos y Canadá rompiesen el escudo. Entonces inventaron Unasur. Y luego el Celac dándole la presidencia a Cuba, prueba evidente de que no les importa que sea una tiranía cruel. Era la sepultura de la Carta Democrática y de la Carta de la OEA.
La declaración de los expresidentes, junto con las sanciones de Estados Unidos a los 7 primeros funcionarios incursos en crímenes contra los derechos humanos y los pronunciamientos posteriores del Congreso de España y de los Senados de Chile y Colombia, ha socavado las bases de este escudo externo montado por la Internacional Comunista (Foro de Sao Paulo), iniciándose el proceso de su desmantelamiento. Queda por hacer lo mismo con el escudo interno, que lo forma la MUD. Fue creada, sin duda por inspiración del régimen. Sólo así se explica que jamás lo haya denunciado como una tiranía, que jamás la haya calificado de tiranía comunista, que jamás la haya repudiado por servil a Cuba, que jamás se haya rebelado contra la renuncia a la soberanía. Que se haya abstenido de solicitar a todos los países democráticos que hagan lo mismo que EEUU prohibiéndole la entrada a los jerarcas de la tiranía y congelando sus bienes. Nunca ha intentado ponerle fin a la tiranía usando todos los medios de lucha, desde la protesta hasta la desobediencia. Su función ha sido de comparsa electoral, prestándole una careta de democracia ante la comunidad internacional. Nunca se ha atrevido a decir lo que han dicho los expresidentes y actuar en consecuencia como se actúa contra una dictadura. Reconoce cada elección a pesar del ventajismo y el fraude descarado. Reconoce a los poderes públicos siendo ilegítimos, puesto que recurre a ellos sabiendo su inutilidad. Reconoce a Maduro absteniéndose de exigirle su partida de nacimiento y el acta de defunción de su antecesor. Acepta que la Asamblea Nacional sea presidida por un militar. Promueve la pasividad ante el desastre económico y social, llegando a la condena de las protestas como sucedió en febrero de 2014. Promueve la pasividad ante el desbordamiento de la delincuencia, que ya no respeta ni a la policía que era su aliada. Todo lo suyo es votar y votar, mientras el pueblo se agota haciendo colas, buscando desesperadamente alimentos y medicinas, útiles del hogar y repuestos de todo tipo. La MUD no promueve siquiera un gritico.
Nos toca ahora a nosotros, la sociedad civil y políticos disidentes, romper el cerco impuesto adentro por la tiranía usando el escudo interno que se inventó para protegerse, que se llama MUD. Y así provocar el desenlace haciendo uso de todas las formas de lucha. ¿Cómo hacerlo? Es la pregunta a responder ya. No admite más demora, porque la situación es insoportable e insostenible. Ya nos tiene hartos. No puede ser que no suceda nada mientras el país va hundiéndose cada día más en el desastre. Esto no lo aguanta nadie. Hay que sacudírselo.
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