¿Quién gobierna la Mesa de la Unidad?

El futuro de la Mesa de la Unidad es tan incierto como el del gobierno de Nicolás Maduro y el Psuv

Manuel Isidro Molina

Desde hace años, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) está bajo influencia dominante, determinante, de las peores corrientes de la derecha neoliberal y pro-imperialistas, que asociadas al rancio capitalismo y sus redes comunicacionales en Venezuela y el exterior, tratan de retomar el control que tuvieron sobre la vida venezolana durante el lapso 1988-1998.

Esta situación de la MUD quedó evidenciada con las muy restringidas elecciones primarias del pasado domingo 17 de mayo. Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP) arroparon en esos comicios, con una Acción Democrática asociada con PJ para salvar el pellejo. De ahí la escasa convocatoria que esa alianza ejerce sobre la ciudadanía, además de sufrir serias confrontaciones y desencuentros internos por incongruentes diferencias ideológicas y políticas, sumadas al desprestigio de buena parte de sus dirigentes, unos sumidos en fracasos políticos recurrentes, y otros simplemente dedicados al enriquecimiento ilícito y prácticas deshonestas en su transitar público.

He propuesto examinar detenidamente nuestra experiencia histórica de los últimos cuarenta años, digamos desde 1973 en adelante, para poder comprender lo que nos ocurre y cómo podemos comenzar a salir del atolladero en que nos encontramos, bajo el control del sistema político más corrupto, inepto y arbitrario de todo nuestra historia democrática.

Lo más fácil, y así ha sido, es caer en el chantaje polarizante del cepo Psuv-MUD-LaSalida, cuya dirigencia pretende esconderse detrás de insultos y otras descalificaciones que bien podrían servir para describir a unos y otros: ladrones, violentos, asesinos, irresponsables, cobardes, abusadores del poder, descarados, sinvergüenzas.

En 1973, entra de lleno el marketing político estadounidense en nuestras lides presidenciales (Joe Napolitan-David Garth), y comienza una intensa, aunque sibilina campaña por hacer de Venezuela, un experimento acelerado de entronización del neo-liberalismo en boga internacionalmente, y que adquiriría fuerza inusitada con el impulso del eje anglo-estadounidense liderado por Margaret Tatcher y Ronald Reagan.

Es decir, tanto la primera campaña presidencial de Carlos Andrés Pérez, como su gobierno (1974-1979) echan las bases para el empuje neoliberal. Pedro Tinoco es nombrado presidente de la Comisión de Reforma Integral de la Administración Pública (Criap) y el empresariado es llamado a acompañar la “modernización” del Estado, que incluye el esquema de la reversión de las concesiones petroleras (1975).

Acción Democrática y Copei –ejes del bipartidismo del siglo XX- cabalgan sobre las “novedades” neoliberales, que fríamente serían sus sepultureras históricas. El “Gran Viraje” del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1993), y la “Agenda Venezuela” del segundo gobierno de Rafael Caldera (1994-1999) fueron expresión del empuje neoliberal, privatizador y demoledor de las expectativas socio-laborales. Todo ello fue insuficiente. El poder neoliberal nacional e internacional quería más: su apuro barrió a AD y Copei en 1998, se casó con Salas Römer y no pudo superar la arrolladora emergencia de Hugo Chávez.

Paralelamente, esa derecha neoliberal y pro imperialista fue aglutinando a lo peor del bipartidismo del siglo XX, a su rama macartista y abiertamente por norteamericana, en la política, los negocios y los medios de comunicación social. Eso lo capitalizaron Proyecto Venezuela y Primero Justicia, como hoy lo hacen PJ y Voluntad Popular, sobre los restos de la MUD, cuyo futuro es tan incierto como el del gobierno de Nicolás Maduro y el Psuv. La mayoría inconforme del país, no los quiere, los acusa y desprecia, como factores corresponsables de las miserias del bipartidismo del siglo XXI.

El Confesionario

ROLLO EN PRIMERO JUSTICIA: “Le reclaman a Tomás Guanipa el haber escogido a Juan José Moreno, presidente del concejo municipal de El Hatillo, como su nuevo operador financiero. Ahora se les ve para arriba y para abajo, incluso en Miami, donde Moreno le abrió a Guanipa la puerta con grandes empresarios para financiar la venidera campaña electoral”.
55,1 % DE LOS ENTREVISTADOS “se identificaron fuera de los polos”, según la encuesta de mayo 2015 realizada por el Proyecto Integridad Electoral Venezuela de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
OTROS HALLAZGOS INTERESANTES de ese estudio denominado “Percepciones ciudadanas del Sistema Electoral Venezolano” con 1.200 entrevistas en todas las regiones del país, es que 29,5% se declararon “resteados con la MUD”; 15,4% “resteados con Maduro” y 16,4% “chavistas no maduristas” (suman 31,8 %); 13,3% “opositores no con la MUD”; y 25,3% cree que “todos los políticos son iguales”.
NUEVE (9) DE CADA DIEZ (10) VENEZOLANOS piensa que el país está “estancado” (49,7%) o en “retroceso” (37,2%), mientras que apenas 11,7% lo percibe “progresando”.
PARA LOS PRÓXIMOS 12 MESES la situación económica será “mucho peor” para el 41,8%; “algo peor” 27,2%; “algo mejor” 21,1%; “mucho mejor” 9,8%.
EN “CONFIANZA” el PSUV (30,9 %) fue calificado por los entrevistados con diez puntos menos que la MUD (40,8%); y sus diputados (30,9%) con doce puntos menos que los parlamentarios de la MUD (43,1%).
POR ENCIMA DEL 50 % EN CONFIANZA están: Estudiantes (83,5%), Universidades (82,3 %), Empresa Privada (70,6%), Iglesia Católica (65,8%), Iglesias Cristianas (53,9 %) y Fuerza Armada Nacional Bolivariana (51,8%).
AL PRESIDENTE NICOLÁS MADURO le asignaron un grado de confianza de 31,7%.
ESTA ENCUESTA UCAB REGISTRA una intención de ir a votar en las parlamentarias de 87%; y a la hora de definiciones: 39,2% votaría “candidatos de la Unidad”; 20,7% “no sabe”; 16,4% “no votaría por ninguno”; 15,5% lo haría por “candidatos del Psuv”; y 8,2% “no iría a votar”. Métanle ojo crítico y saquen sus propias conclusiones.
EXTORSIÓN BAJO AMENAZA DE VIOLENCIA FÍSICA le están aplicando a los comerciantes de El Cementerio, en Caracas, los mal llamados “colectivos” que se han degradado a bandas hamponiles dotadas con armas de guerra cortas y largas, granadas y equipos diversos de uso policial y militar.
ESO OCURRE TAMBIÉN EN CATIA, como lo he denunciado desde el año pasado, y en otras regiones de Venezuela, lo que incluye a las llamadas “zonas de paz”: abiertamente las bandas delictivas controlan áreas urbanas extensas, adonde no ingresan las policías nacionales (PNB, CICPC, SEBIN), regionales y municipales, ni la Guardia Nacional Bolivariana, como ocurre en Caracas, en partes de Catia y 23 de Enero.
ESTA PRÁCTICA DELICTIVA fue originalmente puesta en práctica en Colombia por guerrilleros y paramilitares, especies de “impuestos revolucionarios” y “contrarrevolucionarios” traídos a Venezuela e instaurados bajo complicidad e incompetencia de las autoridades.
LO CIERTO ES QUE OPERA en forma similar desde la frontera colombo-venezolana hasta la zona del oro en el sur de Guayana, pasando –como vemos- por Caracas, en las narices de los Poderes Públicos Nacionales y las altas jerarquías militares y policiales del país.
ESE TIPO DE “VACUNA” comienza con un pago inicial de 10.000 o 500.000 bolívares, de acuerdo con los bienes, ingresos o riqueza de la víctima, sea comerciante, industrial, ganadero o profesional; y luego -bajo amenaza de atraco, agresión física y hasta asesinato, de todo ello ha ocurrido- las víctimas quedan pagando semanal, quincenal o mensualmente una cantidad fija de dinero a los recaudadores de la extorsión.
ESTE MAL HA PROLIFERADO en Caracas y en casi todas las regiones del país, al amparo de policías corruptos, “dirigentes” políticos del oficialismo –hay que denunciarlo con fuerza, porque así es- vinculados a las mafias civiles y militares que operan aterrorizando a la ciudadanía, y han contado con la complicidad de fiscales del Ministerio Público, jueces y altos cargos del Ejecutivo Nacional. Esa pudrición es insostenible, y se ha hecho parte del impacto con que la sangrienta delincuencia mantiene sometida a la inmensa mayoría de la población.
ASI VA LA DISCUSIÓN en la Unión Alternativa Popular (Unapo): “Combate integral contra la corrupción y la delincuencia como efectos perniciosos de la crisis moral que hoy golpea a venezolanos y venezolanas, sin diferenciar condiciones económicas, sociales, religiosas, políticas, géneros, edades o sectores geográficos de vida, estudio y trabajo”. Síguenos en Twitter: @AltPopular