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Precios del petróleo se mantendrán bajos

Precios del petróleo

Especialistas ven lejana la posibilidad de volver a vivir de un petróleo a 100 dólares. La decisión de la Opep de mantener los niveles de producción pudiera causar otro bajón


Patricia Marcano

Hace un año comenzó el declive. En junio de 2014 el crudo venezolano se vendió al promedio más alto del año: $ 99,11 por barril. Y el de la cesta OPEP a $ 107,74. Durante siete meses los precios descendieron y alcanzaron su nivel más bajo en enero (40,30 dólares promedio), para luego superar tímidamente ese foso y rondar los 56 dólares en mayo.

Especialistas consultados consideran que, a pesar de esos puntos de ascenso, no hay perspectivas de que el precio del barril regrese a niveles cercanos a los vistos hace 12 meses -mucho menos a 100 dólares- al menos en lo que resta de año y en 2016. Pero a la vez son enfáticos al aclarar que el tiempo que tomará llegar a un nuevo equilibro dependerá de múltiples factores, por lo que no se puede hablar de un lapso en particular.

“El precio del petróleo es una variable multifactorial donde la especulación, las manipulaciones financieras y las manipulaciones político-estratégicas de algunos protagonistas como Estados Unidos y Arabia Saudita son determinantes, y eso a veces influye por encima del mercado y por encima de la oferta, demanda e inventarios. Por eso es irresponsable pronosticar cuándo va a subir el precio”, señala el economista y analista petrolero Carlos Mendoza Potellá.

[quote_center]En junio de 2014 comenzó el descenso de los ingresos petroleros[/quote_center]

A su juicio, lo que ha ocurrido con el mercado petrolero no es producto de una simple sobreoferta, pues esta existe desde hace tres años, cuando los precios estaban en $100 y se mantuvieron en ese monto. Mendoza Potellá lo ve desde la geopolítica y asegura que es resultado de manipulaciones financieras y de una estrategia de Estados Unidos con la extracción de petróleo de rocas llamadas lutitas.

Así, EEUU pasó de producir unos 5 millones de barriles diarios, entre 2008 y 2009, a unos 10 millones de barriles diarios con la explotación de lutita, de la cual se obtiene un crudo liviano y mediano, el mismo tipo que la nación norteamericana importaba desde países árabes.

Esta estrategia terminó afectando a países exportadores de crudos livianos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep): Arabia Saudita, Argelia, Nigeria, Kuwait y Catar, precisa el ingeniero y profesor de Políticas Públicas Energéticas de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), David Paravisini.

Detalla que Arabia Saudita dejó de exportar unos 600 mil barriles a EEUU, Argelia otros 500 mil y Nigeria dejó de vender 1 millón. “EEUU cambió su composición de importaciones a lo interno por una estrategia de seguridad energética, y hubo países que no se afectaron, como Venezuela, porque nosotros producimos petróleo pesado y extra pesado. A nosotros no nos han dejado de comprar pero sí nos afecta la caída de los precios”, señala Paravisini.

En busca del equilibrio

El profesor de la UBV es tajante al decir que lo que se está viviendo es una “guerra de precios” emprendida por Arabia Saudita desde hace un año, para recuperar ese mercado. “La única manera era introduciendo petróleo de la calidad más alta y al menor precio posible. Estas son guerras a mediano y largo plazo, y los que están confrontándose son EEUU y los productores de este petróleo de lutita, y los países exportadores de crudo liviano, a ver quién aguanta más”, sostiene Paravisini.

Asegura que ese enfrentamiento lo inició el país árabe sin consultar con el resto de países Opep, aunque se alió con algunos como Nigeria y Argelia, y terminó arrastrando a todos. Por ello el profesor de la UBV no esperaba cambios tras la reunión de la organización celebrada hace dos días en Viena, y que efectivamente no ocurrieron. Decidieron mantener la cuota actual de barriles. “No van a variar la producción porque Venezuela lo pida u otros países así lo quieran. No somos unánimes y además hay intereses distintos”.

[quote_center]Especialistas ven lejana la posibilidad de volver a vivir de un petróleo a 100 dólares[/quote_center]

Tras 12 meses de “guerra”, Paravisini y Mendoza Potellá comentan que ya se observan algunos efectos: la mitad de las empresas explotadoras de lutitas han cerrado, ciertas perforaciones han cesado y las tres principales compañías han despedido a unas 30 mil personas en año y medio. Pero a la par han emprendido un desarrollo para mantenerse en la producción, con barriles incluso a $50.

“Estamos en medio de una guerra de precios y los objetivos no se han conseguido. Yo no veo perspectivas de que los precios vayan a subir. Esto va a durar quién sabe cuánto. Ganará el que tenga más fuerza. Lo que ha subido no es nada”, expresó Paravisini, quien fue presidente de la comisión de Energía y Minas del antiguo Congreso.

Si bien en las últimas semanas los precios se han estabilizado un poco, manteniéndose por encima de $50 la cesta venezolana y sobre $60 la Opep, tras la decisión del viernes de mantener las mismas cuotas de barriles “es factible que los precios vuelvan a tener un bajón”, señaló Mendoza Potellá.

Para el economista Igor Hernández, coordinador del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA, lo que está pasando es “un cambio fundamental de paradigmas dentro del mercado, se está buscando cómo armonizar la oferta mundial de petróleo”. “Esto hará que tengamos un reajuste en este segundo semestre, de tratar de eliminar los excesos de barriles que tenemos ahora. Es probable que a largo plazo, hasta finales de la década, sigan existiendo los productores de lutita”.

El también economista recuerda que el país vivió una crisis similar a finales de 1980 y que se solventó en una década, pero aclara que las circunstancias actuales son distintas y que el mercado petrolero es muy volátil. En todo caso, considera que se vienen dos años de reajustes fuertes donde el mercado tratará de encontrar un precio de equilibrio.

El profesor del postgrado de Política Petrolera de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Luis Oliveros, ve una estabilización más lejana. “En el mercado petrolero no se habla de imposibles pero pareciera que lo más probable es que veamos un estancamiento o descenso. Para Venezuela es muy malo el escenario porque significan menos divisas, ajustes de ingresos y de divisas durante este año y el que viene. Quizás esta vez la recuperación no tome una década como pasó en los 80 y 90, sino en cinco años”.

Las facturas por la venta de crudo venezolano tienen un lapso de pago de 90 días, con sus variaciones, indicaron los especialistas. Por ello Hernández advierte que aún en junio el país sentirá los efectos de esos barriles vendidos en el primer trimestre del año, cuando el petróleo se cotizó por debajo de los 50 dólares. “Los próximos meses no serán mejores. Con ese rezago es que vas a ver los dólares en el resto de la economía”.

[quote_center]La decisión de la Opep de mantener los niveles de producción pudiera causar otro bajón[/quote_center]

Oliveros agrega que los problemas económicos de hoy no deben verse solamente como consecuencia de la caída del petróleo. “Venezuela tiene problemas desde mucho antes. Ya en el primer trimestre de 2014 el país necesitaba un barril a $140 para tener equilibrio fiscal, y con el barril a $100 el PIB bajó 5 puntos. ¿Por qué? Porque lo estábamos haciendo mal. Apostar a la subida de los precios para salir de la crisis demuestra que no se tiene ningún plan para enfrentarla y habla de la fragilidad de la política económica del país”.

Mendoza Potellá comenta que actualmente hay personas apostando por un barril a $60 o $70 durante este año, y otros que lo vaticinan en $40 para finales de 2015. “¿Quién tiene la razón? Uno no sabe, porque aquí hay fuerzas muy grandes: geoestratégicas, financieras, políticas, de mercado. Ya se verá”. El viernes el crudo venezolano cerró en 56,73 dólares; ese fue el promedio de la primera semana de junio. Y el Opep en $ 60,88.


 

Tiempos de mayor eficiencia

Venezuela enfrenta el bajón de precios del petróleo sin un fondo de reservas que le permitan surfear la crisis. De la carencia, David Paravisini, profesor de la UBV, y Carlos Mendoza Potellá, economista, coinciden al decir que era necesario usar esos ahorros para solventar la deuda social que consiguió el expresidente Chávez en 1999: “Era inmoral tener un fondo de ahorro con 80% de la población en pobreza y pobreza crítica”, señala Paravisini.

Igor Hernández, profesor del IESA, sostiene que esa deuda se pudo atender incrementando la productividad de otros sectores de la economía, generando empleo, pero lo que se hizo terminó llevando al país hacia una mayor dependencia del ingreso petrolero. “El petróleo es una materia cuyo precio es muy volátil, no puedes atar tus decisiones de gastos a un ingreso extremadamente volátil”, dice el economista.

Ahora es complicado. “Los fondos comienzan a hacerse cuando tienes ingresos excedentarios. En estos momentos un mecanismo de ahorro te va a generar una contracción mayor a la que tenías antes”, indicó Hernández. Por ello propone resolver los desequilibrios económicos internos y resolver el clima de inversión privada para que lleguen recursos por esa vía y se puedan generar empleos.

Desmontar los controles de cambio y de precios, así como sanear las instituciones serían otras acciones, plantea Luis Oliveros, profesor de la UCV, pues también inciden en la posibilidad de inversión. A su juicio, iniciar un fondo de estabilización macroeconómica en épocas de recesión puede ser positivo porque “te crea disciplina”, pero requiere la toma de unas medidas que duda se apliquen

Paravisini no lo ve viable porque, en su opinión, eso implicaría sacrificar los programas sociales. “Lo que sí podemos hacer ahora es maximizar la renta, ser más eficientes en la industria, exportar menos petróleo y más derivados, poner a funcionar las refinerías en 95% o 98% y no dejarlas al 80% como están ahorita. Además, hay un reclamo a la junta directiva de Pdvsa, a la que salió, a la modificada, a la que está ahorita: están perdiendo sus objetivos. No es posible que el costo de producción de un barril aumentara de $ 11 a $ 18. En medio de una circunstancia como esta, Pdvsa se hace más ineficiente”.


Si quieres contactar al autor de esta historia escribe a: patricia@larazon.net