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Sary Levy: La gente rechaza cada vez más al bolívar

Para Sary Levy, ex decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Central de Venezuela, la falta de cambio en las políticas económicas hace que población no crea que la situación venezolana pueda mejorar


Enrique Meléndez

 La especulación cambiaria, que se tradujo en un alza del dólar paralelo a niveles históricos a mediados de este mes de mayo, es el resultado, a juicio de la economista Sary Levy, de la falta de seguridad, de la falta de credibilidad que ostentan las políticas actuales para atender la economía venezolana.

“Esto no es producto de ninguna guerra económica, sino el de un modelo que ha mostrado históricamente, en el siglo XX lo mismo que está mostrando en el siglo XXI, que cuando una economía no permite a sus actores las dinámicas normales económicas, cuando estos actores son acosados a partir de controles, regulaciones, expropiaciones y demás elementos, tarde o temprano la economía colapsa”, expresa la también profesora y ex decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCV.

El gobierno habla de una guerra económica, cuyos efectos se traducen en una severa escasez y un costo de la vida disparado hacia el nivel hiperinflacionario. ¿Usted cree que el gobierno tiene identificados a sus enemigos, en ese sentido?

— La situación que vive la economía venezolana es el resultado de un modelo socialista que, evidentemente, ha colapsado. Esto no es producto de ninguna guerra económica, sino el de un modelo que ha mostrado históricamente, en el siglo XX lo mismo que está mostrando en el siglo XXI, que cuando una economía no permite a sus actores las dinámicas normales económicas, cuando estos actores son acosados a partir de controles, regulaciones, expropiaciones y demás elementos, tarde o temprano la economía colapsa.

[quote_center]“Desde 2004 es que el gasto creció muy por encima de los ingresos. Eso fue socavando las bases de la estabilidad de la economía”[/quote_center]

Lo que nosotros hemos visto es que estas serias distorsiones se venían fraguando en la economía desde comienzos de 2004 y, especialmente, desde el momento en que se inicia el rally de los precios petroleros, pero junto con el rally petrolero lo que vamos a tener simultáneamente desde 2004 es que el gasto creció muy por encima de los ingresos. Eso fue socavando las bases de la estabilidad de la economía.

Se fue desmantelando el aparato productivo, se hizo cada vez más dependiente la economía nacional de las importaciones y ante una caída de los precios petroleros, pues se ha hecho mucho más evidente, se agrava la situación crítica. No hay que buscar en enemigos externos la razón del colapso, sino justamente en el modelo económico que se ha venido aplicando en la economía venezolana desde comienzo de siglo.

El profesor Luis Brusco señaló para La Razón que, al ritmo que vamos, y dada la desidia del gobierno para encarar la situación, el acumulado inflacionario para finales de año pudiera ubicarse en 200%. ¿Qué piensa usted?

— Efectivamente, la monetización del déficit a partir de abultadas emisiones del BCV ha acelerado profundamente la inflación, y esto ha sumado presiones contra la moneda nacional, lo que viene impulsando el precio de lo que llamamos el paralelo, que no es otra cosa que el precio actual de mercado de nuestra moneda, siendo que en la actualidad la población está dispuesta a pagar cincuenta veces por sobre el precio oficial del Cencoex.

Este incremento de la liquidez, obviamente, ha sumado presiones negativas al sector nacional y ha debilitado la economía. Sí, efectivamente, cuando uno revisa que el año pasado tuvimos una inflación de 68,5% y en alimentos superó el 100% en un entorno con restricciones de ingresos, y manteniendo los niveles de gastos con incrementos de emisiones monetarias, pues es muy probable que esa tasa de inflación se sitúe alrededor de 200% este 2015, si no se da un giro a las políticas actuales.

¿Cómo interpreta usted el hecho de que el BCV no haya publicado las cifras de la inflación de lo que va de año, lo mismo que algunas cifras, incluso, del año pasado?

— Bueno es algo muy preocupante, porque nosotros los que trabajamos en el área económica siempre nos hemos apoyado en las cifras que publica el BCV, porque teníamos la confianza de su actuación, manejando estas cifras económicas de forma responsable. Esconderlas, no va a resolver el problema de la inflación. Simplemente va a manifestar más ese temor que tenemos todos de que no se quieren ofrecer las cifras, porque son muy negativas.

[quote_center]“Ante la restricción de divisas, cualquier mecanismo se presta para la especulación”[/quote_center]

¿Se pudiera decir que esa mutación que llevan a cabo los capitales de los bachaqueros en la frontera colombo-venezolana, a partir del contrabando de la gasolina que se adquiere con bolívares, se vende en Colombia en pesos, y pesos que son transformados en dólares en las casas de cambio de Cúcuta, constituye uno de los factores que inciden sobre la especulación cambiaria?

— La especulación cambiaria es el resultado de la falta de seguridad, de la falta de credibilidad que ostentan las políticas actuales para atender la economía venezolana. Señalar a algún actor en particular es echarle la culpa al mensajero. Simplemente, el bachaqueo es un síntoma de la gravedad de la situación económica venezolana, de la estructura de controles que estamos viviendo.

Cuando usted coloca un control cambiario rígido desde 2003, y cuando usted mismo tiene un tipo de cambio múltiple oficial, Simadi, que está alrededor de los 200 bolívares por dólar, y otro tipo oficial a 6,30, usted mismo está desarrollando lo que en economía llamamos un arbitraje cambiario que fomenta la especulación.

Ante la restricción de divisas, cualquier mecanismo se presta para la especulación. En el caso de lo que usted señala del contrabando de gasolina, ciertamente pudiera ser uno de los actores, pero no necesariamente tiene que ser el único. Lo que ocurre con un mercado negro es que, por ser negro, no podemos saber qué peso tienen los actores, qué cantidades y a qué precio tranzan, ni con la frecuencia con que lo hacen.

[quote_center]“La dolarización es una alternativa a la que se llega cuando las economías están totalmente depauperadas”[/quote_center]

Eso es lo que ocurre cuando hay controles. Si hubiera un libre mercado, sabríamos quién transa qué, cómo y a cuánto. Sobre ese punto es en lo que quiero insistir: mientras existan los diferenciales cambiarios y el control, que hoy en día tenemos, va a persistir un esquema de especulación frente a la moneda nacional.

¿Qué piensa usted de la dolarización?

— La dolarización es una alternativa a la que se llega cuando las economías están totalmente depauperadas y sus autoridades monetarias no cuentan con la credibilidad, como para que la población pueda creer en un ajuste de sus políticas. Para el caso actual venezolano ni siquiera se ha planteado cierto cambio en la dirección de las políticas, y es por eso que la población no cree que la situación venezolana pueda mejorar.

Ante ello, el bolívar es cada vez más rechazado por la población, y en este momento cualquier cosa es mentalmente tasada al precio del dólar de mercado. Es por ello que la dolarización aparece en el tapete como una alternativa, porque la población está dispuesta, por muy pocas cantidades de dólares, aceptar cualquier trabajo, frente a una cantidad en bolívares que, bien pudiera aparentar ser mayor, pero que la población siente que la inflación y la devaluación licuarán dicho monto.

¿Vamos camino a una dolarización, si tomamos en cuenta que hay algunos bienes y servicios ya se han comenzado a tranzar en dólares?

— No, todo lo contrario. Un proceso de dolarización exige, como primer paso, la unificación cambiaria, y si se llegara a un proceso de dolarización habría que establecer una tasa única, a la cual los bolívares fueran canjeados por dólares. El proceso como usted señala, que se permite comprar pasajes o vehículos en divisas, eso no es dolarización. Eso, por el contrario, es segmentar, discriminar a la población entre los que tienen cuentas en dólares y dólares ahorrados, y quienes no la tienen, y que dada la imposibilidad de adquirir divisas en la actualidad, tampoco la podrían tener en un futuro.

[quote_center]“El problema está en la falta de credibilidad que tienen las políticas de gobierno, por eso la población se resguarda”[/quote_center]

Eso se parece un poco más al peso cubano convertible, que a un proceso de dolarización al estilo de Ecuador, si tuviésemos que buscar a dos países como referentes. No hay que confundir el proceso de adquisición de algunos bienes en divisas con un proceso de dolarización, son dos cosas bien distintas.

¿Cómo ve usted el problema de los inventarios? ¿Es cierto que estamos a escasas semanas de su total agotamiento?

— Una gran cantidad de industrias, sobre todo de alimentos, han manifestado su preocupación por la falta de liquidación de divisas, con lo cual se pone en riesgo la poca producción nacional y eso, definitivamente, está afectando y va a afectar en forma grave a la población, porque llevamos muchas semanas donde cada vez vemos que las liquidaciones son lentas, son muy pocas y, naturalmente, esto afecta el nivel de inventario nacional.

[quote_center]Esconder las cifras no va a resolver el problema de la inflación[/quote_center]

Normalmente las industrias tienen ciertos inventarios acumulados, pero a partir de la idea de que eso era acumulación para especulación no se les ha permitido tener inventarios, tampoco a los comerciantes que trabajan al detal, de modo que el poco inventario que hay, es el que la gente pudiera tener en su casa. Suplir el inventario de una población a nivel individual es muy costoso y elevado.

Volvemos a lo mismo. El problema está en la falta de credibilidad que tienen las políticas de gobierno, y por lo cual la población se ve en la necesidad de resguardarse, y eso no ayuda en lo absoluto. Para que una economía funcione, el primer elemento que se requiere es la confianza. Entonces, ese grado de deterioro de nuestra moneda es lo que tiene tan afectada a la población.


Las reformas necesarias

Se tiene entendido que el gobierno hace lo que se conoce como “raspar la olla” con la deuda de Petrocaribe y otros activos internacionales, que los ha vendido o renegociado, a los fines de acumular recursos para responder sus compromisos con respecto a la deuda externa. ¿Qué piensa usted?

— Eso ha ocurrido con la deuda que se tenía con República Dominicana, que se liquidó. Efectivamente, esos son algunos elementos que le pudieran dar liquidez circunstancial. Pero ya hemos visto que eso se ha realizado, y ese monto lamentablemente es insuficiente. También se han hecho “swaps” de oro, se han hecho liquidaciones de derechos especiales de giro que tenemos en nuestras reservas, y lo que estamos viendo es que cada vez tenemos más debilitada nuestra posición de reservas internacionales, que son el respaldo de nuestra moneda, por lo que se evidencian las razones del debilitamiento de nuestro signo monetario.

Entonces, lo adecuado es establecer un mecanismo de unificación cambiaria para darle cierta credibilidad y estabilidad a la economía, ir aflojando los controles, desarrollar un programa de racionalización del gasto público, porque sin racionalizar el gasto público y controlar la emisión monetaria, esto va a ser imposible; de lo contrario, quienes vamos a vivir y vamos a sentir el deterioro de la calidad de vida cada día más somos los ciudadanos venezolanos.

En ese sentido, ¿se pudiera decir que el gobierno está preparado para honrar los compromisos de la deuda, sobre todo, para el mes de octubre?

— Habría que ver qué políticas se adelantan de ahora en adelante. Volvemos a lo mismo: todo puede cumplirse con esas exigencias, siempre y cuando se hagan las reformas necesarias y adecuadas, y a tiempo. En la medida que pase más el tiempo sin hacer las reformas, mayores serán los costos para la población y mayor será la debacle económica.