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Si yo fuera abogado de Miss Acetaminofén

En cualquier otro país Miss Acetaminofén, como ha sido apodada la candidata a diputada, sería emplazada a renunciar a la candidatura. En otros pudiera ser hasta enjuiciada



Jesús Silva R.

Confundió el ingrediente activo de la pastilla más famosa del mundo con una venenosa planta capaz de asesinar en horas a quien cometiera la estupidez de ingerir sus jugos. Su imagen quedará para siempre en la historia de este país. En la soledad de su almohada, mientras en redes sociales llueven insultos y burlas contra ella, una atormentada Miss Acetaminofén tiene pesadillas con la misteriosa mata. Y aunque ya lanzó vía Twitter un comunicado diciendo que fue malinterpretada, seguro que ya se ha comprado una enciclopedia de especies herbáceas para no repetir la tragedia que le malogró la vida. Por desgracia es imposible devolver las agujas del reloj.

Ese día, lucía su mejor peinado, una reluciente camisa roja apretadita y frente a la cámara se tongoneaba con euforia. Le hablaba al hombre que muchos consideran el más poderoso y temido de este país. La tv nacional transmitía aquel momento. Ella sabía que eran sus minutos de fama. La candidata quiso impresionar.

Lanzó una propuesta improvisada, creyó tener un remedio mágico para Venezuela. Pero no investigó previamente y le faltó leer. Tal vez un arranque de viveza criolla le hizo creer que podía inventar la fórmula. No lo pensó más y se tiró una “parada”. En cualquier otro país Miss Acetaminofén sería emplazada a renunciar a la candidatura, en otros pudiera ser hasta enjuiciada.

Si yo fuera el abogado de Miss Acetaminofén en un hipotético juicio, le advertiría muchas cosas para ahorrarle largas vacaciones en un anexo femenino. Desde el punto de vista jurídico penal, su conducta podría ser tipificada como instigación al suicidio colectivo, al convocar a las personas a ingerir extractos de una yerba mortal. Como circunstancia agravante del delito estaría el uso de la tv para tales fines, además del valimiento de su posición política como elemento capaz de inspirar credibilidad y lograr más fácilmente propósitos letales.

En caso de haber sabido que la planta era asesina, se le imputaría “dolo” pues su intención directa fue causar la muerte. Si ignoraba la toxicidad de la planta, se le atribuiría “culpa”, pues ya fuere por imprudencia, negligencia o impericia en sus recetas, no se documentó suficientemente sobre los efectos diabólicos de la matica.

Tal vez la hipótesis más creíble para el pueblo sea que ella no sabía nada de la planta ni se interesó por saber, simplemente quiso lucirse en la tv y frente a los jerarcas del poder. Si la bendita mata era curativa o asesina, a Miss Acetaminofén poco le importaba. En este caso sería «dolo eventual», modo delictivo donde el sujeto no busca un resultado dañino pero sabe el riesgo de que ocurra un dramático final y sin embargo no le importa y mantiene o profundiza su conducta.

Otro supuesto, el único que salvaría a Miss Acetaminofén, es el de “alucinación transitoria”. Un estado de fragilidad mental generado por la guerra económica que afecta a los venezolanos. No pocos de nosotros hemos intentado soluciones descabelladas ante la falta de un producto esencial. Buscando tusa para cubrir la ausencia de papel tualé, preparando tetero de soya porque esconden la leche, lavándonos la cabeza con lavaplatos porque champú no hay, usando un trapo mojado varias veces al día para limpiarnos las axilas porque desodorante tampoco se consigue, recargando la batería del carro hasta que se sulfate porque no hay quien venda una nueva y hay muchos ejemplos más.

Entonces, pido el perdón de Venezuela hacia esta pobre mujer. Solicito para ella medida humanitaria, indulto o amnistía. También pido que la dejen como candidata y también próxima parlamentaria porque la guerra económica que vivimos es un eximente o razón para perdonar la responsabilidad penal, la responsabilidad política y todas las alucinaciones. Si a Miss Acetaminofén le pasó como a Kung Fu, es decir, se Kong-Fun-dió, hoy muchos venezolanos andamos confundidos y también buscando maticas mágicas. En la página web de “La Razón” comparto un extracto del video de este insólito momento de la tv, ratificando mi llamado de que opositores y chavistas trabajemos juntos y sin odio para vencer la actual crisis económica que nos golpea a todos por igual.

El extraño caso de la mata de acetamimofen #missacetaminofen #matadeacetaminofen #acetaminofen #Venezuela #psuv

A video posted by Jesús Escritor Silva (@jesusescritorsilva) on


 

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