Más de un ciudadano atiende sus llamadas con el recelo de creer que en medio de la línea alguien está escuchando sus conversaciones. Hacer eso no es tan fácil y aunque viola el artículo 60 de la Constitución, espiar teléfonos parece estar impunemente de moda
Gabriela Rojas
La pregunta inicial obliga a hacer una pausa antes de la respuesta: “¿se puede pinchar un teléfono fácilmente?”. Los entendidos del tema dudan en dar respuestas demasiado reveladoras y de inmediato -medio en broma, medio en serio- saludan al hipotético vigilante que puede estar escuchando la llamada en curso.
La intervención y grabaciones de las comunicaciones telefónicas son una violación a la Constitución Nacional, según establece el artículo 60: “Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos”.
Pero parece que cada vez más los ciudadanos despiertan sus alertas ante la posibilidad de que alguien esté interviniendo sus comunicaciones. En especial cuando las grabaciones ilegales han sido transmitidas en todo tipo de horario a través de medios de comunicación, incluidos los del Estado.
Al famoso audio de Mario Silva, difundido el 20 de mayo de 2013 por el diputado Ismael García, le han seguido una serie de filtraciones públicas de conversaciones telefónicas de todos los calibres: desde presuntas conspiraciones hasta supuestas infidelidades que poco tienen que ver con la agenda pública del país.
En junio de 2013, el alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, transmitía en vivo a través del canal del Estado, VTV, extractos de una conversación entre la diputada María Corina Machado y el profesor Germán Carrera Damas. Posteriormente Machado aclaró que se trataba de una conversación presencial en la casa de Carrera Damas, que duró aproximadamente dos horas, por lo que tuvo que ser grabada con equipos instalados ilegalmente dentro de la residencia.
[quote_center]“Lo único que se necesita para hacer grabaciones ilegales en los servicios de telefonía del país es que la principal empresa de telecomunicaciones esté en manos del Estado»[/quote_center]
Las conversaciones privadas de Machado han sido difundidas varias veces a través de los canales del Estado. En febrero de 2014 la diputada Tania Díaz presentó otro audio de una conversación telefónica de María Corina Machado.
Las conversaciones de Leopoldo López también han sido difundidas en diferentes oportunidades. En el programa Cayendo y Corriendo, transmitido por Venezolana de Televisión presentaron una conversación entre Leopoldo López y Daniel Ceballos, pocos días antes de que a través de redes sociales apareciera un polémico audio entre Daniel Ceballos y su esposa Patricia, en el que se revelaba una supuesta infidelidad que involucraba al presentador de televisión Luis Chataing.
El último audio divulgado, correspondiente a una grabación telefónica, data de la semana pasada. El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, presentó en su programa Con el Mazo Dando una conversación entre dos supuestos integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática cuestionando la decisión del CNE sobre la paridad de género
“La tecnología evoluciona para bien y para mal. Hay varios tipos de software en el mercado que permiten intervenir las comunicaciones telefónicas, no es sencillo pero está disponible. De igual manera para hacer esto se requieren recursos, personas, equipos, y por supuesto intención porque esto implica un interés específico, así que dudo que pinchar teléfonos sea algo masivo que haga cualquiera”, asegura Genaro F., ingeniero en telecomunicaciones que prefirió mantener su nombre en reserva.
[quote_center]No es necesario que alguien esté escuchando en tiempo real. Las llamadas pueden ser grabadas y los registros se revisan posteriormente[/quote_center]
El ingeniero explica que hay diversas formas de espiar o intervenir llamadas de líneas celulares, fijas e incluso los servicios como skype pero todas requieren uso de tecnología especializada y acceso privilegiado a información. Aunque muchos usuarios lo toman ligeramente y en tono de broma, considera que hay pruebas de que las pinchadas telefónicas son parte de una estrategia utilizada por grupos de poder. “Es como un secreto a voces. Pero no olvidemos que es ilegal”.
Aclaró que hasta finales de los 90 cuando la telefonía fija era la principal vía de comunicación, la intervención de una llamada se hacía por medio de cableado (lo que se conocía como “montarse sobre la línea”) pero era un recurso de carácter técnico para reparaciones o revisión de fallas. Pero con la masificación de los teléfonos móviles, las empresas privadas y las administradas por el Estado (Cantv y Movilnet) diversificaron la tecnología con los sistemas 2G (TDMA, CDMA, GSM), luego 3G para teléfonos inteligentes y con ello plataformas que permiten la grabación.
“Lo único que se necesita para hacer grabaciones telefónicas es que la principal empresa de telecomunicaciones esté en manos del Estado venezolano”, apunta Luis Carlos Díaz, periodista y especialista en redes digitales de comunicación.
Díaz destaca que además de la grabación, la difusión y el uso discrecional de esta información por parte del Estado es una violación de un derecho humano y de la Constitución. “Una persona común y corriente no puede intervenir fácilmente las comunicaciones privadas porque para eso se necesitan demasiados recursos y es el Estado el que tiene las posibilidades para hacerlo”.
Oído alerta
En la cotidianidad son muchas las leyendas urbanas que acompañan la percepción de que nuestro teléfono personal está siendo espiado: oír un clic antes de que la otra persona atienda, una especie de eco que acompaña la voz en la línea, una batería que se acaba rápidamente, interferencias de sonido o una especie de traqueteo mientras habla. Algunas de estas señales pueden obedecer a causas totalmente fortuitas y en algunos casos hay una base técnica que lo explica.
Por ejemplo, se asocia el sonido de un clic o un eco con la idea de que hay una persona escuchando las conversaciones en el momento en el que ocurren. Un ex empleado de una empresa privada de telefonía móvil señaló que no es necesario que alguien esté escuchando en tiempo real: “las llamadas pueden ser grabadas y los registros se revisan posteriormente”.
[quote_right]»Es necesario utilizar sistemas de seguridad para proteger nuestra vida digital: redes sociales, correo electrónico, mensajería instantánea e incluso plataformas para transacciones bancarias»[/quote_right]
Explica que la grabación de llamadas es un sistema que, por ejemplo, utiliza la banca cuando realizan transacciones en línea aunque hacen la advertencia a los usuarios: “esta llamada será grabada por su seguridad”.
Otro indicio que se menciona es que el teléfono se reinicia sin razón aparente porque se presume que algo externo lo sobrecarga para procesar más información de lo habitual. Esto no es un indicio seguro porque muchos teléfonos móviles presentan fallas de sistema operativo o de batería que los hacen reiniciarse sin que eso signifique que la línea esté intervenida.
Los ruidos de interferencia son otro elemento que comúnmente genera suspicacia en la gente. El ingeniero apunta que el teléfono celular es un aparato receptor y transmisor así que electrónicamente es factible que emita sonidos de interferencia sin que entren llamadas (los ruidos son similares a los que ocurren cuando un celular está cerca de una corneta de música o alrededor del reproductor del carro).
Los especialistas advierten que no está de más estar atentos a la posibilidad de una intervención telefónica pero hay que prestar mayor atención al manejo de información personal que puede ser vulnerada, por lo que es necesario utilizar sistemas de seguridad que permitan proteger nuestra vida digital: redes sociales, correo electrónico, mensajería instantánea e incluso plataformas para transacciones bancarias.
Pero si al comenzar una llamada telefónica escucha un “clic” o un “track” que le resulte sospechoso, no está demás saludar por si acaso tenemos compañía.
[quote_center]Hay diversas formas de intervenir llamadas pero todas requieren uso de tecnología especializada y acceso privilegiado a información[/quote_center]
Al estilo Hollywood
En sitios web de venta de productos se ofrece un “grabador espía de llamadas telefónicas por computadora” en menos de 3.000 bolívares. En la búsqueda también se consigue un aparato similar que permite “la grabación de dos líneas simultáneas”, llamado popularmente el “espía llamada”, con precios que rondan los 10.000 bolívares.
En 2014, la empresa de telecomunicaciones británica Vodafone reconoció que todas las conversaciones telefónicas que ocurren en los 29 países donde tiene operaciones son escuchadas y grabadas por los servicios de inteligencia gubernamentales. La empresa aseguró que en su red de telefonía tienen conectados cables que permiten seguir y grabar las conversaciones y dar la localización de la persona. Estas revelaciones avivan el debate mundial que existe sobre los sistemas de vigilancia gubernamentales y el respeto a la privacidad e intimidad de los ciudadanos.
El 1ro de junio la NSA (Agencia de Seguridad Nacional por sus siglas en inglés) de Estados Unidos perdió la autorización legal que le permitía registrar los datos telefónicos de manera indiscriminada en el marco de la Ley Patriota Antiterrorista. Las compañías telefónicas almacenan esta información pero los servicios de inteligencia están obligados a conseguir una orden judicial para acceder a ellos.
Si quieres contactar al autor de esta historia, escribe a: gabriela@larazon.net