Las largas filas de personas para retirar efectivo en cajeros automáticos son una constante en las calles, agencias y centros comerciales. La plataforma bancaria colapsa ante la gran demanda de billetes
Mónica Duarte
El manejo del dinero en efectivo tiene cada vez más complicaciones. Las limitaciones bancarias para adquirir grandes cantidades de billetes impactan en las transacciones diarias de la población que ahora necesita altos montos de dinero para pagar servicios y productos simples.
Consuelo Hernández espera por su turno para retirar dinero en los alrededores de la Plaza Bolívar de Caracas. Explica que para ella sacar dinero del banco es una odisea necesaria. “Siempre me toca hacer largas cola, de más de media hora, pero ahora uno tiene que andar con efectivo siempre porque donde consigas un producto regulado tienes que comprar y en efectivo sales más rápido de la cola”, explica la administradora de profesión.
Esta no es la única razón por la que cada vez más personas se ven obligados a manejar sus transacciones diarias en papel moneda. Los establecimientos comerciales, mercados de calle y locales de comida comienzan a pedir a sus consumidores pagos únicamente en efectivo.
En época de vacaciones hacer un paseo familiar a la playa puede costarle más de 5.000 bolívares a un núcleo de cuatro personas. En el mejor de los casos, eso equivale a 50 billetes de 100 bolívares.
[quote_center]Los precios dejan atrás la estructura del cono monetario[/quote_center]
“Ya la costumbre se hizo norma. Me molesta cargar con tanto efectivo pero ahora todo se paga así”, dice Gustavo Carillo quien al momento de ser consultado acababa de hacer cuatro retiros para poder sacar los 2.400 bolívares que le pidieron en el taller donde le está haciendo servicio a su camioneta.
“Hace dos semanas me dieron 300 bolívares en puros billetes de cinco ¿Cómo te va a dar un cajero billetes tan bajos cuando necesitas tanta cantidad? Al final los cajeros dejan de trabajar más rápido porque se les agota el dinero. Me ha tocado ir hasta cuatro y cinco veces en un mismo día al banco para poder sacar todo lo que necesito”, manifiesta.
El economista Luis Oliveros explica que, hace siete años, para el inicio de la reconversión monetaria con la que se eliminaron tres ceros a la moneda, los billetes de 100 bolívares correspondían al 5% de la circulación total de dinero. Hoy representan entre 30% y 35%, siendo el billete más común en los bolsillos del venezolano.
La circulación de billetes de 100 bolívares se duplicó en el último año. Para junio de 2015 se imprimieron 1.859,2 millones, en comparación con los 909,5 millones del mismo mes de 2014. Las cifras publicadas por el Banco Central ya reflejaban 75,8% de incremento interanual de 2013 a 2014 en la circulación de los billetes de más alta denominación.
Pero estos montos resultan insuficientes. La demanda de los billetes de mayor valor sigue en incremento a medida que los precios dejan atrás la estructura del cono monetario, según informan los especialistas.
Este fenómeno es una de las explicaciones que le da Oliveros a la posible importación del papel moneda desde Europa. “Si se imprimen más billetes de lo que se tenía presupuestado y no se tiene una buena planificación la producción en la Casa de la Moneda venezolana colapsa”.
Este viernes el Banco Central abrió una licitación internacional para comprar papel de seguridad que permita la impresión de billetes de 50 y 100 bolívares. Según señalan fuentes extraoficiales, estas cotizaciones se estarían pidiendo desde hace una semana en casas de moneda y empresas europeas. El economista y ex gerente del BCV, José Guerra, afirma que los billetes de 100 bolívares ya se están produciendo en Alemania.
No se conoce una versión oficial pero los economistas consultados explican que la rapidez y bajo costo de la producción en el exterior indujeron a tomar esta alternativa.
Menos valor pero más volumen y peso
Los comerciantes de calle manejan fajos de billetes tan gruesos que los bolsillos no les son suficientes. “Es incomodo cargar tanta cantidad de dinero encima, que en realidad no termina siendo una gran cantidad sino grandes pacas, pero llama la atención y es peligroso por la inseguridad”, explica el mototaxista Hector León.
Una carrera básica la cobra en 150 bolívares, por ello debe manejar mucho efectivo. Para estar más cómodo y confiado León se dirige a mediodía a la agencia bancaria junto a la que se encuentra la parada de su línea para depositar sus ganancias diarias.
[quote_right]»Imprimir billetes de más alta denominación arreglaría el problema transaccional, no el inflacionario»[/quote_right]
Los altos precios de los productos obligan a los usuarios a retirar más cantidades de dinero que antes. La banca debe invertir más en el traslado de billetes y en el mantenimiento de cajeros automáticos.
José Malavé, trabajador del Banco Central, también se encontraba haciendo una cola en la avenida Urdaneta frente a un cajero. Dice que desde su trabajo siempre ve filas fuera de las agencias pero que los fines de semana son mayores. “Cuando no se saca en el mismo banco los retiros son más difíciles y se debe sacar varias veces. Yo suelo gastar el efectivo en trasporte y compras en panaderías, porque para pagar el resto de las cosas debería cargar demasiado dinero”.
Hoy en Venezuela los cajeros automáticos están trabajando en exceso. Las colas en las puertas de los bancos ya no solo corresponden al pago de las jubilaciones o a fechas de quincenas. Los clientes invierten más tiempo y viajes en ir a retirar dinero.
Sin embargo, el límite de retiro de los cajeros sigue siendo una de las principales restricciones para los clientes. El Banco Mercantil tiene un tope de 4.000 bolívares para retiros diarios mientras que el Banco de Venezuela admite sacar solo 3.000 bolívares por telecajeros.
Estas cifras no alcanzan para cubrir los costos de un mercado familiar. “La comida en especial ahora se debe pagar en efectivo, yo debo sacar dinero dos o tres veces para poder pagar al hacer mercado”, dice Yadira Suarez, una jubilada que espera frente a un cajero del Banco de Venezuela en la avenida Universidad para sacar efectivo, a pesar de no ser cliente de esta entidad.
¿Billetes de 1.000 bolívares?
En un reporte reciente de la BBC donde se comparan los billetes de mayor denominación en el mundo con su poder adquisitivo el bolívar ocupaba el último lugar. Dependiendo de la tasa de cambio, el billete de 100 puede equivaler a 16 dólares, 8 dólares, 0,50 o 0,14 centavos de dólar.
Para los economistas una solución sería imprimir billetes de más alta denominación. Esto arreglaría el problema transaccional más no el inflacionario, explican.
“Hace dos años se pensaba en billetes de 200 y 500, hoy se debería pensar en billetes de 1000 bolívares”, asegura Oliveros. Para el economista esto sería una forma de sincerar la economía y admitir a grave situación en la que se encuentra el país.
“La necesidad de tener un billete alto es una consecuencia de la inflación, si no hubiese una inflación de 600% desde la aparición del bolívar fuerte no se hubiese alcanzado este punto”, manifiesta.
Otros economistas toman como referencia la experiencia del Banco de la República de Colombia y proponen emitir un billete igual a la sexta parte del salario mínimo. Con este cálculo, el billete tendría un valor de 1.200 bolívares.
[quote_center]»la liquidez monetaria ha aumentado dramáticamente el último año»[/quote_center]
El costo supera el valor
Para la firma Ecoanalítica, el poder adquisitivo del bolívar ha bajado tanto que se necesitan 15 billetes de 100 bolívares para igualar la capacidad de compra que poseía cuando fue emitido por primera vez en el año 2008.
Sin embargo, el costo de producción de los billetes solo ha aumentado desde la implementación del “bolívar fuerte”. José Guerra explica que el costo de un billete ronda entre los 30 y 40 bolívares. “El Banco Central está produciendo el dinero con una pérdida gigantesca, los únicos que son rentables son los billetes de 50 y 100 bolívares”.
De acuerdo a las cifras oficiales del Banco Central de Venezuela la liquidez monetaria ha aumentado dramáticamente el último año. Para finales del mes de julio existían en circulación un total de 2,8 billones de bolívares en monedas, billetes y depósitos bancarios. Un 87% más que el mismo periodo para el año 2014.
A medida que aumenta la circulación de dinero los billetes de dos, cinco, diez y veinte bolívares se hacen menos útiles y representan un costo de producción mayor a su valor.
Los usuarios explican cómo estos billetes por si solos no son suficientes para pagar los servicios más básicos. “A veces me molesta porque es mucho sencillo que te dan y con eso solo puedo pagar el pasaje”, manifiesta David López, funcionario público.
Escasez en la frontera
La diferencia de precios ha hecho que en los estados fronterizos, como Zulia y Táchira haya aumentado la demanda de billetes. Las transacciones realizadas en efectivo entre ciudadanos de ambos países han hecho escasear los billetes de alta denominación.
La compra de papel moneda se realiza con un porcentaje adicional y un billete de 100 bolívares puede ser cancelado en 120 bolívares o más.
Las agencias bancarias de la zona han optado por dispensar billetes de menor valor a sus clientes para combatir la situación.
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