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China deforesta 960 mil hectáreas del Esequibo

Ricardo de Toma sobre el Esequibo

Empresa Bai Shan Lin está deforestando bosques venezolanos, denuncia Ricardo De Toma, coordinador de la ONG “Mi mapa de Venezuela incluye nuestro Esequibo”


 

Carlos Díaz

Decretar a la Guayana Esequiba (con su forma geográfica actual) como el estado 25 de Venezuela le daría validez al despojo que perpetró la corona británica en contra de nuestra soberanía territorial a través de sus mapas y laudo arbitral de París del año 1899, explicó Ricardo De Toma, abogado egresado de la Universidad de Carabobo y coordinador de la ONG “Mi mapa de Venezuela incluye nuestro Esequibo”, en entrevista con La Razón.

“El Esequibo, de acuerdo a lo que era la Capitanía General de Venezuela de 1777, formaba parte integral e indivisible de la nación. Uno de los mapas que se realizó a partir de los levantamientos topográficos y cartográficos realizados por un prusiano llamado Robert Hermann Schomburgk fue utilizado en el tribunal arbitral de París y cuyo fallo coincidió en un 90 % con las aspiraciones británicas”, agregó.

Al respecto, destacó que cuando sea recuperado el territorio en reclamación toda la zona costera del mismo deberá ser devuelta al estado Delta Amacuro -o lo que en el pasado correspondía al Cantón de Piacoa- y sus límites fronterizos llegarían hasta la Sierra de Imataca, entre Bolívar y Delta Amacuro.

“Por tanto, el Esequibo deberá ser repartido entre Bolívar y Delta Amacuro. Es necesario citar el Artículo 15 de la Constitución del estado Bolívar y el cual establece que su espacio geográfico también comprende los territorios históricos que pertenecían a la provincia de Guayana. De hecho, el estado Bolívar asume el rol de apoyar a la República en el logro de una solución satisfactoria”, indicó.

Laudo arbitral es nulo

Señaló que una vez que el territorio sea retornado a ambas entidades estadales su jurisdicción y competencias administrativas deberán ser asumidas por los municipios Antonio Díaz (Delta Amacuro), Sifontes (Bolívar) y Gran Sabana (Bolívar). “Debemos enfatizar que el laudo arbitral de París es nulo e írrito porque su demarcación es abstracta y no tiene ningún tipo de asidero legal. Por tanto, no podemos reintegrar el Esequibo con la demarcación que impuso Gran Bretaña y que, además, atenta contra nuestro actual ordenamiento jurídico”, dijo.

¿Qué balance realiza sobre el proceso de reclamación?, ¿han sido acertadas y oportunas las políticas del gobierno del Presidente Maduro?

Es paradójico que este gobierno, después de quince años de haber sido bastante flexible y permisivo en las negociaciones, ahora cambie absolutamente su postura alegando que la nueva administración de Guyana está asociada a la derecha y que en su accionar esté la transnacional Exxon Mobil. Esto está divorciado de la realidad. Las políticas del gobierno guyanés corresponden a lo que venían haciendo las anteriores gestiones –inclusive de partidos políticos distintos-, es decir, ha habido una política única en cuanto a la administración y entrega unilateral de concesiones en el Esequibo. Además, es absurdo que se haga referencia a Exxon Mobil cuando esta opera bajo el permiso de Guyana.

Políticas erróneas y blandengues

¿Por qué los países de la Comunidad del Caribe (Caricom), en su mayoría beneficiados con petróleo venezolano, respaldan el reclamo de Guyana?

Los países del Caricom tienen una postura firme en este tema al defender la integridad territorial de Guyana. Los Estados caribeños pretenden desconocer nuestra soberanía sobre Isla de Aves porque nos garantiza las proyecciones marítimas al norte de Venezuela. De allí la postura de reciprocidad con Guyana, actúan como una cortina aunque sean beneficiados por Venezuela a través de herramientas tales como Petrocaribe. Todas estas han sido políticas erróneas y blandengues que se han llevado a cabo durante quince años y ahora son ratificadas por Maduro. El Presidente Maduro, ni siquiera cuando fue Canciller, estuvo tan activo con el Esequibo. Lo más peligroso de todo es que están utilizando este tema con la finalidad de obtener resultados electorales.

¿Venezuela debe ocupar militarmente esta región?

Todos los Estados tienen sus planes de guerra y nunca deben ser revelados, sin embargo, esto lo reveló el presidente Chávez cuando admitió que existían planes de ocupación militar del Esequibo. Pérez Jiménez dijo en el libro de Agustín Blanco Muñoz que tuvo planes militares para recuperar el Esequibo con la movilización de 40 mil efectivos de la Fuerza Armada pero Chávez admitió que había un plan siendo Jefe de Estado en ejercicio.

¿Existe riesgo de guerra entre Venezuela y Guyana?

Dentro de la Fuerza Armada venezolana hay oficiales patriotas que están irritados por todo lo que está sucediendo en el Esequibo. Sin embargo, no creo en las opciones bélicas porque una vez que se tomen medidas militares se activará el Consejo de Seguridad de la ONU y, además, ese escenario favorecería a Guyana porque haría el papel de país débil y víctima.

¿Hay apatía del pueblo venezolano con el tema del Esequibo?

Nadie puede querer aquello que no conoce. La gente está dedicando mucho tiempo, esfuerzo y preocupación a las colas y a la inseguridad personal. Son días complejos donde todos estamos intentando sobrevivir y queda en manos de gobierno llevar adelante una campaña que genere conciencia sobre la importancia de la defensa del Esequibo.

¿El presidente de Guyana, David Granger, es el Uribe de esa nación y un títere del imperialismo, tal y como dijo el Presidente Maduro?

El perfil de Granger es de un militar formado en una escuela de guerra, está preparado para sostener un combate, es abiertamente antivenezolano, no está dispuesto a negociar y tuvo el tupé de negar la legítima reclamación de Venezuela.

¿Debe designarse lo más pronto posible el Buen Oficiante para resolver este conflicto?

Se deben preservar los buenos oficios pero no descartar otros mecanismos conforme a la Carta de las Naciones Unidas en cuyo Artículo 33 se establecen las medidas alternas para la solución de conflictos. Allí se habla, por ejemplo, de la mediación y la negociación. Tampoco podemos delegar un problema de tanta trascendencia: esta es la segunda reclamación territorial más larga del mundo. El Esequibo tiene 159.500 mil kilómetros cuadrados, mucho más grande que Grecia, que Nicaragua, que Cuba, siete veces más extenso que Israel, tres veces más grande que Suiza y Costa Rica. Por tanto, no podemos delegar semejante magnitud de territorio en un Buen Oficiante.


 

China, Brasil y Canadá arrasan bosques

¿Cuáles otras empresas están operando en el Esequibo?

Brasil opera directamente a través de los proyectos “Amalia Falls” (central hidroeléctrica) y un puente sobre el río Takutú que conecta el noreste de Brasil con Rupununi (Esequibo) y Lethem (Guyana). De igual manera, está la empresa Bai Shan Lin, de capital chino, que está deforestación más de 960 mil hectáreas de bosque venezolano. ¿Por qué el gobierno tampoco se queja ante la petrolera China National Offshore Oil Company? Se hace una única acusación contra la Exxon Mobil porque el gobierno necesita culpar a Estados Unidos y justificar así las fallas por omisión que ha cometido durante estos quince años. También hay que recordar, además, que el barco de la Exxon Mobile, Deepwater Champion, no se encontraba dentro de las proyecciones marítimas del Esequibo sino al norte de Georgetown.

¿Guyana explota la riqueza aurífera en esta zona?

Se ha efectuado explotación aurífera con la utilización de mercurio y esto ha generado una enorme contaminación. Esto es algo que han venido haciendo de forma muy libre. En una de las ocasiones que hemos viajado al Esequibo, específicamente al río Cuyuní, vimos cómo deforestan las franjas de este río, queman los árboles y luego preparar el terreno para lavar la tierra y extraer el oro. También vimos las gabarras que usan para succionar el agua y moler la tierra. Es una actividad que comenzó a hacerse a gran escala a través de una empresa canadiense llamada Guyana Goldfield. Frente a todo esto no quisiera pensar que también existe allí el coltán porque el daño ecológico será mucho mayor.