14 años después de los atentados terroristas en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001 el sistema migratorio del país se ha vuelto más estricto
Redacción La Razón
Durante la mañana de este viernes Estados Unidos recordó a las víctimas de los ataques a las Torres Gemelas y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001. El atentado trajo múltiples consecuencias, algunas de ellas marcaron fuertemente la seguridad en aeropuertos y en el proceso de inmigración al país.
Los habitantes de Nueva York rindieron homenaje en el memorial del World Trade Center a las 2893 personas que fallecieron por los atentados terroristas; lo mismo hicieron Barack y Michelle Obama en la Casa Blanca, acompañados de miembros del gabinete y funcionarios de gobierno.
Hoy se cumplen 14 años desde que las emblemáticas Torres Gemelas del World Trade Center en la ciudad de Nueva York fueran destruidas por el choque de dos aviones de pasajeros secuestrados por la red terrorista Al-Qaeda.
Luego de estos acontecimientos el sistema migratorio y la percepción de la sociedad estadounidense en relación con la inmigración se ha endurecido.
Menos de dos meses después del ataque, el Congreso estadounidense aprobó la llamada «Ley Patriota». La cual amplía la capacidad del gobierno federal para vigilar a la población civil estadounidense. La ley facilita maniobras policiales para detener y deportar inmigrantes sospechosos de estar conectados con el terrorismo y permite un mayor control sobre los estudiantes extranjeros.
En 2003, el Servicio de Inmigración y Naturalización fue sustituido por el Departamento de Seguridad Nacional, luego de que la antigua oficina que administraba la extensión de visas recibiera fuertes críticas, tras conocerse que los terroristas que participaron en el ataque portaban visas legítimas, que probablemente nunca debieron otorgarse.
Según reseña el portal de CNN México, el atentado de 2001 afectó acuerdos migratorios y comerciales con México que aun no se han concretado. Para los especialistas mexicanos, el país no logró celebrar acuerdos que ayudaran a frenar la inmigración ilegal a través de programas de trabajadores invitados, mejorar los lazos comerciales y mantener una cooperación más solida en el combate al narcotráfico.
La Revista Summa también reseñó que, tras el 11 de septiembre, se produjo una discriminación racial que perjudicó a los inmigrantes que venían del mundo árabe. Se radicalizaron las manifestaciones de extremismo hasta llegar a un punto cercano a la «satanización» en el momento más crítico de la era Bush.
De igual forma, la publicación explica los cambio en el sector turístico. La obsesión por la seguridad cambió para siempre el transporte aéreo, estableciéndose estrictos controles y chequeos en los aeropuertos. Hoy, volar es sinónimo de colas, arcos detectores y escáneres corporales.
Gobiernos del mundo entero sacrificaron 30% de sus presupuestos de investigación científica para dedicarlo al fortalecimiento de su seguridad en fronteras.
Un día después de los ataques, Estados Unidos inició la segunda guerra del Golfo Pérsico y la guerra contra Al Qaeda en Afganistán, que ha sido el gasto militar más alto en guerra en la historia de la civilización.