“El socialismo Siglo XXI es un batiburrillo de militarismo, fachismo y populismo”, afirma Manolo Reverón, exdirector del Conac
Carlos Díaz
“Esta crisis económica era previsible porque la hemos vivido en otros momentos de la historia republicana”, aseguró Manolo Reverón, ex director del Consejo Nacional de la Cultura y dirigente del movimiento sindical venezolano durante 57 años en entrevista con “La Razón”.
“Otra vez pasó que el país recibió grandes recursos, los dilapidó y ahora le toca ajustar nuevamente su economía”, agregó. “El país corriendo detrás de un rollo de papel tualé no tiene otro nombre que miseria. El gobierno cometió locuras con la economía, no invirtió y, para rematar, cayó el precio del crudo”, indicó.
El gobierno de Hugo Chávez tuvo el mayor ingreso de divisas por venta de petróleo pero, asimismo, fue el que más despilfarró, subrayó. “Y ya el dinero se acabó, apenas nos quedan cuatro cosas, no existe nada tangible. Ni siquiera con el tema de las viviendas porque con esas cifras este gobierno también ha mentido y abusado”, aseveró.
“En Venezuela es muy difícil hablar de buenos gobiernos pero llegó este que dijo que iba a ser el peor de todos, y lo ha sido ciertamente. Y que, además, se ha prolongado por dieciséis años, es decir, el equivalente a los mandatos de Betancourt, Leoni, Caldera y un pedacito de Pérez”, apuntó.
Nuevo modelo de dictadura
¿Cuáles son las semejanzas y diferencias entre la IV y la V Repúblicas?
La IV República tiene muchas críticas, entre ellas, carencias y exclusión pero aun así algo se avanzó. En cambio, la V se detuvo en el tiempo durante estos dieciséis años, peor aún, el país ha retrocedido. Antes había más debate, pluralidad, mal que bien funcionaban los organismos, la institucionalidad era débil pero existía. Ahora no hay nada de eso, las instituciones han sido desmanteladas y, por tanto, no tenemos a dónde recurrir, denunciar ni debatir.
Mucha gente asegura que vivimos en dictadura, ¿qué opina usted?
Este es un nuevo modelo de dictadura o una autocracia elegida en libérrimos comicios para mantener una aparente formalidad ante el país y el mundo. Pero la verdad es que no hay espacios para la democracia, no los hay. Un ejemplo es que no se aplica la imparcialidad en la justicia: el Estado, por ejemplo, no pierde ninguna demanda así atropelle a quien le dé la gana, la inamovilidad laboral solo es para el sector privado y no para el público –el más grande empleador pero mal pagador-.
¿Cuáles son las causas del deterioro político, económico y social?
El mundo político se equivocó cuando creyó que la democracia se encontraba sembrada en la sociedad venezolana. A ninguno de ellos les preocupó cuando hubo aquellas inmensas abstenciones electorales en los años noventa para elegir alcaldes y gobernadores, y eso inclusive fue considerado por las maquinarias de los partidos políticos como una ventaja.
¿Allí comenzó a allanarse el camino para que llegara un Hugo Chávez al poder en 1999?
Te digo algo, si yo hubiese sido uno de los partidos tradicionales de la IV República me habría preocupado cuando el MAS ganó las gobernaciones de Zulia, Aragua, Sucre y Portuguesa, y cuando La Causa R obtuvo la de Bolívar. Allí la sociedad estaba expresando una necesidad de cambio. La dirigencia política no hizo un esfuerzo para entender lo que estaba pasando, parece que tenían razón los profetas del desastre. Estábamos entre Irene Sáez y Hugo Chávez, así estaba de mal el país. Y, seguidamente, Chávez con su discurso medio chiflado pudo convertirse en un fenómeno electoral.
Socialismo del siglo XXI es fachismo
¿Chávez cumplió con las expectativas y promesas?
Él terminó burlándose de eso, lo que hizo fue apoderarse de todos los poderes públicos, del Banco Central de Venezuela y de los tribunales. Tampoco es verdad que él tenía un plan previo y, en verdad, usó las carencias del país para su ventaja electoral. Luego vino la bonanza petrolera y la gente se plegó al esquema asistencialista y populista. El venezolano, en realidad, no tiene muy claros los conceptos de democracia ni de libertad, cuando en este país apenas se lee periódico.
¿Estamos pagando los errores de nuestras decisiones?
Estamos pagando los errores de quienes condujeron el país y de quien aprovechó esa circunstancia para someternos a esta calamidad nacional. Meter a la gente en la pobreza es muy barato, pero sacarlos es muy costoso. La reconstrucción de Venezuela costará demasiado tiempo y esfuerzo, pero es necesario reconstruirlo todo.
¿Creyó usted en Chávez?
No, jamás. Aunque voté por Chávez porque era dirigente del MAS. Pero la verdad es que la mayoría del MAS estaba con Henrique Salas Römer, así era. Cuando comenzó el debate interno en el partido solo había tres dirigentes que respaldaban a Chávez y no los nombro ahorita porque se van a molestar. Al inicio de la discusión se invitó a Salas Römer pero él no quiso asistir; casi que nos dijo que votáramos por él si queríamos. Yo era partidario que el MAS lanzara una candidatura propia y, por supuesto, eso no fue posible.
¿El MAS se arrepintió luego de haber apoyado a Chávez?
Siempre tuve el temor de que Chávez fuese lo que fue. El tema de la exclusión social siempre ha sido rendidor política y electoralmente en Venezuela. En un país pobre la gente se pliega a este tipo de discursos y promesas. Aquí hay sectores con veinte y treinta años sin agua, por ejemplo, y Chávez manipuló mucho con eso. Él nunca tuvo un plan, decía una cosa hoy y otra mañana, y cuando no tenía más nada qué decir inventó lo del socialismo del Siglo XXI y el cual no tiene fundamento filosófico, solo es un batiburrillo de militarismo, fachismo y populismo.
«Misiones son populismo»
El MAS y la izquierda siempre propusieron el socialismo, ¿por qué hubo rechazo contra el Socialismo del Siglo XXI?
Claro, pero socialismo a la venezolana. El MAS significó una ruptura cultural, rompimos con el socialismo real y tratamos de avanzar hacia el centro. Era más rentable seguir con Chávez si hubiésemos calculado solo lo electoral. Nuestra primera campaña fue totalmente clasista, inclusive, hicimos afiches contra los ricos, pero luego nos pusimos a debatir si eso era realmente lo que queríamos. Entonces rectificamos y planteamos un nuevo modo de hacer el socialismo que fue un aporte importante para transitar en el filo de la navaja –tal y como decía Manuel Caballero-, es decir, entre la izquierda y el centro.
¿Las misiones sociales, las pensiones a los jubilados y la distribución de la riqueza petrolera son expresión del socialismo?
No, para nada. Eso es solo asistencialismo, populismo. La pensión es un derecho adquirido. Todo eso ha sido presentado de manera de hacer ver que el Presidente o el Estado son quienes lo otorgan pero la verdad es que es un derecho adquirido y por el cual se peleó mucho.
¿Qué tan cerca se estuvo del socialismo que soñó la izquierda?
La izquierda venezolana es un caso aparte porque ha vivido rectificando toda su vida. Todavía quedan algunos carcamanes allí pero en todo caso evolucionó. Soñábamos con un país democrático, con justicia social y mejores condiciones para el pueblo a partir de la bendición de las grandes riquezas en petróleo, hierro y demás minerales. Un país como el nuestro merece vivir mejor.
El antiimperialismo es un comodín
¿El discurso antiimperialista del gobierno es el mismo que tuvo la izquierda?, ¿estamos al borde de una invasión de Estados Unidos?
Eso es falso, tampoco eso del magnicidio. Una reunión de los secretarios de Obama para ordenarle a Uribe que planifique un magnicidio es más fantasía que realidad. Eso es literatura y no política, Venezuela no tiene ese peligro porque somos socio comercial de Estados Unidos. Además, ese país cambió con Obama, ahora se entiende con los países que no eran sus amigos y, además, ya la Guerra Fría se acabó. Además, los análisis del gobierno son todos antiguos, como si no se hubiesen enterado que cayó el muro de Berlín, que el comunismo ya no existe. Acaso no se dan cuenta que las relaciones de producción de China y Vietnam son capitalistas. El antiimperialismo ha sido también un comodín en América Latina y es algo que forma parte de nuestro discurso y cultura.
¿Qué evidencia el deshielo diplomático entre Cuba y Estados Unidos?
Eso demuestra, en primer lugar, que estamos en malas condiciones económicas y por eso Cuba se ha acercado a Estados Unidos. Cuba se quiere entender con los países ricos porque, así como hizo después de la desaparición de la Unión Soviética, quiere seguir viviendo de la mendicidad. Venezuela tampoco tiene capacidad para mantener a Cuba y por eso está buscando una solución, esencialmente, a su problema económico.
¿Hay injerencia de Cuba en áreas estratégicas del Estado venezolano?
Lo que pasa es que Fidel estaba tranquilo en Cuba pero Chávez se enamoró de él. No fue que Fidel invadió a Venezuela, fue Chávez quien lo buscó en Cuba y le pagó un dineral por unos servicios que ahora no se pueden evaluar. Acusar a Raúl y a Fidel de nuestros problemas es lo mismo que hace el gobierno con el tema del antiimperialismo, es decir, evadir responsabilidades.
«Maduro condenó el golpe del 4F»
¿En estos quince años se avanzó o retrocedió en materia laboral?
Retrocedimos totalmente. La estructura sindical venezolana costó mucho sacrificio, defender los derechos de los trabajadores costó mucho porque se tuvo que enfrentar a los caudillos. Eso se perdió porque Chávez desmanteló la democracia, liquidó a la CTV luego de que María Cristina Iglesias y Aristóbulo Istúriz perdieran las elecciones. Es lo mismo que hizo con los gremios y recordemos que la gremiación en Venezuela fue muy difícil, por ejemplo, la aprobación de la Ley de Periodismo y la colegiación.
El gobierno dice que ahora la participación de los trabajadores es activa y protagónica
Eso no es verdad, no hay un solo ejemplo de eso en Sidor ni en Pdvsa. Aquí solo deciden los caudillos y los jefes del partido del gobierno.
¿Cuáles son los principales problemas de la clase trabajadora y el movimiento sindical?
Falta de libertad para luchar por sus derechos, para gremiarse. El sindicalismo en Venezuela siempre fue plural -a diferencia de América Latina- porque todas las corrientes políticas estaban representadas en la CTV, inclusive los comunistas.
¿Es cierto que Maduro es el primer presidente obrero?
Eso es demagogia. Para trabajar en el Metro de Caracas se tenía que hablar primero con Acción Democrática. Hay otras cosas que no sabe la gente, por ejemplo, que Maduro condenó el golpe de 1992, él y toda la Liga Socialista, entre ellos, Soto Rojas y Jorge Rodríguez. Maduro tampoco fue dirigente sindical porque no está registrado como tal. Quien no tiene ética ni historia, las inventa o las roba. Casi todos sus héroes son muertos y ninguno de ellos habría apoyado jamás a este gobierno.
«A Chávez nunca le preocupó la corrupción»
¿Qué piensa usted cuando ve a un revolucionario conduciendo una Hummer?
No creo que sean revolucionarios, más bien han involucionado.
¿Hay más corrupción que durante la IV?
Hay corrupción porque el Estado está en manos de ellos, es así. No hay espacios donde denunciar estos hechos.
¿Por qué el exministro Luis Miquilena no fue sancionado por el caso de Micabú?
Allí hubo complicidad, el gobierno estaba comenzando y Chávez era muy temeroso en ese momento. Sentía afecto por Miquilena y, además, necesitaba de él. Sin embargo, si hubiesen sancionado a Miquilena la corrupción hubiese seguido igual en lo sucesivo. Además, a Chávez nunca le preocupó la corrupción aunque era informado sobre todo. A Alejandro Andrade lo puso fue él y supo todo lo que pasaba.
7D nuevo capítulo
¿Ha crecido el hampa debido a los colectivos armados?
El gobierno ha sido permisivo con la delincuencia y por ello es que hay tanta impunidad. Es más probable ganarse el Kino que alguien vaya preso por un crimen que haya cometido.
¿Qué opina de las OLP?
Es la legalización de la violación de los derechos humanos.
¿Hay presos políticos o políticos presos?
Eso es un eufemismo, ellos son presos políticos. El objetivo con la detención de Leopoldo López era dividir a la oposición, y también complacer a su sector más radical. La raíz de este problema es el gran vacío que dejó la muerte de Chávez en el chavismo. No hay una dirección colectiva como dicen ellos sino tribus que se reparten el poder entre Maduro, Diosdado, Jorge Rodríguez, Ameliach, Bernal. Antes mandaba Chávez, pero ahora todos mandan como les da la gana y a veces en contradicción unos con otros.
¿Hay descontento en el pueblo chavista?
Sí, mucho. Creo que hay una separación de cuerpos y no un divorcio definitivo entre el pueblo chavista y el gobierno.
¿El divorcio será el 6 de diciembre en las urnas electorales?
Allí comenzará un nuevo capítulo de la historia venezolana. Creo que la oposición ganará. El problema entre los poderes Legislativo y Ejecutivo será bastante difícil para la sociedad. El 7 de diciembre tenemos otra Venezuela, quizás nos daremos cuenta más adelante.
¿Cómo evalúa el desempeño de los militares en funciones estratégicas del gobierno?
El gobierno solo confía en los militares porque no cuenta con una fuerza laboral que sea importante, ni gremial, ni intelectual. Tienen la idea de que los militares son eficientes y eso no lo han demostrado. Una parte se ha corrompido pero no ha sido toda la Fuerza Armada.
¿El gobierno ha manejado de forma adecuada el tema del Esequibo?
Durante mucho tiempo nos hemos hecho los locos con ese tema y se retomó por razones electorales más que por otra cosa. El gobierno está dándole un uso politiquero, me imagino que está viviendo un estado de desesperación al saber que está perdiendo el poder.
“Lucha armada fue una decisión equivocada”
Manolo Reverón nació en la parroquia La Pastora, en Caracas, el 13 de octubre de 1945, cinco días antes del golpe contra el general Isaías Medina Angarita. “Mi padre era comunista y me hice militante de la Juventud Comunista cuando tenía doce años de edad. Con motivo del trigésimo aniversario de la muerte de Andrés Eloy Blanco se le ofreció una misa en la iglesia de La Pastora, allí estaba la Juventud Comunista y me inscribí”, recuerda.
¿Cuándo militó en el Partido Comunista de Venezuela?
Entre 1958 hasta 1970, cuando nació el MAS. Fueron años terribles y difíciles, participé en la lucha armada, estuve incorporado a columnas guerrilleras de oriente y Caracas. Recuerdo a todos quienes murieron y quienes están vivos todavía. Pienso que el gobierno actual ha sido abusivo en apropiarse de una historia que no le pertenece, ellos no formaron parte de esa historia. La lucha armada fue una decisión equivocada pero difícil.
¿Cómo fue la experiencia de dirigir el Conac?
Fue una experiencia muy agradable. La cultura siempre fue muy elitesca en Venezuela. El Conac tuvo enemigos muy extraños porque en las decisiones participaban representantes del medio cultural, periodistas y otros que peleaban con el gobierno. Nunca fue bien querido ni tampoco de manera presupuestaria. Estaban esperando el momento para liquidarlo y montar un ministerio, y así pasó.
¿Tiene parentesco con el pintor Armando Reverón?
Sí, por una parte de mi familia. Mi papá jamás quiso hablar del parentesco con los Reverón Rico. Mis abuelos murieron muy jóvenes de tuberculosis, él tenía 23 años y ella 21, y mi padre quedó huérfano. Fue un matrimonio que nadie quería en la familia. Mi padre fue un hombre muy noble, sin resentimientos de ningún tipo a pesar de que estuvo preso en la Digepol. En fin, no quiso hablar del parentesco y solo dijo: “Mi familia es esta”, nunca averiguó nada, no le interesó jamás.
Si quieres contactar al autor de este texto, escribe a carlos@larazon.net