La crítica trasnochada contra Tves se basa fundamentalmente en lo superficial y se queda en lo estético
Jesús Silva R.
El próximo miércoles a las 12 del mediodía por el canal Tves, presentaré algo nuevo para la televisión venezolana, se llama: La Propuesta. Será un programa basado en debate interactivo, abierto y plural para todas las visiones, analizando la actualidad nacional. Invito a sintonizar, aportar y criticar porque eso es democracia.
Apoyamos a Tves y el derecho del pueblo al entretenimiento con alto nivel de sintonía porque hacer verdadera televisión socialista es promover valores de igualdad social, trabajo en equipo, honestidad y solidaridad mientras que se entretiene al pueblo logrando altos niveles de sintonía. Eso es hoy Tves, un canal donde las formas obedecen a un objetivo de fondo: contenidos chavistas para educar, informar y entretener (arrancarle televidentes a la TV privada).
Pero desde adentro de los medios de comunicación del Estado hay quien no comprende el papel de Tves. Burócratas envidiosos desprecian el reciente éxito de popularidad alcanzado por Tves y hacen rodar matrices de opinión malintencionadas contra su directiva. Dicen esos conspiradores que el presidente de Tves, Wiston Vallenilla, exanimador de RCTV y Venevisión, se llevó a la televisora socialista las tácticas más capitalistas de aquellos canales comerciales.
Contra esas matrices, yo respondo: para la revisión, rectificación y reimpulso revolucionario (obligatorio después del 06-12-15) debemos entender que no importa de dónde viene una persona sino la calidad del aporte que trae y los resultados que genera a favor del proceso bolivariano.
Dicho esto, yo reto a ese reducido grupo de criticones trepadores autoproclamados como los » Chavistas atodasanti Tves» a debatir abiertamente qué es capitalista y qué es socialista en el manejo de un canal de TV que pertenece al Estado. Sucede que en otros canales hermanos me lo cuentan «Patriotas Cooperantes» que allí trabajan sin derechos laborales y yo puedo hablar por ellos: la mayor expresión de Capitalismo en TV es manejar caprichosamente una televisora como un club privado donde sólo entran los amigos y se cierra puertas a quienes no lo son, sin importar la calidad de los voceros ni el deterioro del producto comunicacional, es decir, capitalistas salvajes dentro de la TV son los que se dedican a usar un medio televisivo sólo para satisfacer la ambición de autopromoción personal y grupal pero no con la finalidad de producir excelencia televisiva para defender el proyecto colectivo denominado: Revolución Bolivariana (el bajo rating los delata).
La crítica trasnochada contra Tves se basa fundamentalmente en lo superficial y se queda en lo estético, al cuestionar que ha incorporado a muchachas con grandes nalgas inyectadas y prominentes senos ensiliconados como ocurre en Venevisión, Televen y Globovisión para generar espectáculo y aplausos rápidos, además de pan y circo. Los cretinos ignoran que el frasco no determina la fragancia y que lo importante es el mensaje revolucionario de Tves donde cabe la variedad estética. ¿Acaso no hay silicón en Telesur o VTV? Basta de hipocresía.
En efecto, los que confunden puritanismo con socialismo manifiestan que se ha fabricado un tal «RCTves» que es moralmente injustificable aunque tenga alto nivel de audiencia. Por lo tanto hay que imponer programas de propaganda repetitiva, aburrida y sin libreto aunque nadie vea el canal.
Expreso mi rechazo a la idea de sostener canales que nadie vea y que generen pérdidas económicas y políticas al Estado. Por eso aplaudo el relanzamiento de Tves con sus variados contenidos.
He manifestado en anteriores escritos que el chavismo no puede vestirse de lentejuelas, parranda superficialidad. He advertido que la farándula no puede sustituir a la política, pero sí pienso que puede acompañarla como accesorio o instrumento propagandístico.
Voluptuosas mujeres tienen el derecho constitucional a trabajar, aparecer en pantalla y expresar sus talentos porque son parte de la población venezolana. Tienen derecho también a aparecer en Tves las venezolanas sin cirugía, es decir, a nadie se le puede excluir y hay para todos los gustos.
Lo cierto es que el socialismo tiene la obligación de ser competitivo o sino será aplastado por el capitalismo. Igual ocurre en Tves pues nadie ignora que en etapa anterior la audiencia de ese canal era mínima.
Nada ilegal o inconstitucional se exhibe en Tves. En cuanto a críticas desde la moral, cada quien tiene la suya. Tves hace bien al informar, educar y entretener incluyendo variedad y estética.
Atención pseudo revolucionarios, por favor dejen de conspirar contra Tves y traten de brillar con luz propia. Justifiquen sus cargos y sueldos presentando metas cumplidas.
En el camino se van enderezando las cargas y Tves será totalmente socialista cuando Venezuela también lo sea. Por ahora, Tves es un instrumento comunicacional en construcción y crecimiento que desarrolla una programación balanceada muy favorable para la TV venezolana. Bienvenida sea la creatividad y el fashion dosificado como aquel de la campaña presidencial chavista de Nicolás Maduro en el año 2013.
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