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Un dictado para el Dictador

Un dictado para el dictador

El dictador no sabe si cajón se escribe con “G”


OE

Cobra fuerza la conseja que el Dictador es incapaz de recibir un dictado sin cometer errores ortográficos garrafales. Un supuesto manuscrito circula para corroborar su nesciencia.

— Saludos, mi ah migo…- y eso, nada más que en el primer párrafo.

¿Es comprensible que alguien que ocupa y ha ocupado altas posiciones en el país –ex país de confirmarse la paternidad de tal puño y letra- impida a toda costa que nadie le fisgonee los apuntes más intrascendentes?

Una consonante o vocal mal escrita, es suficiente para frustrar aspiraciones políticas. O para perder las alcanzadas.

A causa de su repentina insania, el doctor Escalante había quedado fuera de la carrera presidencial. Fue cuando el andinismo, azote no tan depredador como el Psuv, pero azote al fin, se sacó de la manga un emergente. Igual que el actual subrogante de Chávez –no tan oscuro, por supuesto.

“Entuciasmo”, así, con “C”, caligrafió Angel Biaggini. Fue el principio del fin. Los adecos, es decir, los “henryrramos” de la época –contabilícense cuántos paralelismos presagiosos- contraatacaron con ferocidad. Los lodos del 19 de octubre provinieron de semejante chaparrón.

El texto trascrito al comienzo, sería el único de su supuesto puño y letra que ha trascendido. Consciente de sus limitaciones en la materia –única de la que parece estarlo- desde que asumió funciones para las que no estaba dotado, le ha escurrido el bulto a los temibles, lápiz, bolígafo y pluma fuente ¡Nada a mano! Ni felicitaciones, ayuda memorias o intercambios de mensajitos con sus ministros. Allí está la razón de sus pataletas cuando un depauperado, le escribe alguna súplica: “¡Tengo ambre, mucha ambre, camarado!”.

— ¿Será que este desgraciado me sugiere que me sale, Misión Robinson? ¡Escolta, escolta!

¡Qué partida de nacimiento, ni qué revocatorio! La AN haría mejor si lo obliga a responder un cuestionario. No importa de qué. Eso sí, en su propia caligrafía y sin que nadie le “sople”, que cajón no se escribe con “G”. ¿Incapaz de tomar, decentemente, un dictado? Hasta los mismos dictadores lo expulsarán de la cofradía.