La abogada y expresidenta de la Corte Suprema de Justicia asegura que el decreto de “estado de excepción y emergencia económica” tiene una intención política y recomienda corregirlo, comenzando por el nombre porque es incorrecto: “eso no existe”
Patricia Marcano
Lo que ha estado ocurriendo en el país desde diciembre de 2015 es definido por Cecilia Sosa Gómez, expresidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), como “el desmoronamiento institucional del país”. Un desplome que tuvo como detonante el resultado de las elecciones del 6 de diciembre y que ha ido materializándose rápidamente.
“Lo primero que desata esta situación política es el no reconocimiento, por parte del Gobierno, de haber perdido la Asamblea Nacional. Fue un golpe político muy fuerte el hecho de que los diputados fueran una mayoría calificada, y calificada para hacer dentro de la Asamblea todo lo que constitucionalmente le corresponde”, sostiene Sosa, quien es abogada, doctora en Derecho Administrativo y actualmente profesora universitaria.
A partir de allí el Gobierno buscó varias acciones. Quiso crear una asamblea paralela pero no le funcionó, recuerda la abogada. Luego optó por quitarle la mayoría calificada a la oposición en la AN y utilizó a la Sala Electoral del TSJ para suspender la juramentación de tres diputados electos y proclamados por el CNE.
“El decreto es una declaratoria de guerra a la democracia”
Así, el desmoronamiento comenzó con la decisión de la Sala Electoral y empeoró con la entrada en escena de la Sala Constitucional, cuando la AN empieza a realizar sus tres funciones principales: investigar, controlar y legislar. El resultado, precisa Sosa, consta de 14 sentencias de la Sala Constitucional donde declaran inconstitucional todo lo que ha hecho el parlamento hasta ahora.
“Si yo soy el Ejecutivo y no quiero que el Legislativo haga leyes para mi, leyes que yo lo que tengo es que ejecutar, estamos en una fractura institucional y constitucional absoluta”.
“Usan a la Sala Constitucional para anular a la AN, sin darse cuenta el Ejecutivo de una cosa: a la AN la elegí yo, elector. Si tú atacas a la AN en realidad me atacas a mí como elector”, agrega la expresidenta de la CSJ, al tiempo que rechaza el manejo político que ha hecho el presidente Nicolás Maduro de las instituciones.
“Su mente está hecha para representar al Psuv y ese es un error craso. Pero además está obligando a una Sala Constitucional a decir ‘yo también soy del Psuv porque yo hago lo que diga Maduro”.
Enemigos de la Constitución
¿Qué papel está jugando el TSJ?
No me gusta generalizar, pero la Sala Electoral, con la sentencia que impidió la juramentación de los diputados, es una enemiga de la Constitución. Esta camarilla está transformada en enemiga de la Constitución pero la invocan y la muestran como si ellos todo lo que hacen es cumpliendo la Constitución. Estamos hablando de la Sala Electoral y de la Sala Constitucional, que son las que han usado como tenaza en estos meses frente a la AN.
Conjuntamente con otros abogados metimos la denuncia ante el Consejo Moral Republicano para que se promueva el informe que genere la destitución de esos magistrados. Ese escrito esta introducido como debe ser, por supuesto que no está tramitado, volvimos a insistir, ratificamos la solicitud hace 10 días y seguimos sin respuesta, ni siquiera de inadmisión.
«Los magistrados son enemigos de los derechos de participación política, social y económica de los ciudadanos»
¿Cómo ha podido la Sala Constitucional extralimitarse en la interpretación la Constitución?
Los magistrados de la Sala Constitucional no sentencian, firman unos documentos que les presentan a los fines de respaldar la orden de aniquilar a la AN en sus funciones y competencias, ya ni siquiera es un tema ideológico. Su tarea es mantener una pugna entre Poderes y de esa manera aplastar la voluntad del soberano, del pueblo, para que crea que no podrá liberarse del dictador.
Además juega a convencer al elector de que pierde su tiempo ejerciendo el derecho al voto. Los magistrados son hoy enemigos de la Constitución y de los derechos de participación política, social y económica de los ciudadanos.
¿Cuál es la gravedad de que esos 13 nuevos magistrados hayan sido designados de manera exprés?
Son totalmente ilegítimos. No por culpa de ellos, por culpa de quienes los eligieron, más allá de que ellos se postularon en conchupancia con quienes los eligieron. Los que incurrieron en la violación del procedimiento fueron los que integraban el comité de postulaciones y ejecutaron el procedimiento sin cumplir los plazos, en sesiones extraordinarias de la AN autorizadas por la Sala Constitucional. Y en última instancia quien tiene esa responsabilidad es la Asamblea anterior.
Uno pudiera pensar mal, en el sentido de que los magistrados que entraron de manera exprés en diciembre son los que más se utilizan para esas actuaciones contra la AN. La ponente de la decisión de la Sala Electoral es justamente una de las integrantes nuevas. Otra cosa, están haciendo ponencias conjuntas, eso viola la Ley de ellos y el Código de Procedimiento Civil. La ponencia conjunta no existe. De las 14 sentencias dictadas contra la AN una sola tiene nombre y apellido y es la de Calixto Ortega, sobre la reforma parcial de la Ley del Banco Central de Venezuela, que es el ejemplo más auténtico de que la sentencia viola la Constitución. Es una cosa obvia, burda.
¿Cómo evalúa la actuación de la AN?
Mi percepción es que la AN, en estos meses, en vez de entrar en un choque directo con los Poderes jugó a ser victima. Víctima de los Poderes que no quieren que ella ejerza. Hay mucha gente que dice que la AN ha debido tomar más decisiones, creo que esa fue una decisión política y le funcionó. Hizo que recogiera tanto en el electorado como en el exterior una situación de conflictividad, de que el Ejecutivo no quiere que la AN ejecute sus competencias y utiliza a la Sala Constitucional para impedírselo. Creo que eso ya se le terminó. Pero le funcionó, a lo interno la gente empezó a decir ‘tenemos que pensar en otra cosa’, y surgió el revocatorio.
¿Cómo debería actuar ahora la AN?
Creo que el rol debería ser más político. El tema jurídico yo se lo dejaría a la consultoría jurídica y nombraría una alta camisón de juristas del país, 30 juristas que apoyen a ver cómo resolver el problema del choque de trenes entre los Poderes. Y colocaría a la AN en una función eminentemente política, que es su rol: investigación y control. ¿No asisten? Se procede con lo que se tenga. Las leyes tienen que seguir saliendo. Mira lo que pasó con la de bonos. Yo, en el área de investigación y control, muerdo. Inclusive más que el legislativo. Ese es el rol político de la AN. Yo separaría lo jurídico de lo político.
“La guerra contra la Constitución la decretó Maduro”
Líder institucional
“¿Qué pasó cuando se recogieron las firmas? Que a la gente le importó un comino de quién era el toldo. Quiere decir que la gente no firmó porque Capriles le dijo que firmara, ni firmó por Primero Justicia o tal partido, firmó porque quiere un gobierno decente y eficiente. Y si veo que la AN ya no va a poder hacer nada yo voy a escoger mi líder, y mi líder es el revocatorio. Allí confluye un gentío que rompe el tema de que el revocatorio es de la oposición. Qué interesante, tanto que pedimos un líder y ya apareció”, dice convencida.
Pero ese es un líder atípico
Es un líder institucional, un líder democrático, un líder que le da una salida al chavismo, a la oposición y a nosotros. ¿Qué más quieren? ¿Quién me lo va a impedir, tú con un poco de decretos? Si en este país las leyes no se cumplen, ¿me vas a decir que no voy a ir a un revocatorio antes de diciembre? No, chico, decreta lo que tú quieras.
¿Y seguirá siendo el líder en 2017, si el revocatorio no se hace este año?
Es que la gente lo quiere este año por una razón sencilla, ‘yo quiero que te midas, Psuv’, ese es el pensamiento incluso de un chavista. ‘Yo necesito que el chavismo exista’. Y la existencia del chavismo como fuerza está en medirse, y ese principio lo estableció Chávez.
¿Qué dice Nícmer Evans? ¿Qué dice Clíver Alcalá Cordones? Mucha gente está pensando que este señor no dio la talla que pensaba Castro, que pensó Chávez, que no sirve, no es un gerente, no conecta con la gente. Es un tipo amparado en el poder de la cúpula militar, que ha dejado invadir los puestos civiles por militares, que les entregó el poder. ¿Tú crees que el sentido común de la gente no se ha dado cuenta de eso? El sentido común del venezolano no estará en ir a la marcha, pero cuando necesites las firmas del 20% me avisas. Ahí estará. El revocatorio yo lo veo eficiente si es antes de diciembre, después no le veo mucho sentido.
«El que tiene algo que esconder es el que no quiere que haya revocatorio»
¿El revocatorio es entonces el líder que aglutina a todos?
Me parece. El revocatorio es un líder pasivo pero existe. Hay gente de la oposición que ya no le da la misma confianza o están pensando en otra salida, en la nacionalidad o en la asamblea constituyente, pero el firmazo es buenísimo. Esta es la sobrevivencia de un movimiento que además no tiene por qué desaparecer. ¿Por qué tiene que desaparecer porque revoquemos a Maduro, si lo que estamos revocando es la ineficiencia de un funcionario?
Además, aunque la gente diga que va a ganar un candidato de la oposición, no sabemos. Depende de qué candidato tengan ellos. Es más, si Maduro quisiera él se puede lanzar, si Maduro tuviera la mentalidad de Chávez y pierde el revocatorio se presenta para las elecciones. Estoy forzando la barra pero lo hago para mostrar que el conflicto político ahorita lo tiene el chavismo.
¿Por qué lo dice?
Porque el chavismo está fracturado, sabe que aquí no hay guerra económica, sabe que la gente esta pasando hambre, que no hay dólares, que se va a importar menos comida, sabe que está muriendo gente en los hospitales por falta de medicinas y eso lo está sufriendo la Fuerza Armada, los funcionarios públicos, los policías, ¿o es que acaso ellos no están sometidos a la misma cola y a la misma situación que estamos todos?
¿Por qué el Gobierno no facilita el revocatorio? ¿Por qué lo retrasa?
Porque están divididos. O hay un tema delicado que es el de la responsabilidad. Si yo tengo mi conciencia intranquila porque tengo dinero afuera, porque estoy en los ‘Panamá paper’, porque no puedo justificar mis ingresos, porque mi declaración jurada de bienes es absolutamente fantasiosa, porque tengo tres Hummer, porque tengo a toda mi familia cumpliendo funciones en el organismo donde yo estoy, porque tengo cinco empresas que importan alimentos… No estoy refiriéndome a nadie en concreto, pero ahí hay un tema de responsabilidad.
El que tiene algo que esconder es el que no quiere que haya revocatorio. Ahí viene la diferencia entre el que está limpio en el chavismo y el que no lo está, y ahí entran militares y civiles.
Es que yo me imagino a Chávez y seguro Chávez ya estaría desatado en la campaña para que no lo revocaran y estaría lanzando alimentos hasta en helicópteros. En cambio este se repliega, se crea una coraza y no se da cuenta de que mientras más haga eso más vulnerable está, es más débil.
«yo no le veo formación ni siquiera para ser dictador»
Estado de excepción
Maduro dijo que declarará un estado de conmoción si es necesario ¿Qué opina?
Él no sabe lo que es eso. No tiene idea. Tenemos verdaderamente un Presidente que no tiene conocimiento de la Constitución. Un estado de conmoción está asociado a una situación militar interna que no la veo por ninguna parte. Estamos hablando de focos militares que estarían poniendo en crisis al país, pero si no es militar no hay conmoción. Este señor entiende por conmoción interna esta foto (la agresión de unos jóvenes a unos policías en la manifestación de la MUD en la Av. Libertador, en Caracas). Para ellos es conmoción lo que hicieron esos chamos.
¿Cómo evalúa el nuevo decreto de estado de excepción de emergencia económica?
El decreto tiene una falla estrambótica en lo jurídico y es que no sabemos qué derechos están restringidos. Esta falla en la esencia lo hace nulo. ¿Tengo restricciones de manifestar, restricción para transitar? ¿Cuáles? Si fueran esas entonces no sería económico el decreto. El destinatario del decreto somos nosotros los ciudadanos, por eso debemos asegurarnos de que diga cuáles derechos va a restringir y en qué forma los va a restringir, y eso no lo dice en ninguna parte.
Además, hay un matrimonio entre el decreto y la lucha contra el revocatorio. Es decir, la lucha contra el revocatorio por parte del Gobierno dio lugar al decreto de estado de excepción. Si la restricción es económica no me toques los derechos políticos. Cuando se dieron los decretos de estado de excepción de los municipios fronterizos decían los cuatro derechos que podían restringir. Aquí no.
Artículo 232 para Maduro
“Hay un artículo en la Constitución que, yo creo, hay que leérselo a Maduro, porque es el más fuerte sobre tema de su responsabilidad.
Las constituciones anteriores a las del 99 no establecían las responsabilidades personales sino institucionales, pero en esta del 99 se estableció la responsabilidad personal de todos los altos funcionarios designados a través de los métodos de la Constitución.
Es responsable el ministro, el Presidente, el magistrado, el diputado. Aquí no se escapa nadie de la responsabilidad personal. O sea, eres responsable de lo que dejes de hacer o dejes de cumplir.
El artículo 232 dice: ‘el Presidente de la República es responsable de sus actos y del cumplimiento de sus obligaciones inherentes a su cargo’.
Una de las obligaciones inherentes a Maduro es no usurpar las funciones de la Asamblea nacional, es decir que él es responsable de usurpar las funciones de la AN por el decreto de estado de excepción y por el decreto que decayó.
Pero agrega: ‘está obligado a procurar la garantía de los derechos y libertades de los venezolanos’. Está obligado. ¿Por qué no lo entiende? ¿Será que no lo ha leído? Yo creo que no ha leído este artículo.
Esto es aplicable para él cuando ya no esté como Presidente, así como es aplicable a diputados que estuvieron en la Asamblea anterior».
¿Este decreto sería una combinación entre un estado de excepción y una emergencia económica por lo ambiguo? El nombre genera confusión
El nombre que le pusieron en la Procuraduría General de la Republica está errado, dice ‘Decreto de estado de excepción y de emergencia económica’. Eso no existe, se llama estado de emergencia económica y se trata de un estado de excepción de emergencia económica. Claro, la intención política es abarcar asuntos que escapen a la situación económica y permita solapadamente tocar un estado de conmoción interior para que el alto mando dirija la ejecución del decreto. Dos supuestos de estado de excepción completamente diferentes.
Deberían rectificar el nombre del decreto, suprimir el numeral 5 porque invade competencias de la AN y precisar cuáles son los derechos económicos u otros que estarían restringiendo, de lo de contrario esto no tiene ni pies ni cabeza.
La constitución que nos rige no es la que el Ejecutivo aplica. La muestra en televisión, en cadena, pero la viola, la ignora, la pisa. Pensar que Hugo Chávez en los documentos suscritos por el MVR-200 quería acabar con los vicios del pasado y escogió a un civil para dictador de Venezuela.
¿Este decreto convierte a Maduro en dictador?
Yo creo que Maduro en su comportamiento es como si fuera un dictador del pasado. Pero yo no le veo formación ni siquiera para ser dictador. Él hace lo que le digan que debe hacer y en ese sentido es un buen operador político de quien está detrás del poder, que no sé si serán los Castro, un grupo asesor, Escarrá. No sé. El grupo que está detrás de él lo esta haciendo cometer tantos errores políticos que cada vez lo alejan más del chavismo.
¿Tenemos una dictadura en el país o no?
Si estuviéramos en una dictadura tú no me estarías haciendo esta entrevista ni La Razón saliera los domingos. Creo que en el país hay bolsas de dictadura, esta es una palabra que se la oí a Fernando Mires, que decía que el país tenía áreas de dictadura y áreas donde todavía se movían algunos elementos democráticos. Es dictadura el decreto de estado de excepción. Ahora, ¿esto se va a aplicar? El decreto es una declaratoria de guerra a la democracia, esto está claro. No es que haya guerra económica, es que la guerra contra la Constitución la decretó Maduro.
Tenemos un dictador que manda a los poderes constituidos salvo a la AN, por decisión del soberano, porque el pueblo decidió quitarle la hegemonía al Psuv. Pero Maduro no somete ni someterá a los venezolanos. Venceremos en las urnas, eso está decidido, con el poder de cada uno de nosotros, de civiles y militares, funcionarios y desempleados, empresarios y comerciantes, estudiantes y gremios, educadores, políticos, líderes comunitarios, consejos comunales. Todos los sectores por la cruzada de tener un Gobierno decente y que me garantice mis derechos. Para eso lo elijo.
¿Pudiera ocurrir en el país un «Fujimorazo» con la AN, o con el estado de excepción pudieran justificar una intervención?
Del texto del decreto no existe forma alguna de «desaparecer» a la AN, salvo mediante un autogolpe desde Miraflores.
¿Cómo quedaría Maduro y el país si eso sucediera?
Como lo que es, como una persona desequilibrada ante la debilidad política que vive y le hacen vivir los propios chavistas, quienes creen en un socialismo democrático.
¿Qué es lo que más le preocupa de la situación actual?
Lo que más me preocupa es la falta de alimentos y la falta de medicinas. Esos son derechos tan básicos que tienen una urgencia que va asociada a la salida constitucional, y yo creo que eso es lo que hay que sembrar en la conciencia ciudadana.
Uno no sabe lo que pueda pasar aquí, si de repente un día Maduro aparece en la televisión y dice ‘he considerado darle luz verde al revocatorio. Sí me voy a medir como mi comandante’. Hay una frase que me gusta mucho y es ‘tenemos que creer en lo imposible’. Uno no sabe qué giro puede tomar esto. Yo creo que hasta ahora el dique ha estado cerrado, tan cerrado que yo creo que aquí no va a haber elecciones de gobernadores. Lo que está diciendo el gobierno es ‘no quiero elecciones de ningún tipo’.
“La Constitución que nos rige no es la que el Ejecutivo aplica”
«Cargo mi bacalao con ganas»
Cecilia Sosa Gómez recuerda que solo estuvo nueve meses en el Gobierno de Hugo Chávez, al ser la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Fue la primera mujer en presidirla y estuvo en ese cargo desde 1996 hasta su renuncia en agosto de 1999. De ese “parto”, como le dice, le nació un “bacalao”. Ese año la Sala Político Administrativa de la CSJ – que también presidía- presentó una sentencia que le abrió el camino a la asamblea constituyente. “Dicen que soy la culpable de todos los errores, de que Chávez fuera presidente. Ese es un bacalao que no me va a quitar nadie”, comenta entre risas, y asegura no sentirse corresponsable de lo ocurrido en estos 17 años.
La sentencia interpretó el principio de la soberanía que reside en el pueblo y que era ejercida a través de los órganos del Poder Público mediante el sufragio. “¿Qué dijimos en la sala? Que la soberanía la ejerce el pueblo directamente. La sentencia no tuvo voto salvado ¿Por qué no se opusieron a la constituyente?”.
“Yo no llevé a Chávez al poder como magistrada ni como miembro de la Sala Política. ¿Los responsables de que Chávez hubiera llegado al poder quiénes son? ¿De dónde salio el dinero para la campaña de Chávez? ¿Quién fue el primer gabinete de Chávez? Yo voy a escribir un libro que se va a llamar “1999”, estoy empezando a reunir el material, para poner en evidencia qué paso verdaderamente desde el 1º de enero hasta el 31 de diciembre de 1999, quiénes fueron los actores, cuáles fueron las declaraciones, los apoyos recibidos de Chávez, los aplausos, que no fueron precisamente de la CSJ. Pero es mejor es apuntar para allá que recordar cómo el Congreso entregó su poder a la constituyente sin chistar, y esas fueron mis palabras cuando renuncié. Pero no importa, yo me cargo mi bacalao y me lo cargo con ganas. No me arrepiento. Yo creo en el ejercicio directo de la soberanía y eso es lo que estamos invocando hoy”.
Si quieres contactar al autor de esta historia, escribe a: patricia@larazon.net